El 13 de septiembre de 1994, por primera vez, es reconocido oficialmente el cargo de Intérprete de Lengua de Señas Argentina (LSA) en el ámbito educativo. Este hito se desarrolló en la Escuela de Comercio N°16 Gabriela Mistral, dependiente del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, donde funciona un proyecto de integración educativa.
En este mismo mes, la comunidad Sorda conmemora también a Rodolfo Molinero, quien se desempeñó como intérprete comunitario en distintas asociaciones de Sordos, con una marcada vocación de servicio hasta su fallecimiento, el 27 de septiembre 1975.
Cada 13 de septiembre en la Argentina se celebra el Día Nacional del Intérprete de Lenguas de Seña; por esto, desde la Dirección de Personas con Discapacidad se busca resaltar el rol fundamental que cumplen en la sociedad quienes ayudan a una mejor inclusión de las personas hipoacúsicas o sordas en la provincia.
La Lengua de Señas Argentina (LSA) es una lengua natural de la comunidad sorda de Argentina. Tiene la particularidad de que no es universal, ya que cada país posee su propio lenguaje y las personas con discapacidad auditiva la adquieren de forma natural, trasmitiéndose de generación en generación. En este último tiempo, a consecuencia de la pandemia, tuvieron que incorporar rápidamente nuevas palabras y conceptos como: pandemia, coronavirus, Covid, entre otras, que ayudan a informar y comunicar.
Para convertirse en intérprete hay que adquirir muchas aptitudes y conocimientos.
Para convertirse en intérprete hay que adquirir muchas aptitudes y conocimientos. Tal es el caso de Ana María Castro, quien ejerce desde hace 19 años como interprete de Lengua de Señas. Su vocación comenzó por curiosidad y con el correr del tiempo se transformó en una pasión y en el deseo constante de comunicarse con la comunidad sorda. Actualmente, Castro trabaja en la Dirección de Discapacidad como intérprete y administrativa. Además, interpreta conferencias, actos oficiales del Gobierno de la Provincia y del Ministerio de Desarrollo Humano y Promoción Social. Ya es común verla aparecer en un pequeño recuadro de la pantalla sanjuanina cuando se brindan los informes o conferencias del gobernador.
“Ser intérprete es generar un puente de comunicación. Todas las personas que quieran y deseen aprender lo pueden hacer al ser una lengua rica en conocimientos. Tiene su estructura, su gramática, ya que es una lengua viva y está en constante cambio”, expresó Ana María.
Desde la implementación obligatoria del uso de tapaboca o barbijo, la comunidad sorda se encontró con la enorme necesidad de ser incluida dentro de esta problemática que también la afectó, ya que las personas con este tipo de discapacidad se expresan no solo mediante señas sino también mediante gestos, modulación y con lectura labial.
Con la llegada del tapaboca inclusivo (transparente), se encontró una forma de paliar esta dificultad, porque la lengua de señas es visogestual. Ana María, además, agregó que “esta implementación es muy importante porque ellos se han sentido integrados, han logrado ser partícipes y les abrió puertas para poder decir “Pará, somos una comunidad pequeña pero también tenemos nuestros intereses, nuestra opinión y pensamiento, y eso les permitió además informarse y saber qué pasa en su entorno”.
El intérprete de lengua de señas es fundamental para una mayor inclusión.
Fuente: SI - Servicio Informativo del Gobierno de San Juan (Argentina)
Gracias por tan buena información.
ResponderEliminar