Me acuerdo cuando me roncaste y no te vi , me acuerdo que te sentí demasiado cerca, fueron tres veces y ese ronquido hundió en silencio a la selva. Me sentí pequeño y vulnerable, sentí tu presencia y ahí fue cuando dejaste de ser jaguar para convertirte en aparición mística.
A veces es una mirada parcial, es no ver el todo y así darle vida a algo diferente, es imaginarse que "hay del otro lado". El jaguar envuelto en ese halo de misterio que nosotros le entregamos, se transforma en un ser poderoso por demás. Lo que para nosotros es fiereza, para el jaguar es ser simplemente jaguar, nada más y nada menos.
Que sigas siendo jaguar!
Emilio White
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