Quino nació el 17 de julio de 1932 en Mendoza. Cuando murió su madre tenía 13 y ese mismo año decidió dejar los dibujos autodidactas para empezar a profesionalizarse, ingresando a la Escuela de Bellas Artes de Mendoza.
En 1954, luego de hacer el servicio militar obligatorio, se fue a Buenos Aires a convertir su sueño de ser dibujante. Su primera página de humor la publicó en el semanario Esto es. Luego siguió en medios como: Leoplán, TV Guía, Vea y Lea, Damas y Damitas, Usted, Panorama, Adán, Atlántida, Che, y el diario Democracia, entre otros.
También empezó a publicar con cierta regularidad en las históricas Rico Tipo, Tía Vicenta y Dr. Merengue. Fue entonces cuando llegó al dibujo publicitario y, al fin, su primer libro recopilatorio, “Mundo Quino”, en 1963.
El curioso origen de Mafalda
La historia de Mafalda, su tira más famosa y la que lo convirtió en un artista mundial, empezó con una campaña de publicidad encubierta para la empresa de electrodomésticos Mansfield.
Quino creó al personaje de Mafalda, pero la campaña finalmente no se hizo, entonces publicó la historia en Leoplán y luego en Primera Plana. Al poco tiempo salió en diversos países: un éxito que aún no conoció techo.
Cuando el filósofo italiano Umberto Eco leyó Mafalda quedó tan fascinado que se encargó especialmente del álbum que se editó en Italia en 1969 titulado “Mafalda la contestataria”. En el prólogo escribe que “no se trata solamente de un personaje de historieta más; es, sin duda, el personaje de los años ’70”.
“Si para definirla se utilizó el adjetivo ‘contestataria’, no es sólo para alinearla en la moda del anticonformismo. Mafalda es una verdadera heroína ‘rebelde’, que rechaza el mundo tal cual es”, agregó Eco en ese texto.
Mafalda fue y es un personaje que revela el ADN progresista de cierta clase media argentina pero también que explica muy bien el contradictorio funcionamiento del mundo.
Además de los álbumes de Mafalda, Quino publicó una veintena de libros. “Quinoterapia”, “Sí, cariño”, “¡Qué mala es la gente!”, “¡Cuánta bondad!”, “¡Qué presente impresentable!”, “¿Quién anda ahí?” o “Simplemente Quino” son apenas algunos.
Esa enorme trayectoria le ha dado distinciones muy importantes como el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades que obtuvo en 2014 en España o la Orden Oficial de la Legión de Honor del Gobierno francés.
Tras su muerte, artistas, intelectuales, celebridades y lectores de todo el mundo se hicieron eco de la triste noticia. Todos destacaron lo mismo: cuánto habían sido influenciados por su agudo arte humorístico.
“Nunca aprendí a dibujarla”
Quino dibujó a su personaje estrella durante nueve años, entre 1964 y 1973. “Pero nunca terminé de aprender a dibujarla; tenía que calcarla”, contó hace algunos años.
Después de Mafalda, Quino nunca volvió a tener un personaje fijo de historieta. “Lo dibujé nueve años y sigue vigente. Qué plomo, ¿no?”, se preguntó él mismo en la apertura de la 40° Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, en 2014.
Fuente: Primera Edición - Posadas
https://www.primeraedicion.com.ar/nota/100503881/el-dia-que-mafalda-quedo-huerfana/
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