Un espacio destinado a fomentar la investigación, la valoración, el conocimiento y la difusión de la cultura e historia de la milenaria Nación Guaraní y de los Pueblos Originarios.

Nuestras culturas originarias guardan una gran sabiduría. Ellos saben del vivir en armonía con la naturaleza y han aprendido a conocer sus secretos y utilizarlos en beneficio de todos. Algunos los ven como si fueran pasado sin comprender que sin ellos es imposible el futuro.

domingo, 4 de febrero de 2018

El enojo de las Aguas Primordiales



Detrás de las graves inundaciones del litoral argentino parecen resonar los mitos fundantes de las cosmovisiones originarias ¿está el hombre escuchando esos mensajes? ¿o seguiremos dañando a la Madre Tierra, nuestro hogar?

La Gran Inundación
Los distintos medios de comunicación están informando desde hace unas semanas, que debido a las intensas lluvias, los rios Iguazú y Paraná crecieron de tal manera que provocaron graves inundaciones en las provincias de Misiones, Corrientes, Chaco y Entre Ríos. En los últimos días el punto crítico se trasladó al río Paraguay en Formosa y al Uruguay en la zona de Misiones. Al día de ayer se contabilizaban además de las muertes irreparables, algo más de 30 mil personas evacuadas, con la angustiosa destrucción de sus hogares y graves pérdidas en todos los órdenes.

Más allá de las razones estrictamente naturales como la presencia innegable de la Corriente del Niño, muchos especialistas, ONGs y distintas voces que se alzan desde ámbitos académicos y de investigación coinciden en que los desmontes, los desmedidos cultivos de soja, la destrucción de humedales y la construcción irracional de represas son también las causas de estas gigantescas inundaciones.

Sergio Alvez (revista Superficie, Misiones) sostiene que ”detrás de estas inundaciones, está también la influencia -indiscutible a esta altura- del modelo productivo. En las nacientes del río en Brasil y también en Misiones se arrasó con el monte. Esto tiene que ver “con el modelo de sojización que fue reemplazando la selva que tenía un suelo apto para el escurrimiento y el drenaje del agua” explica. En Brasil -agrega- “en los últimos años se ha incrementado notoriamente todo lo que tiene que ver con los desmontes para las plantaciones de soja”. Destacó que algo similar ocurre en Misiones “pero con otra finalidad” que es la “plantación de pinos para abastecer a la industria pastera”, ya que en la provincia funcionan dos plantas de procesamiento de celulosa. Pero no sólo el avance de la frontera agrícola fue un factor determinante para explicar el porqué de estas inundaciones, también “la cantidad de represas que hay sobre el Río Uruguay, especialmente en Brasil, agrava la situación porque el agua acumulada de repente se ve lanzada cuando abren las compuertas”, comentó.

“Si no se toma en serio el proceso de cambio climático y si se continúa con la expansión de la frontera agrícola, los escenarios catastróficos serán aún más incontenibles”, alertó Jorge Daneri, de la ONG M’Biguá, agregando que “Entre Ríos apostó en los últimos 20 años al modelo sojero y simplificador del uso de la tierra, devastador de la diversidad biológica, en montes y ríos, con un claro impacto hídrico”. Daneri también coincide en que los proyectos hidroeléctricos y la falta de protección a los humedales que actúan como reguladores, coadyuvan a desatar la furia de las aguas.
Federico Kopta, biólogo del Foro Ambiental de Córdoba, cuestionó que se apele a la “alternativa más fácil de echarle la culpa a las lluvias”, coincidiendo en los factores ya mencionados, especialmente los desmontes y la implantación de cultivos.

Otro factor humano determinante es la ocupación de lugares inundables: “si no existen obras de prevención, el agua volverá a buscar el lugar que le pertenece. Y si allí hay ciudades, volverán a ser inundadas”, advirtió Kopta. Esta última reflexión es interesante, teniendo en cuenta que la región del Chaco, por lo que hoy sabemos, fue habitada hace unos cinco a siete mil años atrás, lo que antes hubiera sido imposible porque toda esa vasta zona era un enorme Mar.

Hernán Giardini, de Greenpeace Argentina, afirmó que la deforestación es una de las principales causas de las inundaciones: “los bosques son nuestra esponja natural y paraguas protector. Cuando perdemos bosques nos volvemos más vulnerables ante las intensas lluvias y corremos serios riesgos de inundaciones”, señaló.

Recordó que en los últimos siete años se deforestaron dos millones de hectáreas. “La situación actual de la Selva Paranaense o Selva Misionera, atravesada por los ríos Uruguay, Paraná e Iguazú, es realmente crítica, sólo queda un 7 % de la superficie original de bosques, mientras que en Paraguay y Brasil ha sido prácticamente destruida”, aseguró.

Todas estas muy fundamentadas consideraciones son también las verdaderas razones de las catástrofes a las que estamos asistiendo. Y llegados a este punto nos preguntamos: ¿tienen los pueblos indígenas algo que decir al respecto?

Mitos de Origen ¿Relatos Proféticos?
La Tierra, nuestro hogar, está llegando a un punto de fragilidad inédita en su historia, desvastada y amenazada al extremo por un sistema global que aún no ha tomado debida nota de la crisis. Y esta parte del mundo -en esta caso el Litoral- no es la excepción.

Mientras en el mundo crece la toma de conciencia acerca de la crisis terminal de la Tierra, muchos pueblos indígenas, desde tiempos inmemoriales, atesoran en sus cosmovisiones una idea muy similar. Una perspectiva del Tiempo conformado por una sucesión de Eras o Edades que terminaban abruptamente, generalmente por causa de algún cataclismo, estuvo muy difundida en las culturas originarias de Mesoamérica, los Andes Centrales y las de la región del Chaco, entre otras. El ciclo destrucción-regeneración que incluían estas Edades, implicaban que una generación de hombres moría para dar origen a la siguiente.

Entre los aztecas o mexica y según el Códice Vaticano, la Primera Edad es la Blanca (Atonatiuh o Sol de Agua), destruida por un diluvio, la humanidad convertida en peces y solo una pareja salvada. Para los mayas quiché y según “El libro de los libros de Chilam Balam” también la Primera Edad es destruida por el diluvio y el hundimiento del Cielo e incluso la Quinta Edad se plantea que finalizará luego de una lluvia torrencial e interminable.

Los incas, de acuerdo a la crónica de la “Cuenta Larga” de Fernando de Montesinos sostenían que la Primera Edad había sido destruida por la inundación, anunciada por la aparición en el cielo de comentas en forma de jaguares y serpientes.

En los Mitos de Origen de otros pueblos, como los mapuche, la noción de una lucha acuática entre las Serpientes Primordiales dio lugar al origen del hombre tal cual lo conocemos, y por otro lado a la desaparición de una estirpe anterior, que pereció ahogada fruto de aquella lucha de Serpientes.

Entre los guaraníes de la Selva, el Mito de la Tierra sin Mal parece estar asociado a una búsqueda del hombre por eludir la destrucción de la Tierra. Ellos tienen la idea de la fatiga cósmica, la noción de que la Tierra está cansada de vivir y que por eso llegará su destrucción. Muchas de las migraciones de estos pueblos es probable que se hayan realizado en busca de ese lugar que está en este mundo y al mismo tiempo fuera de él, y en el cual el hombre podrá finalmente salvarse. Algunos relatos dan cuenta de que los hombres y mujeres danzaban para acelerar la destrucción de la Tierra…

A la luz de lo que está sucediendo en el actual momento evolutivo del planeta y de la vida que el alberga, creemos que podemos preguntarnos si estos relatos fundantes de los pueblos indígenas son realmente mitos de origen o profecías... quizás sean ambas cosas simultáneamente.

En todo caso, si podemos afirmar que en nuestros días, por primera vez en la historia de la especie humana esta tiene la posibilidad concreta no solo de autoaniquilarse sino de convertir en inhabitable su hogar, y son los pueblos originarios los que presentan la alternativa de un camino que privilegia desde el principio esencial del respeto por la Madre Tierra, una visión del mundo más humanizada y espiritual, que es la posibilidad de frenar la carrera de destrucción en que estamos embarcados.

Ellos guardan el secreto de cómo cuidar a la Madre Tierra. Conservan los principios fundamentales de cómo respetarla. Son los guardianes que enseñan como estar en equilibrio con ella y con todos los seres vivientes, sin provocar daños. Son los custodios de estos sabios mensajes que ya son para todos los seres humanos ¿sabremos escucharlos?

Fuentes 

Soja y represas: estas inundaciones no son catástrofes naturales, sino el resultado del modelo productivo (Sergio Alvez, Noticias Periodismo Popular; http://notas.org.ar/ http://www.ecoportal.net/Eco);

La mano humana tras el agua (Darío Aranda, Pagina/12); El darse vuelta la Tierra (Carlos Martínez Sarasola, 2010).

El Orejiverde – 2 de Enero de 2.016


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