Arrope y Fruto del Chañar |
Su uso es conocido
desde antaño, en especial por los lugareños del norte del país. Científicos
tucumanos comprobaron, por primera vez en laboratorio, sus propiedades.
Desde las últimas
décadas existe una TENDENCIA mundial por volver a lo natural, a lo
casero, a lo que llamamos "los remedios de la abuela". Los
investigadores empezaron a poner la lupa en plantas que fueron usadas
ancestralmente por los pueblos originarios o por poblaciones rurales, debido a
sus propiedades. Muchos de sus trabajos terminaron por corroborar usos
medicinales y atributos nutritivos, que ayudaron luego a potenciar las economías
regionales.
Los curiosos o
naturistas que compran remedios, cremas y comidas en las ferias regionales o
herboristerías, al menos con el arrope de chañar pueden estar tranquilos.
Investigadores tucumanos certificaron en el laboratorio cuatro propiedades de
la fruta del chañar (efecto expectorante, antitusivo, antiinflamatorio y
analgésico), y tres para su arrope (todas las anteriores menos la propiedad
antiinflamatoria, que se perdería durante la cocción de la fruta).
Adrián Reynoso,
Nancy Vera, María Eugenia Aristimuño, Adriana Daud y AliciaSánchez Riera
desarrollan esta línea de investigación en la cátedra de Farmacoquímica de la
Facultad de Bioquímica, Química y Farmacia (FBQF) de la UNT. El equipo publicó
su trabajo sobre el chañar en dos reconocidas revistas científicas: Journal of
Ethnopharmacology y Journal of Nutrition & Food Sciences. En la INVESTIGACIÓN
suministraron extractos de chañar a un grupo de ratas, y de su arrope a otro, y
verificaron, en etapa preclínica de experimentación, las propiedades
farmacéuticas de esa planta, que eran atribuidas por los pueblos originarios.
El tratamiento de
estos animales consistió en suministrarles mil miligramos de extracto de chañar
por kilogramo de peso corporal, una vez al día. El procedimiento podía durar de
tres a siete días, según los casos, hasta que aparecían los primeros resultados
y mejoraban los síntomas de dolor, inflamación, tos y podían expectorar.
El chañar, cuyo
nombre científico es Geoffroeadecorticans, es un árbol mediano, que puede medir
hasta 10 metros de altura cuando crece aislado, pero que es mucho más pequeño
cuando crece en bosquecillos. A su fruto también se le denomina chañar y es
carnoso, de forma redondeada, tiene en su interior una única semilla, es de
color anaranjado, y tiene la forma y el tamaño de una aceituna. Es comestible,
dulce, de agradable sabor, y uno de los principales alimentos de los PUEBLOS
ORIGINARIOS del Gran Chaco.
Con el fruto del
chañar se prepara una bebida fermentada, conocida como aloja de chañar, que es
una suerte de aguardiente, a la cual se le reputan propiedades antiasmáticas.
También se prepara el arrope de chañar, dulcísimo, espeso, negro, que sirve
como reemplazo de mermeladas. Es una especie de miel vegetal, y se le atribuyen
popularmente propiedades para aliviar la tos y el dolor de garganta.
Reynoso es el
principal autor de esta investigación y actualmente busca aislar la molécula
con el principio activo de las propiedades medicinales del chañar. Su idea es
conseguir nuevas formas farmacéuticas que contengan los atributos de la fruta,
si es necesario uniéndose a otros grupos de investigación o al sector privado.
"Queremos estandarizar el método de obtención del arrope variando las
condiciones de la temperatura, ya que los arropes analizados anteriormente
perdían la propiedad antiinflamatoria a causa del calor", precisó.
Colaboración:
Daniela Orlandi (Universidad Nacional de Tucumán)
Foto: Luis Ferrando
Fuente: El Tribuno
(Salta – Argentina) – 10 de Agosto de 2016
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