Un espacio destinado a fomentar la investigación, la valoración, el conocimiento y la difusión de la cultura e historia de la milenaria Nación Guaraní y de los Pueblos Originarios.

Nuestras culturas originarias guardan una gran sabiduría. Ellos saben del vivir en armonía con la naturaleza y han aprendido a conocer sus secretos y utilizarlos en beneficio de todos. Algunos los ven como si fueran pasado sin comprender que sin ellos es imposible el futuro.

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lunes, 21 de junio de 2021

Año Nuevo del Sur: comenzó el año 5.529, se acerca el Sexto Sol y el levantamiento de “los hijos de esta tierra”




Con el Solsticio de Invierno comenzó este lunes, además, el año 5.529 del Quinto Sol para los llamados pueblos originarios andinos. Luego del día más corto del año, con el Inti Raymi (Fiesta del Sol) se celebra que la Tierra y el Sol comienzan a acercarse nuevamente. Según la cosmovisión, se aproxima el Sexto Sol, que llegará con un nuevo orden mundial y más protagonismo de los Hijos de la Tierra.

Astronómicamente hablando, el 21 de junio marca en el Hemisferio Sur –y de acuerdo al calendario tradicional- el inicio del invierno. A las 0:31 de este lunes tuvo lugar el Solsticio de Invierno y comenzó la estación más fría del año. Con esta simplificación, enmarcada dentro del calendario gregoriano, podría decirse entonces –y sintéticamente- que durante la primera media hora de este lunes comenzó en todo el Hemisferio Sur (desde Argentina hasta Australia) el invierno del 2021.


Sin embargo, dentro de la cosmovisión de los pueblos andinos y mapuches –también resumidos bajo el mote simplista de “pueblos originarios”-, este 21 de junio marcó más que el comienzo de una estación. Y es que con el Solsticio de Invierno de anoche, se conmemoró también el Año Nuevo del Sur (Inti Raymi, o Raymy según la lengua original –Fiesta del Sol-) y el comienzo del año 5.529 del Quinto Sol.
“Es una celebración cósmica y que tiene que ver con nuestra cosmovisión. Ayer el Sol y la Tierra estuvieron en su punto más alejado, y fue el día más corto del año. De acuerdo a la cosmovisión, la Tierra se amarraba simbólicamente al Sol para que no se aleje más allá de lo que estuvo ayer, por lo que el 21 de junio se conmemora que la Tierra comienza a volver al Sol, por eso se celebra el Inti Raymi; porque justamente empezamos a volver hacia el Sol (Inti). Esto marca el inicio de un nuevo año”, resumió Inka Miko Tika, referente de la Comunidad Inca Colla, la primera comunidad creada en Mendoza.

Inti Raymi para los pueblos andinos o Wiñoy Xipantv para los mapuches se trata de una fiesta milenaria que, cada solsticio de invierno, celebra justamente el retorno del sol; y encierra un profundo sentido de descolonización cultural y resistencia también.


Tras haber transcurrido anoche justamente la noche más larga del año, el amanecer del 21 de junio y el recibimiento de los primeros rayos del sol que marcan este nuevo comienzo es el motivo para celebrar.

Se aproxima levantamiento

Siempre de acuerdo a la cosmovisión de “los hijos de esta tierra” (como se perciben y denominan a sí mismos los tradicionalmente llamados miembros de los pueblos originarios), entre el 20 y 21 de junio la Tierra llega a su punto más alejado del Sol y es el día más corto; por lo que a partir de hoy los días se van alargando un poco más.

“Este punto de partida viene de antes de Cristo, comienza a contabilizarse sobre los 3.000 años a.C y estamos muy cerca con el calendario de otras culturas antiguas, como los mayas y los hebreos. Ya estamos arrimándonos a un proceso de un Sexto Sol, ya que se estima que cambia el Sol cada mil años”, agregó el referente local.

La aproximación del año 6.000 de acuerdo al calendario de la cosmovisión de esta parte del mundo trae, además, un nuevo orden mundial. “Según nuestra profecía, el Sexto Sol llega con el nuevo orden mundial, en el que los Hijos del Sol despiertan y se da un cambio en el Pacha (que es la combinación de espacio – tiempo); es un cambio cósmico y un nuevo pensamiento. Los Hijos de esta Tierra (a quienes hoy se nos llama pueblos originarios) vuelven a levantarse con el Sexto Sol. Justamente por eso hoy se ve el proceso latinoamericano en el que el ‘indio’ no quiere que le regalen nada, sino quiere tener protagonismo, gobernar”, explicó Miko Tika.

Este nuevo orden mundial del que hablan los “pueblos originarios” nada tiene que ver con esa concepción cuasi apocalíptica y conspirativa de la que suele hablar la cultura tradicional de occidente al referirse -por ejemplo- a lo que vendrá en la era post pandemia. En el caso de los “Hijos de la Tierra”, hablan de la merecida reivindicación de sus pueblos y miembros.

“Hoy hay un cambio cósmico, las energías del sol son distintas; y cada día, cada año cambian. Estamos en un viaje de miles de kilómetros. El nuevo orden mundial que estamos viendo actualmente –con composiciones de países como el G20, G7 y el G8, o las organizaciones mundiales como OTAN, OEA y el Banco Mundial comienzan a caer. La vuelta del cóndor andino también es una señal de ello. Porque después de la invasión europea, el cóndor desapareció. Sin embargo, a partir del 2006 empezó a aparecer y a vérselo de nuevo; y es esta la señal de que se está acercando otra época del espacio – tiempo (Pacha). El hombre andino vivía conforme al cosmos, al Pacha; y nuestra ciencia ha sido muy avanzada en el tema de alimentación (como el maíz). De hecho, 70% de alimentos que se consumen en el mundo es de esta parte del mundo, de esta cultura”, graficó Inka Miko Tika.

“Nosotros, los llamados indios, hemos sido olvidados. Hoy en Mendoza no tenemos ni un rancho donde enseñar, es una realidad. En la educación hay leyes que son papeles. Pero con la llegada del Nuevo Sol, va a haber un cambio”, explicó el referente de la comunidad Inca Colla.


Celebraciones

En Mendoza, el amanecer de este 21 de junio fue recibido y celebrado en la zona de Las Compuertas (Luján) -en el espacio Volar-, por algunos referentes de las comunidades originarias que habitan la provincia; acompañados precisamente por una puesta artística al servicio de las tradiciones. Se realizó una vigilia con fogón y hubo alimentos y bebidas típicas; respetando cuidados y protocolos en el contexto de pandemia.


Además, esta tarde –desde las 16:30- en los Portones del Parque, se va a hacer un Saludo al Sol y para recibir el año 5.529 del Quinto Sol. “No va a ser una ceremonia, sino un saludo tímido y tranquilo. En años anteriores hemos podido hacer ceremonias en la Casa de Gobierno, por ejemplo; pero ahora –por un tema de protocolos- vamos a hacer solo un saludo a las cuatro naciones del Estado Inca, conocidos como suyos: Antisuyo, Chinchaysuyo, Contisuyo y Collasuyo”, explicó el referente de la Comunidad Inca Colla en Mendoza, Miko Tika.

A nivel continental, en Bolivia la celebración del Inti Raymi se recuperó en la década del 80; en plena opresión de la mayoría indígena en manos del racismo y la desigualdad.

Fuente: Diario Los Andes / Mendoza-Argentina / 21 de Junio de 2021.

https://www.losandes.com.ar/sociedad/ano-nuevo-del-sur-comenzo-el-ano-5529-se-acerca-el-sexto-sol-y-el-levantamiento-de-los-hijos-de-esta-tierra/


martes, 17 de diciembre de 2019

Un exoplaneta y su estrella tendrán el nombre propuesto por un pueblo originario del Chaco

Se llamarán Naqaya y Nosaxa respectivamente. Es la primera vez que Argentina logra un nombre para un objeto astronómico.



La Unión Astronómica Internacional (UAI) este año llevó adelante un concurso en el que cada país debía seleccionar un nombre para designar un exoplaneta y la estrella a la que orbita.

A nuestro país se le asignó el exoplaneta HD 48265b y su estrella anfitriona. A partir de ahora se llamarán Naqaya y Nosaxa respectivamente gracias a la propuesta del docente Abel Salteño perteneciente a la comunidad aborigen del Chaco Moqoit.

El profesor propuso para la estrella el nombre de Nosaxa, que designa en moqoit a la primavera, entendida como un tiempo crucial, ligado a la renovación del ciclo anual. En tanto que para el planeta que la orbita propuso Naqaya, hermano, la forma en que los moqoit designan al otro humano entendido como familia, con la esperanza de que así nos miremos entre nosotros.

Vale destacar que es la primera vez que ocurre que desde nuestro país se proponga a nivel internacional un nombre para un objeto astronómico que no solo sea en la lengua de un pueblo originario, sino que haya surgido de un trabajo realizado con la propia comunidad de hablantes.


Y es especialmente importante que haya ocurrido en este año, declarado Año Internacional de las Lenguas Indígenas por la Unesco, iniciativa a la que adhirió la UAI. Para lograrlo se trabajó especialmente para favorecer que miembros de comunidades de los pueblos originarios de nuestro país propusieran nombres que les parecieran significativos, para estos objetos que no son visibles más que con un telescopio.

La comunidad Moqoit

La propuesta ganadora viene de una comunidad del pueblo moqoit. Los moqoit son un pueblo originario de la región chaqueña, cuya lengua está emparentada con el qom y el pilagá. Son más de 18.000 personas que viven en Chaco, Santa Fe, Corrientes y Buenos Aires.

Originalmente cazadores-recolectores que se desplazaban estacionalmente por grandes territorios, fueron obligados violentamente a fines del siglo XIX a asentarse en pequeñas porciones de tierra y a trabajar como peones rurales. Pese a importantes masacres acontecidas durante la primera mitad del siglo XX, a enormes presiones para que dejaran de lado su lengua y costumbres, y a grandes desigualdades económicas y sociales, los moqoit han logrado sostener una cultura viva y creativa.

Hoy viven en comunidades rurales, barrios urbanos y periurbanos. Para los moqoit el cosmos esta modelado por las diversas sociedades humanas y no humanas que lo habitan, cuyos vínculos están regulados por el poder. Los seres con más poder tienen una mayor diversidad de cuerpos, pueden recorrer más libremente el cosmos y tienen acceso a mayores recursos.

Los humanos necesitan establecer vínculos con esos seres para hacer posible la vida. En especial el cielo es visto como un espacio particularmente potente y fecundo. Ligado a lo femenino, del cielo depende la abundancia en la tierra. Por eso se le presta mucha atención y sus ritmos se asocian a los de las plantas, los animales y el clima. Lo que ha llevado a que los moqoit tengan un detallado conocimiento del cielo y los astros.

En las últimas décadas, un número creciente de moqoit se han formado como maestros interculturales bilingües. Estos maestros constituyen un importante eslabón entre los jóvenes, el conocimiento de los ancianos moqoit y el de la sociedad no aborigen. En la comunidad “El Pastoril”, una de las más importantes comunidades moqoit de la provincia de Chaco, funciona un secundario con albergue para estudiantes y la primera carrera terciaria bilingüe e intercultural moqoit, una institución de gestión comunitaria.

El autor de la propuesta

En ese contexto jóvenes maestros como Abel Salteño reflexionan sobre el pasado, el presente y el futuro. Abel Salteño, es moqoit y vive en la Comunidad “El Pastoril”, Chaco.

Es Profesor Bilingüe Intercultural. Trabaja en el Centro de Estudio Superior Bilingüe Intercultural Moqoit (CESBIM) de su comunidad, y en terciarios de la ciudad de Villa Ángela y Coronel Du Graty. Es profesor de Cultura y Lenguas Originarias y Cosmovisión entre otras materias, en Profesorados Bilingües y no Bilingües.

Fuente: Diario Los Andes (Argentina) - 17 de Diciembre de 2019