Según la etnoastronomía, cada cultura tiene un modo único de mirar el cielo.
Desde los tiempos más remotos, el cielo ha sido usado como mapa, calendario o reloj. Su observación a servido para orientar a navegantes, organizar cosecha y prever fenómenos naturales al observar el cielo, cada pueblo tiende a percibir aspectos de su propia cultura.
En el mundo occidental que es heredero de la cultura greco-romana ovcidental, estamos acostumbrados con las constelaciones creadas por los griegos, que veían en el cielo animales como el león (Leo), el escorpión(Escorpio) y el toro(Tauro) y, seres fantásticos como Capricornio y Sagitario. En tanto la etnoastronomía nos enseña que existen tantos seres en el cielo como pueblos humanos puedan existir y observar.
Para los diversos pueblos indígenas ubicados en Brasil, como los Tupi-Guaraní y los Terena de la familia Aruak, una de las figuras principales que podemos observar en el cielo nocturno es la gran Constelación de Ema, que queda entre la Constelación de Escorpio y de la Cruz del Sur. Según sus mitos, Ema intenta devorar dos huevos de pájaro próximos a su pico, representados por las estrellas Alfa Muscae y Beta Muscae, y la Cruz del Sur estaría asegurando el pico de ave que, de otra manera, acabaría devorando a todas la humanidad. Grupos Terena del oeste paulista tienen a la Ema (Ñandú) como animal sagrado, utilizando a sus plumas para la producción de objetos y vestimentas rituales.
Otra constelación importante para los Tupi-Guaraní es la del Hombre Viejo (Tuya'i), formada por las Constelaciones de Tauro y Orión. Sobre la cabeza del Hombre Viejo está ubicado el aglomeramiento estelar de las Pléyades visto como un penacho atado en su cabeza. La estrella roja Beltehause representa el lugar en que su pierna fue cortada, y el Cinturón de Orión (Tres Marías) la rodilla de la pierna sana. En su mano derecha el asegura un bastón para equilibrarse.
En 1612, el misionero francés Claude d’Abbeville registró en su expedición 30 constelaciones conocidas por los Tupinambá de Maranhão. Esas informaciones fueron publicadas en su libro “Histoire de la Mission de Pères Capucins en l’Isle de Maragnan et terres circonvoisins”, publicado en Paris, y es considerado una de las más importantes fuentes de etnoastronomia Tupi.
Además de estas constelaciones como la del Anta, de las Tortugas y del Venado que también están presentes en la mitología indígena.
Fuente: Aventuras na Historia
Escrito por Joseane Pereira. Publicado el 25 de Marzo de 2019.
https://aventurasnahistoria.uol.com.br/noticias/reportagem/constelacoes-indigenas-formas-tradicionais-de-observar-o-cosmos.phtml?fbclid=IwAR1m4GNwQZsGeF6z2civnoW8RftXWa7-IpNmB1VjuNSfSieFW4uLyrDNaI0
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