(Ndea'evei ha'ema jurua kuery pe reve amboparavy ha'ekuery oikuaa aguã rupi ña'ã rãêma ambopara)
No soy Lutero, ni Marx, en cambio mis inquietudes se parece más a la singular carta de Mayra Arena (una estudiante de Ciencia Política) con el título "El beneficio de ser pobre"; de ahí la parodia de mi título.
No soy más que un simple inquieto Mbya Guaraní pero sé que la injusticia no nos pertenece; sin embargo, no pretendo que mis dichos sean más que una excusa y opinión común que sale puramente del plano individual.
Espero no desestabilizar el cómodo equilibrio. Sin más preámbulos, dejo algunos de los que yo considero mi más preciados beneficios:
1)Mientras los descendientes europeos y los criollos se encuentran en una interminables incertidumbres sobre sus origenes por sus mezclas históricas, nuestro pueblo mantiene intacto nuestro origen como hace 13 millones de años (según la antropología) o desde el origen del mundo (según nuestro relato histórico cultural).
2)Nuestra lengua, único en su sentido y uso porque no es un simple dialecto con respecto a otros idiomas guaraníes. Con sus tres niveles de lenguajes: "ayvu rive'i"(una forma informal y cotidiano), "ayvu hete'i" (una forma formal) y "ayvu rei he'y" (similar a lo académico o espiritual) es capaz de entender otra lengua guaraní sin que la otra lo entienda en su totalidad.
3)Bilingüismo, casi el 100% de todos los Mbya Guaraní son capaces de hablar, interpretar, entender, "competir" (en buen sentido) el idioma castellano; contra menos de 1 % de la sociedad Blanca que entiendo pero no habla (o habla pero mal, habla pero solo palabras sueltas u oraciones cortas).
4)Propiedades comunitarias, en las comunidades Mbya Guaraní no existen propiedades privadas; por lo tanto, un Mbya nunca es totalmente extraño en ningunas comunidades. Además de libre acceso, tienen derechos y bienes a sus disposiciones en cualquier comunidad.
5)Clases sociales, para el pueblo Mbya no existen ricos ni pobres. No hay diferencia entre académicos o no académicos. Un Mbya siempre será un Mbya aunque vive como mendigo o viste camisa fina, lo cuál no preocupa a nadie ser el centro del mundo. La humildad se siente en el sentido de pertenencia y la unión se da a través del lenguaje.
Aguyjevete pãvê'îpe.
Anselmo Fernández - Comunidad Mbya Guaraní Pozo Azul - Misiones - Argentina.
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