Versión de Girala
Yampey
Frente a su Tapýi
(rancho), cantando alegremente, pasaba sus días aquel ava (hombre) que
trabajaba con destreza el ñai’û (arcilla) con sus ágiles dedos para hacer
vasijas y otros enseres diversos. Luego de pulirlas, las horneaba y quedaban
listas para ser usadas. Sin dudas, era el mejor alfarero de la aldea.
Un día, al visitar la
aldea vecina, conoció a una hermosa kuñataî (muchacha), también del mismo
oficio tan habilidosa como él. Enseguida, con inmensa alegría, se enamoraron y
decidieron casarse. Fueron a comunicar a los Paje de sus respectivas aldeas la
buena nueva. Éstos consultaron con los Ñanderu (Nuestros Padres) y ambos
dijeron haber escuchado malos presagios para la nueva pareja. Enterado los
respectivos mburuvícha (Jefes), de los malos augurios, prohibieron el enlace.
Entonces, desoyendo los consejos y las órdenes, los enamorados decidieron
fugarse y buscar la felicidad en el aislamiento de la selva. Allá, en la densa
floresta instalarían su hogar y lograrían ser dichosos. Pero, tanta desobediencia
no podía ser tolerada. Prestamente, unos flecheros salieron en persecución y
los mataron en el sotobosque.
La antigua leyenda cuenta que los jóvenes
enamorados se convirtieron en ésas hermosas y simpáticas aves llamadas Horneros
o Aloncitos que, cuando se encuentran durante sus andanzas, hacen grandes
demostraciones de alegría lanzando alborozados cantos. Tal vez, ése jubilo sea
el recuerdo del amor de antaño que tuvo un fatal desenlace. Como buenos
alfareros que fueron, construyen su nido de barro batido, en forma de hornitos,
en las horquetas de los árboles o lugar apropiado.
Fuente: MITOS Y
LEYENDAS GUARANÍES por GIRALA YAMPEY. Editorial Manuel Ortiz Guerrero,
Patronato de Leprosos del Paraguay. Asunción - Paraguay, 2003. 177 páginas.
Saludos y parabienes.
ResponderEliminarHermosa leyenda!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarQue no se pierda la sabiduria de nuestros ancestros. Mi respeto y admiracion, hay tanto que aprender de ellos. Lindo relato, fue muy refrescante leerlo. Gracias, amigos.
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