Los últimos restos del
lonko Inacayal recibieron ayer sepultura en la pequeña localidad de Tecka,
Chubut, luego de un largo derrotero que comenzó en 1994, cuando se inició su
proceso de restitución en el Museo Nacional de Ciencias Naturales de La Plata.
Allí, como una especie de “trofeo de guerra”, permanecía su cuerpo desde su
fallecimiento en 1888 tras haber sido tomado prisionero durante la Conquista
del Desierto.
El lonko había sido
confinado a la isla Martín García. Más tarde, el perito Francisco Moreno lo
llevó hasta La Plata, donde estaba construyendo el museo, junto a la esposa de
Inacayal y su sobrina, Margarita Foyel. Los exhibían de día –junto con otros- y
los recluían de noche en los sótanos del edificio en construcción. Inacayal
murió en la primavera de 1888 y sus restos, al igual que el de sus familiares,
fueron exhibidos en las salas de antropología biológica como representantes de
“Razas salvajes que se extinguen”.
En Chubut, la
ceremonia de regreso de los restos del lonko se cumplió en dos etapas. La
primera fue el martes en Esquel. Acompañados con el sonar del kultrun y el
ñorquin (instrumentos de percusión aborígenes), representantes de las
comunidades mapuche-tehuelche tomaron las siete urnas de madera que contenían
los restos de Inacayal, su esposa y su sobrina.
“Finalmente daremos
sepultura completa a Inacayal, lo llevaremos a Tecka, donde alguna vez fue
feliz con los suyos, con los ríos, con la nieve, cazando guanacos, hasta que
finalmente apareció lejos de su tierra, donde lo llevaron vivo con su familia,
todo es muy doloroso. Estamos vivos, pero nuestro corazón está agujereado por
toda la mentira y la hipocresía alrededor de lo que fue la Conquista del
Desierto”, expresó Lucas Antieco, miembro de la comunidad.
La segunda y más emotiva etapa se cumplió ayer en Tecka, lugar
donde el cacique residió con su familia. Es una pequeña localidad ubicada a 100
kilómetros de Esquel sobre la ruta provincial 25. Allí, en el ingreso, donde se
erige una estatua de Inacayal, se realizó la ceremonia que comenzó en la
madrugada y se extendió hasta el mediodía.
En ese lugar del pueblo, ubicado en una lomada, habían sido
depositados parte de los restos de lonko Inacayal en 1994. Sin embargo,
investigadores de la UNLP determinaron en 2006 que más vestigios del lonko aún
permanecían en los claustros del museo. El proceso de restitución se completó
ahora con la entrega de su cerebro, su oreja izquierda y su cuero cabelludo, el
esqueleto sin manos y el cuero cabelludo de la mujer de Inacayal y el esqueleto
completo, cerebro y cuero cabelludo con orejas de Margarita Foyel, fallecidas
meses después.
Del acto participó el
gobernador de Chubut, Martín Buzzi, quien pidió perdón a las comunidades
ancestrales “por los crímenes que el Estado cometió contra ustedes durante la
llamada Conquista del Desierto”.
Y agregó: “Este
sentimiento de culpa surge del comprender estos 126 años de continua injusticia
a la que fuera sometida una persona, que es alma y materia, desterrada,
explotada, y cuando muere, sus restos son fragmentados y separados para ser
exhibidos como esqueletos, o en frascos de formol”. Igual que en La Plata y en
Esquel, la ceremonia finalizó con el grito sagrado tradicional de la comunidad
para transmitir la fuerza y supervivencia de esos pueblos.
Fuente: Azkintuwe 11 de
Diciembre de 2.012
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