Un equipo internacional analizó las
piezas dentales encontradas en una cueva en la isla de Eleuthera (Bahamas) para
secuenciar el primer genoma humano completo del Caribe. Los dientes de una
mujer de la etnia Taínos, que datan de hace más de 1.000 años, fueron la pista.
Hombres del pueblo arhuaco,
de la familia arahuaca, al igual que los taínos Wikimedia Commons
La colonización asociada al desembarco
de Colón en territorios del Caribe derivó en un gran conflicto de
civilizaciones. El grupo indígena mayoritario estaba representado por los
Taínos, que habitaban las islas que hoy abarcan Bahamas, Antillas Mayores (Cuba,
Jamaica, República Dominicana, Haití y Puerto Rico) y el norte de las Antillas
Menores.
A pesar de que fueron pueblos totalmente
extinguidos, arqueólogos, linguistas y genetistas guardan la esperanza de
identificar la génesis de estas poblaciones.
Científicos consiguieron secuenciar el
genoma completo de los indígenas Caribe gracias a varios dientes hallados en la
isla de Eleuthera (Bahamas), realizado con métodos de radiocarbono
14, que pertenecían a una mujer de la etnia de los Taínos que vivió entre
los siglos VIII y X, quinientos años antes de la llegada del descubridor. El
hallazgo fue publicado en la
revista Proceedings of the National
Academy of Sciences (PNAS).
“Sin duda es un nuevo hito científico en
el ámbito del ADN antiguo, posible gracias a las nuevas herramientas
tecnológicas en el ámbito de la genómica a gran escala y a los nuevos
avances computacionales”, declara el profesor de la Universidad de
Santiago de Compostela, Antonio Salas Ellacuriaga, que hizo parte del
equipo que estudió las piezas dentales.
Las poblaciones nativas fueron
desapareciendo en un corto espacio de tiempo, asimiladas cultural y
biológicamente. Sin embargo, su ADN aún pervive en la actualidad en Puerto
Rico. “Entre el 10 y el 15% del ADN de sus habitantes actuales es nativo
americano y el resto un mosaico de origen europeo y africano”, explica
Salas Ellacuriaga y añade: “extraer ADN de restos óseos tan mal
conservados es tremendamente complejo. Sin las nuevas tecnologías de
secuenciación masiva habría sido imposible obtener resultados de este tipo de
restos arqueológicos”.
Una
historia escrita en su ADN
En el genoma obtenido se observan
señales que indican una reducción poblacional extrema muy ancestral,
coincidiendo con la llegada de los primeros pobladores del continente americano
a través del estrecho de Bering. “El estudio no evidencia la existencia de una
fuerte endogamia o signos de aislamiento en el genoma de la mujer taína, por lo
que los datos apuntan a que el tamaño efectivo de esta comunidad era razonablemente
grande, superior a los 1.600 individuos reproductores”, explica el genetista.
Este tamaño es incluso superior al de
algunas poblaciones que habitan hoy en día el continente americano como los
Karitiana y los Surui, en Brasil. Este hecho es muy llamativo, si tenemos en
cuenta que la isla de Eleuthera tiene una extensión de tan solo 518 kilómetros
cuadrados y resulta difícil imaginar como una comunidad tan grande podía
convivir en un espacio tan reducido.
La respuesta podría estar “en la gran
movilidad de estas comunidades y la existencia de redes más allá de sus
localidades de nacimiento y residencia”, apunta Salas Ellacuriaga. Estas
redes podrían favorecer el intercambio de conocimiento, pero también de genes y
además serían compatibles con los hallazgos arqueológicos existentes.
Por último, el genoma de la mujer
identificada es semejante al de las poblaciones del sur de América, poblaciones
que hablan las lenguas conocidas como arahuacas (o Arawakan), y que habitan en
la Sierra Nevada de Santa Marta. Como destaca el propio genetista, “resulta
interesante recordar que de estas lenguas hemos heredado vocablos como
boniato, cacique, caníbal, maíz o tiburón, entre otros”.
“Siempre resulta excitante dar un paso
más en el conocimiento de la historia de las poblaciones humanas. En este caso
es como si el ADN hubiera querido recordarnos que aún tenemos muchas deudas
pendientes con todos estos pueblos”, concluye Salas Ellacuriaga.
Fuente
Agencia SINC
Desde El Espectador - 20 de Febrero de 2.018
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