Mis espaldas aguantan el peso que llevo porque el corazón está lleno de gratitud.
Mis pies caminan aunque doloridos porque creen en el camino que han escogido.
No hay como desistir, cuando la voluntad sabe que todo vale la pena en cada partícula de nuestra.
Soy todo esperanza.
Estoy hecho de fe.
Rachel Carvalho
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