Las mujeres mbya, de a
poco, también van ocupando espacios sociales desde los que pueden plantear
cambios.
La
comunidad mbya guaraní de Yacutinga, en el municipio de General Roca, está
emplazada en varias hectáreas desde hace 30 años. Es una de las tres
comunidades de Misiones cuyos integrantes eligieron mujeres para ocupar el
cacicazgo.
Ruperta Morínigo es la
líder de Yacutinga. Las otras son Eva Borja, la primera mujer mbya cacica en la
comunidad de Santiago de Liniers. Años después de ser la única en acceder a ese
liderazgo, predominio del varón en la Nación Mbya Guaraní, sucedió lo mismo con
Alicia Cabrera, de la comunidad El Chapá, ubicada en el municipio de Colonia
Alberdi, y finalmente con Ruperta, hija de Severo Morínigo, a quien reemplazó
en el cacicazgo.
Ruperta
Morínigo no cumplió aún los 40 años y es una mujer con una gran fortaleza, de
sonrisa generosa, que impone respeto entre los guaraníes de Yacutinga. Tiene un
compañero de origen criollo y cuatro hijos de los que está orgullosa: tres
varones y una mujer que estudian, los más grandes en la secundaria y la
chiquita en la primaria.
En Yacutinga habitan
unas quince familias que, si bien tienen agua potable y energía eléctrica,
reclaman que el Instituto Provincial de Desarrollo Habitacional (Iprodha) -que
ya realizó un relevamiento en el lugar- construya las casas que les permitirán
vivir más cómodamente, sin estar hacinados en unas pocas viviendas. “No estamos
mejor que antes, aunque tenemos huertas y gallinas, las artesanías se venden
poco, y nos cuesta tener que pagarle la luz a EMSA porque en la comunidad hay dos
medidores y todos los meses es un problema pagar la luz, que es muy cara”,
expresó.
Para
algunos sectores de la sociedad, esta es una cuestión que habría que revisar,
pues consideran que los pueblos originarios deberían estar exceptuados de pagar
la energía eléctrica en Misiones, teniendo en cuenta que es una de las más
caras del país.
La otra gran
preocupación de Ruperta es la falta de casas: “Las que tenemos son de madera y
están casi destruidas; además quedaron chicas a medida que la comunidad fue creciendo.
Hace un tiempo la gente del Iprodha vino a hacer un censo, pero hasta ahora no
tuvimos más novedades”, señaló.
Ruperta
es hija de Severo y Elena Villalba, la partera de Yacutinga, una mujer sabia
que habla poco en español, pero que a través de su hija -que traduce la lengua
mbya guaraní- puede explicar detalladamente cómo es un parto en la aldea.
Ella lo sabe por su
propia experiencia: tuvo quince hijos, uno de los cuales venía complicado y
prácticamente sola logró hacerlo nacer ayudándose con sus propias manos.
Además de cacica,
Ruperta y su hermano Silverio son promotores de salud del Ministerio de Salud
Pública.
Defensora
del medio ambiente
La
cacica es una defensora del medio ambiente y ante la pregunta sobre qué cosas
de su cultura fueron perdiendo en estos años de la tan mentada integración que
pregonan algunos blancos, no duda en la respuesta: “Fuimos perdiendo el monte,
que es parte de nuestra cultura porque nos permite cazar, tener árboles para
nuestras medicinas; la tierra, el agua de los arroyos. Pedimos al Gobierno de
la provincia que no tumbe más los árboles que quedan, ya no pedimos por
nosotros sino para los que vienen y los que quedarán para preservar nuestra
lengua, nuestra cultura, los hijos y los nietos nuestros”, reclama.
Ruperta sostuvo que
estar viviendo tan cerca de las rutas y de los yuruá (blancos) “hace que se
vayan perdiendo nuestra cultura, los alimentos. Ya no comemos más las comidas
afines a nuestras costumbres”. Sin embargo, rescata como positivo que todos en
la aldea están documentados, no hay patologías graves, las madres con niños
menores de 18 años cobran la Asignación Universal por Hijo (AUH) y los mayores
de 70 años -entre ellos sus padres- perciben la jubilación.
Yacutinga
tiene una escuela bilingüe primaria y secundaria que funciona en un lugar
pequeño donde asisten unos cien estudiantes, no sólo de ahí, también de El
Chapá y otras comunidades.
Pero en el corazón de
la aldea, el Ministerio de Educación está construyendo una gran escuela de
material cuya inauguración es esperada ansiosamente.
Fuente:
Primera Edición (Posadas) 11 de Noviembre de 2.014
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