Volvemos a decir
Tupã Ru Ete, Tupã Chy Ete, los primeros.
Por ser efectivamente así es que,
cada vez que yace recalentada
la morada terrenal en toda su extensión,
sois vosotros quienes volvéis a enviar a los dirigentes de vuestros hijos
y refrescáis vuestra morada terrenal.
Aunque las generaciones de los que llevan vuestra insignia de la masculinidad
y las que llevan vuestro emblema de la feminidad
están predestinadas a ser acosadas por todo lo maligno
no obstante vosotros reunís innumerables restituidores de la palabra
y así hacéis escuchar vuestras voces
hacéis escuchar vuestros gritos
y aún hallándonos en los umbrales de la muerte
nos volvéis a levantar.
Por ser así es que os suplicamos
infundirnos repetidamente valor.
*Extracto de plegaria a las divinidades, padres y madres de la palabra-alma. Estrofas dirigidas a Tupã Ru Ete y Tupã Chy Ete, dueños de las aguas, lluvias, truenos, relámpagos y vientos fuertes. En: L. Cadogan, Ayvu Rapyta.
Compartido por Gloria Scappini
No hay comentarios:
Publicar un comentario