“En tiempos de pandemia continua la ceremonia a la madre tierra”.
Agosto es el mes de la Pachamama a lo largo de Latinoamérica, hoy denominada ‘ABYA YALA’ por los Pueblos Originarios, las comunidades realizan la ceremonia ancestral a los planos de la tierra.
A partir del 1ro de Agosto se celebra en el mundo andino, y en muchas otras comunidades y ámbitos urbanos el tiempo de la Pachamama. Es importante saber que se inicia el primero de Agosto, pero la ceremonia se realiza durante todo el mes hasta el 31 con su cierre, porque se dice la boca de la tierra está abierta, las energías están abiertas y hay que caminar con cuidado. El culto a la Madre Tierra es uno de los más extendidos en las culturas tradicionales de todo el mundo.
En Sudamérica por solo mencionar algunos casos, es la Mapu entre los mapuches, Tehuelches, Thaka Honat para los wichi o Ywy Rupa para -guaraníes, en Colombia es Pirø Usri para los Misaky Hichawaïá para nuestros hermanos Myska. Mientras que en tierra Mexika, denominan madre Tonantzin-koatlikuey Gea o Gaia de los griegos, la madre tierra es honrada en todos los pueblos en sus lenguas y en su tiempo femenino.
Para los pueblos andinos es Pachamama. El término Pacha en quechua y aymara significa: “tiempo/ lugar/tiempo/espacio/universo” con lo cual el sentido es más amplio y complejo, abarca la totalidad del tiempo y del espacio universal. Ella es la gran Madre, deidad femenina originaria de la Tierra, que controla las potencias de la naturaleza, el viento, el fuego, las lluvias, el crecimiento de las plantas y alimentos, la que regula las estaciones de acuerdo a las energías del tiempo y estaciones de cada territorio.
Conocer su historia: La Pachamama en las crónicas del Incario y en las extirpaciones de idolatrías.
En los textos de las Crónicas las primeras crónicas podemos ver la antigüedad de estas ceremonias que aún perduran. Después del Viracocha (a quién tenían por señor supremo de todo y adoraban con suma honra) adoraban también, al sol y a las estrellas y al trueno y a la tierra que llamaban Pachamama y otras cosas diferentes” Odegardo (1571, Pág. 265).
“Era cosa común entre los indios adorar a la tierra fértil y a la tierra que llaman pachamama y máncpacha derramando chicha en ella y coca y otras cosas para que le haga bien” Murúa(1590).
Ya a partir de mediados del siglo XVI, y bajo el impulso intelectual del régimen del Virrey Francisco de Toledo, aparecen numerosas crónicas de la mano de personalidades del mundo religioso y laico, que se muestran sinceramente interesadas en indagar la cultura material y espiritual de los pueblos andinos, aunque algunas también ostentan el propósito de destruir las creencias y los rituales autóctonos aún subsistentes. De hecho, tras la convocación del primer Concilio Limense (1551), miembros de diversas Órdenes religiosas son enviados como visitadores y extirpadores de idolatrías hasta las más remotas comunidades de la sierra andina, a fin de «rastrear el sustrato espiritual de creencias, ritos y fábulas indígenas» (Porras Barrenechea1986:34),y decretar el triunfo del Evangelio y de las enseñanzas católicas. En este clima destaca el hecho de que la mayoría de los cronistas de la época dispensen sugestivos detalles sobre la veneración tributada a la Tierra, tanto en su condición de «madre» como en relación a las terminologías reverenciales, a los sacrificios y ofrendas ceremoniales, y a los antiguos adoratorios dedicados a la misma.
La ceremonia Pachamama estaba incluida entre las deidades oficiales del panteón incaico, siendo destinataria de un culto estatal y por tanto públicamente notorio. Sea lo que fuere, su culto termina siendo generalmente ignorado por los cronistas hasta la primera mitad del siglo XVI, pues, antes de que se hagan una precisa idea de lo que éste realmente supone, son especialmente los soldados españoles de la Conquista (Sancho de la Hoz, 1534).
Por su parte Duviols afirmaba: “las festividades incaicas no desaparecen de forma repentina tras la llegada de los españoles; por el contrario, éstos se muestran inicialmente muy tolerantes, e incluso llegan a presenciar las opulentas celebraciones de los incas (Duviols, 1977). León hace hincapié varias veces en la numinosidad que los pueblos andinos infundían a los componentes de este medio natural eminentemente telúrico: así, en el capítulo XXXVIII de su Crónica del Perú, escribe que los pueblos andinos: “adoraban en árboles y piedras, como los gentiles”, información que amplía en El Señorío de los Incas, “adoraban en árboles, piedras, sierras y en otras cosas que ellos imaginaban” (Cieza de León 1985 [1553] Pág. 32).
Tras la convocación del primer Concilio Limense (1551) miembros de diversas órdenes religiosas son enviados como visitadores y extirpadores de idolatrías hasta las más remotas comunidades de la sierra andina a fin de rastrear el sustento espiritual de creencias ritos y fábulas indígenas. (Porras Barrenechea1986. Pág. 34) y decretar el triunfo del Evangelio y las enseñanzas católicas. El Concilio Limense de 1551 suprimirá las manifestaciones espectaculares, éstas revivirán en los apuntes de cuantos hayan podido admirarlas o tener noticia de ellas, junto con disertaciones sobre la manifestación de una religiosidad más alejada de las fastuosidades de los centros de poder imperial, y dedicada a la veneración local de una multitud de númenes del mundo agro-natural, entre los cuales figura la Tierra conocida como Pachamama. Esta ceremonia milenaria por más que la quisieron borrar no se pudo, ya que aún hoy las Comunidades siguen realizando sus ceremonias y cada vez son más persona que la realiza.
Hoy en el 2021 en tiempos de Pandemia se reafirma esta Ceremonia Milenaria.
¿Quién es Pachamama?
Pachamama es energía superior que organiza armoniza y amalgama la ubicación y función cosmogónica psíquica individual y colectivamente de los habitantes de la naturaleza y el cosmos.
En la cultura quechua por respeto acendrado a la necesaria e imprescindible relación de complementariedad dual con el padre Sol, simbólicamente, la naturaleza es considerada Madre, y ambos nos proveen energías y alimentos, Esenciales para la continuidad y la prolongación de la vida. Sin luz solar, la tierra no produciría absolutamente nada; sin la Tierra, el sol no sería útil para los habitantes del globo terráqueo. Durante el desarrollo de la ceremonia de vinculación y profundo respeto a la Pachamama en el sentimiento y acción del hombre andino quechua y aymara es un momento oportuno de lectura e interpretación y comprensión del lenguaje de la naturaleza para adaptarnos a los resultados de sus efectos en nuestra convivencia cotidiana. No es una anciana pobre con polleras y ojotas de piel renegrida y trenzas blanquecinas mi dama elegante. Si fuera anciana su capacidad de fertilidad y reproducción hubieran culminado sus funciones.
¿Cuándo llama la gente a Pachamama?
Antes de iniciar un viaje largo el hombre o la mujer andina invoca la compañía de Pachamama, anuncia su presencia y comunica que realizará la siembra y la cosecha, antes de desarrollar ceremonias colectivas mínimo entre dos personas mayores de equilibrio y armonía medicinal o vinculación espiritual.
En la ceremonia mentalmente y con seguridad de concreción sólo reiteramos dos compromisos conscientes:
a-Me comprometo a cuidarme a mí mismo, y los que están a mi alrededor.
b-Me comprometo a respetarte y protegerte pachamama como a mi madre biológica.
¿Cómo trata la gente a la Tierra?
Los pueblos originarios respetamos a la madre Sierra sabemos que somos parte y dependemos de ella. Nuestra subsistencia vital está sujeto al consumo de los productos frutos energías oxígeno y otros elementos que nos brinda.
¿Cómo considera el hombre andino a la naturaleza?
La naturaleza es un ser vivo para los hombres de la tierra o los hijos e hijas de la tierra es considerada madre bondadosa que nos alimenta y da frutos, después de la puesta y antes de la salida del Sol, ‘no se rotura la tierra, ni se recolectan los frutos de las plantas, porque está descansando la pachamama dicen los abuelos’.
¿Cuándo y cómo se organiza la ceremonia a Pachamama?
Según algunas regiones puede cambiar, en el norte argentino se desarrolla en cuarto creciente de la luna del mes de agosto en esa fase ocurre la renovación de la energía de la naturaleza. La ceremonia familiar se realiza a la medianoche en cada hogar, se informa a los que realizarán las ceremonias ‘cómo prepararse’, y se ubica los frutos, la semillas, y las ofrendas que llegan, se colocan ordenadamente: como dos maíz, dos papás, dos manzanas, dos flores, posados o blancos o rojos, también le damos de comer maní y semillas, decorando toda la boca de la madre tierra. ‘Todo lo que damos a la tierra’: tiene que estar sin ingredientes químicos, en un canterito ponemos el agua y en otro chicha o algún jugo natural. Elegimos cada dos hojas de coca o cuatro siempre partiendo en la paridad para equilibrar las energías nos colocamos frente al corazón de la tierra donde se abrió la boca y damos las primeras hojas de Coca Agradeciendo a los apus, y a las achachilas espíritus de la montaña, espíritus de los perros Guardianes de la Tierra, también le ponemos un cigarro para que las energías fluyan hacia el hanan pacha al espacio de arriba y lleven nuestros mensajes a todos los espacios.
Al finalizar la ceremonia los participantes en silencio y sin mirar atrás nos retiramos del lugar o nos quedamos concentrados dentro del círculo.
En las últimas décadas, el culto a Pachamama se ha intensificado a partir de la presencia más fuerte de los pueblos indígenas; de la reemergencia de lo femenino a nivel planetario y del auge de la protección y cuidado del ambiente, incluso en los ámbitos urbanos en donde las ceremonias se multiplican año tras año yen las cuales se pide para "que el hombre no siga contaminando los ríos, el aire, el suelo y para que no se siga quitando la vida a otros seres humanos y animales".
Como dicen los abuelos estamos en tiempo de Pachakuti, tiempo de volver a nuestro eje, y lo haremos haciendo las ceremonias que es una conexión con uno mismo y el despertar de su willkamuju, semilla sagrada que cada uno trae.
Por AmaliaVargas Pukio Sonqo
Agradezco la colaboración de la abuela Killa Sonqo
Fuente: El Orejiverde - 4 de Agosto de 2021.
Bibliografía:
Cieza De León, Pedro (1985) “El Señorío de los Incas“[1553].Lima: Instituto de Estudios Peruanos.
Duviols, Pierre (1967) “Un inédito de Cristóbal de Albórnoz. La instrucción para descubrir todas las guacas del Pirú y sus Camayos y Haziendas”. Journal de la Sociétédes Américanistes26 (1): 7-39.
Ondegardo, Juan Polo de (1985), “Los errores y supersticiones de los Indios sacadas del tratado y averiguación que hizo el Licenciado Polo” [1571], en Doctrina Cristiana y catecismo para instrucción de los indios, y de las otras personas, que han de ser enseñadas en nuestra santa Fé, Luis Pereña, ed., pp.265-283. Madrid: Consejo Superior de Investigaciones Científicas.
Porras Barrenechea, Raúl (1986), “Los cronistas del Perú, 1528-1650 y otros ensayos”.Lima: Bancote Crédito del Perú.
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