Obra creada por Miguel Hachen, creador del Arte Neoguaraní.
Originada por los Guaraníes, se fue transmitiendo la leyenda de Caá -Yarí a través de los años y las distancias. Por ello existen múltiples versiones de esta maravillosa historia que explica el origen de la Yerba Mate y sintetiza nuestra idiosincrasia. Todas las versiones, a pesar de sus diferencias, tienen como rasgo en común la idea de un aborigen entrado en años que vivía en medio de la selva, aislado del resto, con su mujer y su hija Yarí, a quien amaba y quería de sobre manera. Una noche es visitado por dos dioses, Yasí y Araí, que habían adoptado temporalmente forma humana. El anciano, sin saber quiénes eran en realidad, las recibió con amabilidad, a pesar de haber elegido estar en la soledad de la selva. Charlaron, presentó a su familia y puso sobre la mesa la única comida que tenía, para que todos compartieran la cena.
Al otro día, estos celestiales visitantes se retiraron y sorprendidos por la amabilidad y sacrificio del anciano, que ofreció todo lo que tenía para que sus huéspedes ocasionales se sintieran a gusto, decidieron gratificarlo con un regalo. Decidieron hacer brotar su reconocimiento: en medio de la noche, mientras que la familia descansaba, los dioses aprovecharon para sorprenderlos sembrando una nueva especie de árboles menudos y desconocidos, que gracias a su magia durante la noche crecieron. A la mañana siguiente cuando la familia se despierta ve que frente a su choza yacía una plantación de árboles que no conocían, en medio del asombro de esta familia, se aparecen los dioses contándoles que solo querían agradecer su gran bondad. “Los pequeños árboles que ustedes ven es la yerba mate, que constituirá para ustedes y para las futuras generaciones de esta región el símbolo de amistad y de amor. Y su hija, por su inocencia y bondad, será consagrada como la diosa protectora de la Yerba Mate, Caa Yarí”.
Miguel,te apreciaría me contactaras yo hago mi obra con base en las raíces meshikas y chichimecas pero ajeno a la parte folklórica o de explotación del glorioso pasado y el paupérrimo presente indígena. Yo mismo soy indio y lo que busco es recobrar la verdadera y seria Mágia casi extinta de nuestros abuelos. me gustará mucho saber de ti Hermano.
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