La construcción de
la presa de São Luiz do Tapajós se ha paralizado después de que
un organismo estatal reconociera que el proyecto vulnera el territorio donde
vive la tribu Munduruku.
Los planes de construir una
gran presa hidroeléctrica en el Amazonas se han interrumpido después de que el
Instituto Brasileño de Medio Ambiente (Ibama) suspendiera la concesión de licencias
por el impacto que podría tener sobre las comunidades indígenas en la zona.
Un indígena munduruku junto a un policía durante la ocupación de la central eléctrica de Belo Monte, que comenzó a funcionar la semana pasada. EFE |
La presa de 8.000
megavatios de São Luiz Do Tapajós es uno de las piezas clave en el
proyecto gubernamental de expandir la generación eléctrica en el Amazonas.
Sería la segunda más grande del país, después de la controvertida central
eléctrica de Belo Monte, que finalmente comenzó a operar la semana
pasada.
Pero en una carta enviada
esta semana a las autoridades de Electrobrás, la empresa estatal de energía, y
a la Funai, la agencia de asuntos indígenas, Marilene Ramos, presidente de
Ibama, destacó la "inviabilidad del proyecto debido al factor
indígena".
Cerca de 10.000 personas de
la tribu Munduruku viven alrededor del río Tapajós. La presa causaría la
inundación de gran parte de la zona, lo que provocaría el traslado obligatorio
de, por lo menos, algunas de las comunidades indígenas, una medida que está
estrictamente prohibida por la Constitución de Brasil, excepto en casos de
epidemia o de guerra.
Un informe clave y una ley
que retrocede
Según el director del
programa Amazonas de la ONG International Rivers, Brent Millikan, "la
publicación de este informe es de gran importancia": "Esto significa
un palo en la rueda del proceso de concesión de licencias. Demuestra que hay un
derecho constitucional que se debe respetar". De acuerdo con Ramos,
el futuro de la concesión depende ahora de un "informe final" de la
Funai. Si la agencia de asuntos indígenas confirma el estado de las tierras,
los activistas piensan que será muy difícil que el Gobierno trate de burlar la
Constitución".
Concienciando sobre la necesidad de la no construcción de represas |
"La Constitución de
Brasil es bastante progresista cuando se trata de reconocer a los pueblos
indígenas y sus derechos", explica Millikan. "Solo en
circunstancias extraordinarias se podría explotar los recursos de sus tierras y
tan solo mediante la aprobación del Congreso".
Por ahora el obstáculo
mayor para avanzar con el desarrollo de la cuenca del Amazonas es económico.
Tras años de demandas que amedrentaron a la presa de Belo Monte, las empresas
de construcción y energéticas no las tienen todas consigo para ponerse a
arriesgar grandes cantidades en los estudios de impacto ambiental de proyectos
que podrían no ver la luz, en especial en medio de una crisis económica.
Según Márcio Santilli,
socio fundador de la ONG Instituto Socioambiental (ISA), "estas presas se
planificaron cuando el Gobierno esperaba un incremento en la demanda energética
del 4% anual en relación con el crecimiento": "Pero en 2015, el PIB
se contrajo un 3,8% y las proyecciones para 2016 indicaban una caída
similar".
Danza Munduruku a lo largo del Río Tapajós en Noviembre 2.015 durante la "Caravana de la Resistencia" |
Aunque la recesión haya
obligado a hacer una pausa en el desarrollo de la región, la crisis política
brasileña, que todo parece indicar terminará con la destitución de Dilma
Rousseff el próximo mes, podría cambiar esa dinámica. Como
recuerda Santilili, se trata de "un momento de gran
inestabilidad": "Posiblemente, la elección de un nuevo presidente de
Ibama podría revertir la decisión de suspender las concesiones".
A principios de
la semana pasada, Eduardo Braga, ministro de Minas y Energía de Brasil,
renunció a su cargo. Es probable que no se le busque un reemplazante hasta
después de que el Senado vote, a mediados de mayo, si decide o no realizar el
juicio político a la presidente Rousseff.
Caciques y Guerreros Mundurukus protestando en la Cámara de Diputados en Brasil el 10 de Diciembre de 2.013. Fotografía: Luís Macedo / Acervo / Cámara de Diputados Brasil |
Además de esta
incertidumbre, el Senado está tratando ahora una ley estratégica de desarrollo,
conocida como PLS 654/2015, que podría acelerar de forma significativa el
proceso de concesión de licencias: reduce la protección ambiental consagrada en
la Constitución de Brasil y elimina las consultas públicas como requisito
imprescindible en temas medioambientales.
Fuente: The Guardian (Bruce
Douglas)
Traducción de Francisco de
Zárate para eldiario.es
25 de Abril de 2.016
Lider Munduruku caminando a lo largo del Río Tapajós , Fotografía: Lunae Parracho (Greenpeace) |
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