El Día Internacional de la
Biodiversidad, un concepto que engloba tres niveles: las especies, sus
diferentes poblaciones (componente genético) y los ambientes donde éstas viven
(componente ecosistémico). La finalidad de este día reside en trabajar por
urgentes acciones que permitan asegurar la preservación de los sistemas
ecológicas y las especies que albergan.
La demanda de acciones drásticas se
explica por el creciente ritmo de desaparición de áreas naturales y extinción
de especies silvestres. Las información actual demuestra que en los últimos
cuatro siglos han desaparecido 58 especies de mamíferos y 115 de aves. En el
resto de grupos animales y entre las plantas la información es mucho más
fragmentaria, y en especial en animales poco conocidos, como los insectos, se
deben haber producido muchas extinciones que han pasado desapercibidas para los
científicos. Ese ritmo de desaparición es vertiginoso. En efecto, bajo
condiciones naturales el promedio de extinción era de una especie de mamíferos
cada 400 años y de una especie de aves cada 200 años. Las actividades humanas
han acelerado ese proceso, en particular por la destrucción de los hábitats de
las especies, la introducción de contaminantes de diverso tipo, y la
proliferación de especies invasoras.
El World Watch Institute recuerda que
las especies inventariadas alcanzan la cifra de 1.750.000, pero algunos autores
señalan que probablemente superen los 111 millones de especies, aunque la cifra
media hoy se estima en 13.620.000 especies, según la biblia de la
biodiversidad, el Global Biodiversity Assessment, informe de 1.140 páginas
publicado en inglés por el PNUMA en 1995. Pero lo único seguro es que nadie
sabe cuántas especies existen.
Entre las especies ya descritas hay
270.000 plantas, 4.300 mamíferos, 9.700 aves, 6.300 reptiles, 4.200 anfibios,
19.000 peces, 72.000 hongos (se cree que el número de especies debe superar el
1,5 millones), 1.085.000 artrópodos (950.000 insectos descritos, aunque el
número de especies debe ser superior a 8 millones), 5.000 virus y otras 4.000
bacterias (una ínfima parte de los más de 400.000 virus y 1 millón de bacterias
que se cree que existen). Los bosques tropicales, que sólo cubren el 7 por
ciento de las tierras emergidas, albergan entre el 50% y el 90% del total de
las especies.
Todas estas especies requieren de
hábitats específicos para desarrollar sus procesos vitales. Es esencial la presencia de otros seres vivos,
así como del soporte físico (como el suelo y el agua), que sustentan la vida.
Son precisamente todos estos componentes los que se engloban bajo el concepto
de biodiversidad, y para los cuales se debe asegurar su permanencia.
Principales problemas
La protección de la diversidad
biológica enfrenta varios problemas. Una buena ilustración de la compleja
situación que se vive, lo refleja el listado de los principales problemas
ambientales globales que ha dado a conocer Greenpeace en ocasión del Día
Internacional de la Biodiversidad. Entre ello destacó
Cambio Climático, que requiere reducir
rápidamente las emisiones de los gases que producen el calentamiento de la
atmósfera.
Las desigualdades Norte-Sur, donde
la actual depredación de los recursos naturales de los países del sur por parte
de los países industrializados (minerales, energéticos, madera, pesca, recursos
genéticos) se ahondará el desequilibrio aún mayor entre norte y sur, que ya es
causa de graves problemas de pobreza y subdesarrollo. El empobrecimiento del
sur seguirá produciendo movimientos migratorios en busca de recursos, empleo y
derechos humanos básicos.
La deforestación, como causa y efecto
de otros problemas sociales y ambientales, las masas forestales del planeta
desaparecen a razón de 1 hectárea cada 4 segundos,, donde prácticamente 3 de
cada 4 hectáreas deforestadas corresponden a bosques primarios, hasta hoy intactos,
donde la biodiversidad es de las más altas del planeta.
El incremento de productos tóxicos persistentes
y bioacumulables (según Greenpeace, los procesos industriales han puesto en
poco tiempo más de 10.000 sustancias tóxicas y peligrosas en circulación, desde
los residuos radiactivos a los derivados organoclorados como las dioxinas)
producirán una merma de la calidad de vida de la raza humana y del resto de los
seres vivos.
La escasez del agua que sufre una
gran parte de la población mundial, o la contaminación de este recurso.
La Convención de la Diversidad
Biológica
El marco internacional de referencia
es el Convenio sobre la Diversidad Biológica, firmado en la Eco 92 de Rio de
Janeiro. Casi todos los países Latinoamericanos han ratificado el convenio, pero
éste aún padece de una insuficiente aplicación y permanece rodeado de
polémicas, en especial debido a que los EE UU se ha negado a subscribirlo. Las
finalidades del convenio obligan a los estados parte a confeccionar y aplicar
estrategias de conservación de su biodiversidad. En muchas naciones se han
confeccionado estrategias nacionales de biodiversidad, se mantienen sistemas de
áreas protegidas, y se cuenta con regulaciones para controlar los
contaminantes. Sin embargo, se sufren problemas en la aplicación y
fiscalización de esas normas.
A todo esto se deben sumar los nuevos
temas que se viene discutiendo al amparo de la Convención de Biodiversidad,
como los controles ambientales sobre los productos genéticamente modificados o
el patentamiento de los recursos genéticos.
Fuentes:
Ambiental.net
Consejo Interamericano sobre Espiritualidad Indígena
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