Si tú fueras una semilla... ¿Te animarias a experimentar la deliciosa aventura de integrarte al proceso de la vida?
Y confiar en que hay una fuerza mayor que no puedes ver pero que te acompaña siempre.
Saber que puedes crecer libre, con los pies bien arraigados a la tierra, permitiendo que el aire te acaricie.
Y florecer, dejando que toda tu belleza se manifieste, para ti y para los demás, sin temor, con amor, con gratitud y generosidad.
Te cuento un secreto:
Tú...
Eres la semilla.
Eres la flor.
Que el agua te nutra y te sane,
Giselle Guerra
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