...Nuestra forma de relacionamiento es un milagro de nuestro monte; lo que llamamos familia, no está compuesta solo por hombres y mujeres con sus hijos, sino también por los animales y las plantas. La división entre lo sagrado y lo profano no existe, sabemos que el mundo es orgánico y que todo en él esta comunicado: los hombres con sus pasiones y saberes, los animales con sus instintos y sus miedos, las plantas con sus frutos y aromas, los dioses con sus designios superiores y también con sus caprichos… (Texto en construcción de mi nuevo libro; “ERAMI el mundo de los hombre libres”).
Compartido por
Cesar Rosso Neuenschwander
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