Un espacio destinado a fomentar la investigación, la valoración, el conocimiento y la difusión de la cultura e historia de la milenaria Nación Guaraní y de los Pueblos Originarios.

Nuestras culturas originarias guardan una gran sabiduría. Ellos saben del vivir en armonía con la naturaleza y han aprendido a conocer sus secretos y utilizarlos en beneficio de todos. Algunos los ven como si fueran pasado sin comprender que sin ellos es imposible el futuro.

miércoles, 21 de junio de 2017

Se multiplican las celebraciones por el Año Nuevo Indígena






En toda Sudamérica trascienden las fronteras de las comunidades y llegan a los ámbitos urbanos en ceremonias ecuménicas que suman a cada vez más personas de distintos orígenes.

A partir de hoy, 21 de Junio y al menos hasta el día 24 se conmemora en centenares de comunidades originarias del Hemisferio Sur de América un Nuevo Ciclo Anual coincidente con el Solsticio de Invierno.

Quechuas y mapuches

La base de esta celebración la encontramos en el Intiq Raymin (Intiq, Sol; Raymin, la Fiesta) del mundo andino, centrada el momento en que los ciclos de la naturaleza y del cosmos recargaban su energía, para reiniciar renovados, el Nuevo Tiempo.

Asentados en el hemisferio sur del planeta, los incas celebraron con esta gran fiesta el momento en que el Tayta Inti, el Padre Sol iniciaba su marcha hacia el Sur para calentar esta parte del mundo, entre el 21 y el 24 de junio. La ciencia conoce a este fenómeno como el solsticio (Sol quieto) de invierno, la noche más larga del año.

Desde entonces todos los pueblos andinos tributan respeto y reconocimiento al Sol como principal fuente de la vida, celebrando al mismo tiempo el comienzo de un nuevo año (Musoq Wata), coincidente con el solsticio. Según su calendario, estos pueblos atraviesan hoy el año 5525, cronología que se origina en el centro sagrado de Tiwanaku y con cada milenio que corresponde a un Sol. A partir de la llegada de los conquistadores españoles transcurre el Quinto Sol, o sea, los últimos quinientos veinticinco años.

Esta conmemoración del Año Nuevo se extiende a otros pueblos como el mapuche, para el cual el calendario gregoriano no alcanza a determinar con exactitud el momento preciso del cambio de ciclo que si sus Mayores indicaron: el Wiñoy Xipantv (en mapudungun “nueva salida del Sol y la Luna”), momento en que las señales de la naturaleza indican que el Ciclo de la Vida se renueva.

“Como organización, hemos tomado el día 24 de Junio, para anteponerlo al santoral impuesto sobre esa fecha. Lo hemos declarado Día Nacional Mapuche e invitamos a la sociedad criolla a reivindicarlo como una celebración de la naturaleza que convoca a mapuce y no mapuce” afirman desde la Confederación Mapuche del Neuquén.

Guaraníes y günün ä küna

La celebración del 21 al 24 de junio se ha difundido muchísimo entre los pueblos indígenas de la Argentina, de manera tal que pueblos trashumantes y cazadores recolectores también la han tomado aunque poco tengan que ver con su cosmovisión y su caminar al lado de la Naturaleza.

Otros pueblos en cambio han comenzado a celebrar otro ciclo vital distinto a los quechuas y mapuches. Así, los horticultores, cazadores y pescadores guaraníes celebran el Año Nuevo (Ara Pyau) en la Primavera que es cuando florecen los lapachos, mientras que los cazadores günün ä küna festejan durante la misma estación, cuando nacen los primeros chulengos (crías de los guanacos), entre septiembre y noviembre en Pampa y Patagonia.

Podríamos sumar a estos pueblos muchos otros de la zona selvática que sabemos celebran la Primavera con ritos, danzas y canciones pero que todavía dicha conmemoración no ha tomado el suficiente cuerpo ni difusión.

El Año Nuevo en los ámbitos urbanos

Lo cierto es que desde hace ya varios años, tanto el Intiq Raymin como el Wiñoy Xipantv han atravesado las fronteras étnico-culturales y han llegado también a las ciudades, en celebraciones ecuménicas que reúnen a gentes provenientes de distintos sectores sociales, edades e identidades étnicas.

Así, las cada vez más numerosas ceremonias parecen alumbrar este momento de cambio -el Pachakuti del cual hablan los andinos- y de transformación interior por el que cada vez más personas, como parece indicar el signo de los tiempos, ya estamos atravesando.

En gran cantidad de centros urbanos a lo largo y ancho de la Argentina, se celebra el Año Nuevo Indígena, teniendo en cuenta además que actualmente, la mitad de la población indígena del continente vive en las ciudades.

“De allí” –agregan los paisanos mapuche- “que planteamos que sea un feriado general, para que cada familia de este lugar del hemisferio sur podamos celebrarlo y no sea una fiesta excluyente de la gran población criolla. La manifestación de vida que expresa la naturaleza y el conjunto de todas las vidas (Ixofijmogen), no es hacia los mapuce en particular. Es un llamado para todos aquellos que creen que hay un orden y leyes naturales que deben conducir la conducta humana y se deben respetar y defender ante los patrones antropocéntricos, consumistas e individualistas de un sistema que devasta todo a su paso”.

Por ElOrejiverde

Fecha: 21 de Junio de 2.017

Se agradece a Guillermo E. Bahamonde Paillalef el envío de esta documentación

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