Las
frases de Paulo Freire son siempre una buena oportunidad para la reflexión, por
eso tienen gran circulación en las redes sociales que se preocupan por la
Educación. La siguiente es una selección de definiciones en torno a la escuela
pública y privada
"Hay una
tendencia que ustedes deben estar también experimentando hoy en la Argentina,
una tendencia más o menos desde hace 20 años, con más énfasis en un país, menos
en otro, hacia la privatización, ahora es casi una enfermedad y un delirio, que
toma cuenta del mundo con este discurso neoliberal de la muerte de las
ideologías, etc.”
"Brasil vivió, y
sigue viviendo, fuertemente, una privatización al servicio realmente de lo
privado.
¿Qué quiero decir con
esto? Una privatización en el sentido de quitar al Estado el deber de cumplir
sus obligaciones; segundo: de dar, de crear de fortalecer la comprensión
mercantilista de la educación”.
Esto es, la
educación de repente empezó a virar, a transformarse en empresas privadas,
fortalecidas: a medida que el Estado estimulaba la privatización de la
educación, trabajaba contra la eficacia de la escuela pública. Es interesante
en el caso de Brasil, observar que hasta los años 40, por ejemplo, teníamos un
sistema público de educación primaria y medio pequeño, pero muy bueno, de buena
calidad, aunque de poca cantidad, y era un sistema que trabajaba para los hijos
de la élite, de las clases poderosas; por lo mismo era bueno. Pero en el
momento que la clase trabajadora empezó a demandar escuela pública para sus
hijos, y para sí, los adultos obreros, a través de presiones en las grandes
ciudades, en los centros urbanos de Brasil, como San Pablo, Río, Minas, Belo
Horizonte, Porto Alegre, etc., en la medida en que las clases populares
empezaron a poder entrar en las escuelas públicas, entonces el Estado empezó a
maltratar las escuelas públicas. Después se niega la cuestión de las clases, el
elitismo de la clase dominante, etc.
Las escuelas privadas
entonces empiezan a aparecer y atraen para sí la clientela de los ricos. Y en
Brasil la cosa asumió una cara profundamente perversa: en cierto momento, los niños
ricos tenían una escuela buena, cara, por la cual sus padres pagaban mucho, y
cuando alcanzaban los niveles de la escuela fundamental primaria y media,
entraban en la Universidad gratuita. Fíjense ustedes la maldad. Este mismo
recorrido era hecho por niños del pueblo en escuelas públicas deterioradas.
Entonces algunos niños del pueblo que llegaban a este límite, hasta para estos
algunos las dificultades se presentaban: no tienen condiciones de hacer el
vestibular, en las escuelas públicas federales, en las Universidades gratuitas,
y les quedaban dos posibilidades: primero, no entrar en la Universidad,
segundo, procurar las Universidades privadas, malas y caras. Esto es una
perversidad escandalosa. Y sigue esto hoy en día en Brasil. Entonces la pelea por
la escuela pública buena, la pelea por una escuela pública recuperada, por una
escuela pública en cantidad y en calidad, es una pelea democrática".
"Para mí es parte
de la naturaleza de la pelea, del proceso de pelear, la competencia de quienes
pelean. Yo no quiero caer en un elitismo y decir que sólo quienes son
académicos pueden pelear, porque ahí entonces no va a haber más pelea. Los
académicos no quieren pelear. No es eso. Lo que yo quiero decir es que la pelea
se robustece en la medida que quienes pelean tienen competencia existencial,
esto es tienen una sabiduría que aprendieron peleando, aprendieron en la
práctica de la lucha. Segundo, porque pelearon por un ideal, descubrieron que
necesitaban el saber científico para ayudarse a sí mismo y a la pelea”.
"Yo creo, estoy convencido, que cuanto más científico -pero
no cientificista- yo me hago, tanto más tengo chance de enfrentar al enemigo
sea quien sea. Precisamente porque con los salarios inmorales que tenemos nos
falta posibilidad de estudiar, de leer, de profundizar, por esta razón una de
las peleas de los educadores y las educadoras uno de los objetivos es la
demanda que tiene que hacer al Estado de ser permanentemente capacitados.
"Su capacitación es permanente, y no puede reducirse apenas
a charlas que educadores famosos vienen invitados a dar durante las
vacaciones”.
"Entonces, para mí, la pelea sindical,
sin la cual es difícil ganar envuelve al lado de la demanda por un salario
menos injusto, la demanda de condiciones más decentes de trabajo, y la demanda
de capacitación permanente de las educadoras y los educadores”.
"Los
representantes del Estado hablan en la televisión o en discursos políticos y
dicen que la educación para tal o cual gobierno es una prioridad. Es
fundamental que los educadores discutan el concepto de prioridad. La prioridad
que no se manifiesta económica y financieramente es una mentira ¿Cómo puede el
pueblo creer en un gobierno que dice que la educación es prioritaria si las
escuelas se están tumbando, cayendo? No digo en la Argentina, pero en Brasil
encontré cuando yo asumí la Secretaría de Educación de la Ciudad de San Pablo
el 60 % de las escuelas deterioradas. Esto es un absurdo. Cuando dejamos el
gobierno no había ninguna deteriorada. Respetamos el edificio de la escuela.
Rehicimos todos en cuatro años, porque que no era posible dar un ejemplo si
nosotros también decíamos era prioridad la educación, entonces teníamos que
mostrar lo que era. Entonces yo creo que ustedes podrían hacer peleas así
también.
No resuelve llamar al
gobierno con palabrotas, eso nos satisface a nosotros, pero no a la revolución,
a la historia. Pero exigir que pruebe que la educación es realmente
igualitaria. Mostrar los índices, por ejemplo, de niños que son expelidos de la
escuela y que los técnicos llaman evasión escolar. Los niños que se han
evadido, nadie se evade de la escuela, los alumnos son expulsados de la
escuela. Entonces el índice de niños expulsados es un índice distinto de una
escuela de clase dominante". "Los profesores también necesitan ser
reeducados para entender el fenómeno de la aprobación qué significa aprobar qué
significa reprobar".
La pelea por la
escuela pública sin que esto signifique la negación del derecho de la
existencia de la escuela privada, porque yo no estoy haciendo un discurso
demoledor, diciendo que los padres no tienen derecho de crear sus escuelas,
tienen, siempre que no pidan después al Estado que les ayude. Ahora, lo que no
es posible es que el Estado no cumpla su deber. Yo creo que la pelea por la
escuela pública se funda en la lucha permanente para esto que yo llamé 'no
dejar que el Estado duerma en paz'. Esto es: tiene que ser permanentemente
exigido que él pruebe que la educación es prioridad, exigido criticando los
niveles de competencia y de incompetencia de los profesores, mostrando que los
profesores ni queriendo pueden ser más competentes porque les faltan los medios
de ser más competentes.
Entonces la demanda por el salario está al mismo nivel que la
demanda por la formación permanente de los educadores, y por formación
permanente yo entiendo no cursillos, charlas, sino entiendo la discusión de la
práctica. Esto es: plantear a los educadores su propia práctica para que
reflexionando sobre ella descubran los obstáculos epistemológicos, ideológicos,
políticos, que la práctica plantea. De ahí entonces el análisis teórico se da a
partir de la comprensión del desnudamiento que se hace de la práctica misma.
Esto hicimos en San Pablo durante los cuatro años”.
Fuente: Blog Escuela y Reproducción Social.
Ideas que todo maestro debemos contrastarlo con la realidad educativa del país del Perú. Gracias por compartir.
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