Existe en la
provincia de Mendoza (Argentina) una laguna, que es como un engarce mágico en
las alturas de las montañas. Fue en tiempos antiquísimos el cráter de un
volcán, y por encantamiento su comba dorada por el fuego se convirtió en una
pequeña laguna que es prodigio de belleza. De ella se desprende como hilo de
plata un pequeño arroyuelo que bajando de la cumbre va a unirse al Salado después de recorrer un largo trecho entre peñascos
bravíos. Los indios la llamaban" Alhué pichitrequen lauquen" (pequeña
laguna. de Dios que se hiela).
El poético
encantamiento del paisaje hace que se justifique la leyenda que narran los
paisanos, y cohíbe al hombre buscar una explicación racional de aquel misterio.
"Elchá Chiamal Cané" (doncella
de la túnica verde) fue entregada como prenda de paz por su derrotado padre al
viejo cacique Calilué, quien la toma por esposa. La hermosa india acepta el
sacrificio por la ' ventura de su pueblo, y la concordia reina' entre las dos
tribus enemigas. Sucedió entonces que al morir un cacique amigo de Calilué le
encarga .cuide de su apuesto hijo, llamado Cantipán, y lo tenga por suyo.
Elchá y Cantipán se
enamoran desde el primer encuentro; por lealtad hacia su padre adoptivo, el
joven quiere huir de la que ama, pero Elchá no lo deja hasta que promete la
hará raptar y escaparán juntos.
Una noche, huyen los enamorados, y
Calilué, en su desesperación, recurre a su hermana, la cacica Ghulcán, quien
vanamente ha pretendido el amor de Cantipán. La despechada con el auxilio de la
bruja Quetrupillán, parte en persecución de los jóvenes. Guiada por la bruja
llegan a la. laguna, en una de cuyas grutas se habían refugiado Elchá y
Cantipán; para sorprenderlos, la perversa hermana de Calilué es transformada en
lechuza, que lleva en sus manos un ramo de lirios-rosas"
engualichados" por Quetrupillán.
Junto a la orilla los enamorados deslizan su vida; la lechuza se acerca y arroja sus flores en el regazo de Elchá, quien alborozada, las coloca sobre su pecho y corre a contemplarse en las tersas aguas. Pero en cuanto lo hace queda transformada en piedra. Lleno de asombro y horror, Cantipán trata de volverla a la vida besándola apasionadamente. Ante la inutilidad. de sus esfuerzos y enloquecido de dolor se arroja a la laguna.
Junto a la orilla los enamorados deslizan su vida; la lechuza se acerca y arroja sus flores en el regazo de Elchá, quien alborozada, las coloca sobre su pecho y corre a contemplarse en las tersas aguas. Pero en cuanto lo hace queda transformada en piedra. Lleno de asombro y horror, Cantipán trata de volverla a la vida besándola apasionadamente. Ante la inutilidad. de sus esfuerzos y enloquecido de dolor se arroja a la laguna.
La cacica Ghulcán recobra la forma humana
y suplica a la bruja salve al hermoso joven, de cuyo amor no puede
desprenderse; mas como la bruja tarda en encontrar .el sortilegio necesario, se
arroja a la laguna para tratar de rescatarlo. Preparado el ungüento mágico, la
bruja saca los cadáveres y los vuelve a la vida. Cantipán corre a abrazar la
petrificada figura de su amada; Ghulcán, loca de celos, se interpone 'y le
enrostra su deslealtad para con Calilué, y sollozando le pide perdón, pues la
culpable de todas sus desgracias es la bruja Quetrupillán. Esta, al verse
descubierta quiere huir; recoge el ramo de lirios-rosas y, sin desearlo, se
contempla en el agua: instantáneamente obra el sortilegio y desaparece en las
aguas con las flores engualichadas, "convertida en una roca negra". Cantipán,
estupefacto, comprende que en el ramo lirio está el encantamiento, y para
recuperado y, volver a la vida a Elchá se arroja de nuevo a la laguna. Ghulcán,
ante el fracaso, sigue al que amó inútilmente hacia el desconocido fondo del
cual nunca regresarán...
En las noches de luna se escucha la queja lastimera de los enamorados, mientras con sus ojuelos vivaces, una lechuza, donde refugióse el alma de la bruja, ronda, presa del encantamiento...
Y así corre entre los paisanos de la tierra de los huarpes esta tierna leyenda. Hay quienes refieren que la laguna en noches silenciosas emite en el cabrilleo de sus aguas, un lamento suave y profundo. Son las voces de Elchá y Cantipán que aun esperan alguien que los despierte del encantamiento…
En las noches de luna se escucha la queja lastimera de los enamorados, mientras con sus ojuelos vivaces, una lechuza, donde refugióse el alma de la bruja, ronda, presa del encantamiento...
Y así corre entre los paisanos de la tierra de los huarpes esta tierna leyenda. Hay quienes refieren que la laguna en noches silenciosas emite en el cabrilleo de sus aguas, un lamento suave y profundo. Son las voces de Elchá y Cantipán que aun esperan alguien que los despierte del encantamiento…
Fuente: Compartido por Carmen Alicia Robles
Sabía de la leyenda...pero nunca la había leído tan completa.
ResponderEliminarMuy lindo.
Conozco el lugar, está camino a Los Molles, soy de Mendoza, gracias mil x publicar tan bella leyenda y la foto. Abrazos!!!
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