Así aprendieron
estos hombres y mujeres que se puede mirar al otro,
saber que es
y que está
y que es otro
y así no chocar con él,
ni pegarlo,
ni pasarle encima,
ni tropezarlo.
y que está
y que es otro
y así no chocar con él,
ni pegarlo,
ni pasarle encima,
ni tropezarlo.
Supieron también que se puede mirar adentro del otro
y ver lo que siente su corazón.
Porque no siempre el corazón se habla
con las palabras que nacen los labios.
Niño en Tekoa Jasy Porã - Fotografía: Alejandra Morales |
Muchas veces habla el corazón con la
piel,
con la mirada o con pasos se habla.
También aprendieron a mirar a quien mira mirándose,
que son aquellos que se buscan a sí mismos
en las miradas de otros.
Y supieron mirar a los otros que los miran mirar.
Y todas las miradas aprendieron los primeros hombres y mujeres.
con la mirada o con pasos se habla.
También aprendieron a mirar a quien mira mirándose,
que son aquellos que se buscan a sí mismos
en las miradas de otros.
Y supieron mirar a los otros que los miran mirar.
Y todas las miradas aprendieron los primeros hombres y mujeres.
Y lo más importante que aprendieron
es la mirada que se mira a sí misma
y se sabe
y se conoce,
la mirada que se mira a sí misma mirando
y mirándose,
que mira caminos
y mira mañanas que no se han nacido todavía,
caminos aún por andarse
y madrugadas por parirse.
Eduardo Galeano
Bellíssimo....Andarillo Galeano!
ResponderEliminarEspectacular...
ResponderEliminarMuy lindo
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