El mate nuestro de cada día, además
de ser un hábito tan arraigado, puede tener benéficas consecuencias para
nuestra salud, por eso resulta útil conocer las propiedades medicinales y
alimenticias de la yerba mate. La yerba mate es una planta cuyo nombre
científico es Ilex Paraguariensis Saint Hilaire, originaria de las regiones subtropicales de
la Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay.
Se trata de un árbol parecido
al laurel, con un tronco gris claro de hasta medio metro de diámetro y un
promedio de 5 a 6 metros de alto, cuyas hojas apenas alcanzan los 10
centímetros de largo, se caracterizan por tener el borde dentado. Pertenece a
la familia botánica de las aquifoliaceas.
Fueron los indios guaraníes los
primeros en utilizar la yerba mate. Esta tribu habitaba la Mesopotamia y el
noreste de la Argentina, el Paraguay y regiones de Uruguay y Brasil. La
infusión se ha arraigado en los hábitos de una amplia mayoría de la población
de estos países, y también de países árabes donde la beben de una manera más
parecida al té, desde principios del siglo XX cuando fue introducida.
La yerba mate es una buena fuente de vitaminas
del complejo B, que contribuyen a que el organismo libere y aproveche la
energía contenida en los alimentos. De esta manera, contribuye al buen
funcionamiento muscular y ayudan a tener un organismo, una piel y un cabello
sanos.
Es además, una buena fuente de minerales
necesarios para el organismo como el potasio, indispensable para el
correcto funcionamiento del corazón. Contiene además magnesio, que ayuda a
incorporar las proteínas.
La yerba mate además es un
poderoso antienvejecimiento dado que tiene un alto contenido de
polifenoles que funcionan como antioxidantes. En efecto, la infusión de yerba
mate ha resultado ser un mejor antioxidante que el ácido ascórbico (la famosa
vitamina C), con propiedades similares al vino tinto en su rol de inhibidor en
la oxidación de lipoproteínas de baja densidad, es decir que tiene un efecto
antirradicales libres, y por tanto retrasa el proceso de envejecimiento.
Es que los antioxidantes incrementan
las defensas del organismo, y previenen el ataque a las células que deterioran
al organismo, a causa del estrés, los malos hábitos alimenticios, el tabaco,
entre otros agentes.
Pero más importante aún, como
antioxidante la yerba mate previene el crecimiento de células cancerígenas,
pues al ralentizar el envejecimiento celular, contribuye también a
prevenir ciertos tipos de cáncer.
Los antioxidantes además, previenen
las enfermedades coronarias y cerebrovasculares dado evitan la
arterosclerosis. A esto se suma otra propiedad de la yerba, la de ser
antihipercolesterolemia, dado que las saponinas presentes en la infusión de
yerba mate reducen la cantidad de lipoproteínas de baja densidad en la sangre.
Dado que estos compuestos interactúan con el colesterol y los ácidos biliares,
se conforman miscelas mixtas que provocan la eliminación del colesterol al
dificultar su absorción en el tracto gastrointestinal. Esto significa, en
términos sencillos, que el mate ayuda a bajar el colesterol “malo”.
El mate además tiene un potente efecto
energizante, debido a su contenido en xantinas, que estimula el esfuerzo
intelectual y físico. Las xantinas – como la cafeína o la teobromina –
son compuestos que estimulan el Sistema Nervioso Central (SNC),
funcionando como estimulantes del esfuerzo intelectual y muscular, aumentando
el estado de alerta y concentración, y atenuando la fatiga.
A nivel gastrointestinal, el mate
funciona como diurético y laxante natural – aunque consumido en
exceso o por personas sensibles, puede agravar la acidez estomacal. Es una
firma de incrementar la ingesta de líquidos, ayudando a la buena hidratación.
Por todo ello, no hay motivo alguno
para no disfrutar a diario de nuestro querido mate, ese compañero que
además ayuda a nuestro cuerpo a vivir mejor.
Natalia Vidoz - Club del Mate
Son muchas las propiedades que tiene....
ResponderEliminarAhora entiendo, cada día me observo más bella por dentro y por fuera...me fascina tomar mates con hierbas... Gracias!
ResponderEliminarpor supuesto que hace bien, de lo contrario se hubiera abandonado su uso, y es al reves esta proliferando en todo el mundo,
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