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Nuestras culturas originarias guardan una gran sabiduría. Ellos saben del vivir en armonía con la naturaleza y han aprendido a conocer sus secretos y utilizarlos en beneficio de todos. Algunos los ven como si fueran pasado sin comprender que sin ellos es imposible el futuro.

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sábado, 8 de junio de 2024

Yva...Frutos de Monte


Monte, kaaguy
que nos regalas tus frutos:
Yva, que son productos
de estas raíces nativas:
Yvapurū,
Arachuku,
Guembe,
Inga,
desde la Tierra sin Mal...

Jakarachia,
Mbokaja,
Oveña,
Pakuri,
Frutos que son de aquí...
Yvaei.
Guaporoity,
Añagapiry,
Aguai
Presencia nativa y Ancestral
Guaraní!

Javier Rodas
2 de Mayo de 2024

viernes, 17 de mayo de 2024

En Misiones rescatan especies nativas como la exótica Jaboticaba, un singular árbol cuyos frutos crecen pegados al tronco




Guapurú o Yvapuru es su nombre en lengua guaraní, pero ahora es más conocido por “Jaboticaba”.
 
(Yabuticaba). Se trata de un árbol nativo de Brasil, Paraguay, Bolivia y Argentina, pertenece a la misma familia que el guayabo y el arrayán y no pasa desapercibido a la vista de nadie dado que tiene una particularidad de lo más extraña: sus frutos crecen pegados al tronco. Es decir que no cuelgan sino que brotan de las ramas y troncos.


Este fruto, es una baya altamente perecedera, de cáscara delgada y lisa, mientras que su pulpa es blanca, jugosa y de sabor agridulce. Se consume directamente como fruta fresca, pero también se pueden preparar refrescos, mermeladas, licores y vinagres caseros.

Entre sus múltiples propiedades, esta fruta tropical es antioxidante, calmante y puede ayudar a pelear contra el envejecimiento, la diabetes y el cáncer. Su consumo contribuye a mejorar la circulación sanguínea, proteger la visión, estabilizar los niveles de azúcar en sangre y regular la actividad intestinal.

A primera vista, el árbol tiene un aspecto tortuoso, con muy pocas ramas, de corteza gruesa y un poco espinosa. Crece generalmente bajo la sombra de árboles más grandes y sus frutos se concentran en el tronco principal y en las ramas gruesas. Son morados al principio y negros al madurar.

Jose Radins, agrónomo, biólogo y especialista en frutos del monte, comentó en diálogo con Bichos de Campo que “su crecimiento en relativamente lento comparado con otros árboles de la selva. Demora en fructificar por primera vez entre 8 a10 años, en plantas cultivadas a partir de semillas, pero el proceso puede acortarse cuando se realiza la reproducción por acodos. Las flores aparecen en septiembre y los frutos a fines de septiembre y octubre”.

Radins dijo también que “cuando crece en la selva puede alcanzar de 6 a 15 metros de altura, formando un tronco de 20 a 40 centímetros de diámetro. El tronco se ramifica a veces desde el suelo y otras a mayor altura (dependiendo el lugar donde crece, más expuesta o menos expuesta al sol). La corteza es fina y su fruto es esférico y mide de 1,8 a 2,5 centímetros de diámetro. Antes de madurar por completo tiene un color violáceo, con piel negra brillante cuando está completamente maduro. La corteza es fina, con taninos, lo que se percibe como de sabor amargo al masticar”.

Otra de las particularidades que compartió el biólogo es que “los frutos se consumen frescos y son muy sabrosos a pesar de tener una piel gruesa y semillas grandes, pero también pueden despulparse y aprovecharlos para hacer jugos, jaleas, mermeladas, licores, helados, vinos. Por su gran contenido en antocianinas, es un producto excelente para combatir los radicales libres”.

Incluso Radins agregó que “al ser tan ornamental el árbol por su tronco blanquecino, de bajo porte (en cultivo) se recomienda su uso en proyectos de paisajismo y en plantaciones para restauración y conservación de ecosistemas. Sus frutos alimentan a la avifauna en general y las flores producen néctar y polen para las abejas”.


El Guapurú o Jaboticaba ha sido inspiración para comunicadores como Carlos Vedoya Recio, cuya productora se llama precisamente “Guapurú” en honor a este arbolito. “Me gusta como filosofía: somos frutos del mismo árbol. Donde te toque, entre raíces y ramas, por igual”, expresó a Bichos de Campo el periodista agropecuario misionera, quien gusta más que lo llamen “comunicador de la selva”.

Desde los múltiples olores, texturas y colores que emergen de esa selva misionera Vedoya Recio rescató al singular fruto al punto tal que en su bar “Zoco” de Posadas ofrece una tarta con relleno de Guapurú. “Se llama tarta ‘Inmaculada’ y expresa nuestra mayor aspiración en la primavera que recién empieza. Un delicado manto sagrado de mousse de chai con corazón de guapurú en crema. No es sólo una tarta más: es una advocación”, aseguró Vedoya Recio, quien desde hace 18 años escribe en su sitio web NEA Rural y comunica las bondades de su tierra desde su programa radial Frontera Jesuita, que se emite los sábados de 8 a 10 por Radio República.

“Es un arbolito de monte, difícil como todo nativo, por ende todavía no fue domesticado. Puede crecer en patios y zonas urbanas pero ni por densidad ni por producción. Fruta cuando quiere y puede demorar hasta 15 años en hacerlo. Yo siempre tengo fruta procesada o congelada en el bar y hacemos nuestras propias mermeladas, destilados y demás”, declaró el periodista y sommelier de te.

Con el objetivo de continuar su descubrimiento y rescate, un par de mujeres de esa provincia usan sus frutos para elaborar mermeladas y licores. Es el caso de Rosa Szulepa de la Asociación Mujeres Soñadoras, provenientes de los municipios de Salto Encantado y Aristóbulo del Valle, quienes han recuperado las recetas de sus abuelas, encontrando en la cocina una forma innovadora de aprovechar los frutos nativos de la selva misionera, y al mismo tiempo un modo de subsistir económicamente.

“Es un árbol que tarda mucho en crecer y sus frutos pueden comerse en fresco o bien consumirse en jugo, el cual es muy diurético. También hacemos licor y vinagre. Es un producto muy bueno y dependiendo del clima puede dar frutos hasta tres veces al año”, indicó Szulepa.


La venta de sus productos es local, en restaurantes, hoteles, y en ferias como la Forestal de Posadas, pero también venden en otros puntos de Misiones que ya consiguieron el registro provincial. El próximo paso, según Szulepa es poder conseguir el llamado Tránsito Federal otorgado por el Instituto Nacional de Alimentos (INAL) para llegar a otros rincones del país y también poder exportar dando a conocer el fruto de la Jaboticaba.

La asociación Mujeres Soñadoras nació en el seno de las casas de estas mujeres, donde se reunían para cocinar, hasta que hace pocos días consiguieron, junto a ambos municipios, un terreno donado en Comodato lo que les permitirá tener un lugar fijo donde trabajar, y fueron reconocidas por constituir un ejemplo de cooperación, calidad, diversidad y compromiso.


“El destino que le damos al dinero recolectado es al bienestar de nuestras familias y nuestra meta es darle valor al monte y que se cuide a nuestras plantas nativas. De ahí sacamos un gran beneficio: comer sano y saludable”, dijo.

A futuro Szulepa confesó que les gustaría consolidar la asociación que integra. “Tengo una experiencia que no olvidaré nunca. Cuando empezamos a hacer mermeladas de frutas nativas parecía que sería extremadamente difícil. Me dije ´eso no va a funcionar ¿Cómo vamos a poder vender más?´ pero lo logramos con mucho esfuerzo y paciencia”, reveló.

“Veo que entre la gente se tomó conciencia e interés acerca del valor de plantas nativas como la Jaboticaba, a punto tal que se están preparando plantines nuevos, pero debemos entender que lleva muchos años hasta que comienzan a producir frutos”, expresó Szulepa.

Otro de los proyectos que tienen en mente es hacer una fábrica de bioinsumos para elaborar abonos orgánicos. “Las mujeres que integran esta asociación son humildes, sinceras, dinámicas y muy guapas. Hay de todas las edades, pero van desde los 30 a los 80 años. Ahora se integraron muchos jóvenes y eso nos da un alivio por el interés que muestran, y nos ayudamos mutuamente. Tenemos 50 socios, una comisión directiva y somos 4 las mujeres que elaboramos los envasados”, relató.

Pero nada sería de las Mujeres Soñadoras sin la colaboración de Marina Parra, referente del proyecto USUBI (Uso Sustentable de la Biodiversidad) en Misiones, el cual se realiza en coordinación con el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación, el INTA y el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social. Desde ese lugar Parra colaboró bastante para que estas mujeres pudieran conseguir el financiamiento y así producir, elaborar y confeccionar el packaging de sus productos.

Tenemos jóvenes incluso que se encuentran participando de esta experiencia que apunta al uso sustentable de la biodiversidad como estrategia, no sólo de conservación sino también de fortalecimiento de las condiciones de generación del empleo verde y el arraigo territorial de hijos e hijas de familias rurales”, declaró a Bichos de Campo.

Con USUBI buscan un enfoque del uso de los bienes naturales de la selva desde la sustentabilidad ambiental y socioeconómica, a partir de la formación teórico-práctica sobre viveros y la producción de frutales nativos. Este tipo de plantines sirven al enriquecimiento de suelos y espacios verdes, así como a la provisión de materia prima de productos gastronómicos.

“Es muy bueno trabajar con plantas nativas, y rescatarlas para que no se pierdan en necesario tanto para nosotros como para el ambiente. Es una oportunidad que nos abre muchas puertas, para el aprendizaje y la experiencia y nos abre un futuro con más oportunidades laborales. A su vez, con esto los jóvenes pueden permanecer en la chacra y no tener la necesidad de buscar algún trabajo en la ciudad”, manifestó Parra.
Fuente


Bicho de Campo
28 de Agosto de 2023
Escrito por Julia Luzuriaga


sábado, 15 de octubre de 2022

“En Misiones hay 100 especies frutales comestibles”



La semana pasa la pitanga pasó a integrar el Código Alimentario Argentino, esto permitió replantear la flora misionera, y apreciar la gran variedad de frutos comestibles que existen en la provincia.

Es por esto que desde “El Aire de las Misiones” invitaron a José Radins, biólogo, investigador, docente y especialista del reconocimiento de la flora nativa, que se desempeña actualmente en el vivero del Ministerio Ecología y Recursos Naturales de Misiones para hablar sobre las especies frutales de la provincia.

“La pitanga es una fruta nativa que ingresó este año al Código Alimentario y se suma a la guabirá que el año pasado también había ingresado. Existe una gran cantidad de frutas de esta familia, de las mirtáceas, y tenemos muchos representantes de esta familia en la provincia. Despacito creo que la gente las va ir conociendo e incorporando, y el Código Alimentario ahora nos da el espacio para poder seguir utilizando esa fruta en este proceso“, destacó Radins.


Respecto a cuantas especies de frutos comestibles existen en Misiones, el biólogo indicó que “aproximadamente hay unas 100 especies en la provincia que conocemos y que son comestibles”. Aunque llamativamente, de todas ellas la gran mayoría de las personas conocen apenas un puñado. “Que la gente reconozca serán un 1 o 2% de todas, es muy poco lo que la gente conoce y consumen”, indicó.

Por lo que Radins sería fundamental que las personas se informasen más sobre las especies que crecen en la provincia. “Los frutales comestibles son cerca de 100 especies, y todavía se siguen estudiando algunos más, que se van incorporando de a poco. Pero lo importante es tener buena información académica respecto a ellas, es decir leer textos donde se pueda dilucidar el nombre científico de la especie, porque por el nombre común a dos o tres especies las llamamos de la misma manera, y eso puede llevar a la confusión y a consumir una especie que no sea comestible“, explicó.


Y es que a la hora de comer una fruta se debe tener cuidado, porque no todas son comestibles, además de que el grado de maduración de los mismos también puede ser perjudicial.

“Hay frutos que son comestibles cuando están maduros, pero sontóxicos cuando están inmaduros. Por ejemplo, hay algunas frutas de la familia de las solanáceas, de las que pertenece el tomate, la papa, el morrón, una que se llama Solanum Americanum, es una planta que da unos frutos redonditos y negros, esa se come solo cuando está bien maduro el fruto, sino puede llegar a ser tóxico“.

Luego también resaltó el caso del jacaratía spinosa, el árbol cuya madera es comestible. “Pero no solamente se come la madera, sino también los frutos. Tiene unos pequeños mamones con un sabor similar al del mamón comercial, pero no se lo puede consumir de forma natural, sino que hay que hacer un proceso para desactivar la papaína que contiene, que es proteolítico, es decir que destruye las proteínas. Entonces si lo comemos directamente puede comenzar a producir heridas en la boca, por las proteínas que tenemos en la piel, por lo que es conveniente hacerlos en almíbar o en las brasas”

Para quien tenga curiosidad sobre el tema, o saber si algún frutal en particular es comestible, Radins administra el blog online florademisiones.blogspot.com. “Pueden escribirme, mandarme algún mensaje o algo, y yo respondo en función de la imágenes que me mandan”, comentó.

Una gran variedad

Durante la entrevista, el especialista en reconocimiento de la flora nativa repasó una gran cantidad de especies frutales que se pueden encontrar en Misiones, destacando a la familia de las mirtáceas, donde encontramos frutos como el guabirá, la pitanga, la cerella y todas las especies de guayabas, entre muchas otras.


“Es bastante amplio el grupo de especies que están dentro de esa familia, muchas de las cuales son desconocidas para la gente. Dentro de esa familia también tenemos algunas que son exóticas y otras que son comunes de ver en nuestra zona como el eucaliptus”

Luego también resaltó a la familia de las Anonasias. “Pertenece a la familia de las Anonasias, la araticú, las chirimoya, la graviola y todas esas especies que tuvieron un poco más de prensa en estos últimos años, porque se dice que contienen una sustancia que controlan el desarrollo de células cancerígenas, y en algunos casos se dicen que combaten algunos tipos de cáncer en particular“, comentó.

Y no es necesario salir al monte o la selva para encontrar estas especies, la gran mayoría de ellas crecen en la propia ciudad, a tal grado que Radins se encuentra realizando un estudio sobre las plantas frutales en las zonas urbanas, con el fin de elaborar un mapa de los frutales existentes en el micro centro de Posadas. “Aunque me gustaría extenderlo un poco más”, reconoció el investigador.

“Estuve recorriendo un poco el micro centro, tratando de hacer un inventario de las especies frutales comestibles, tanto nativas como exóticas, y me encuentre, con grata sorpresa, que muchas especies nativas están siendo cultivadas en veredas y en jardines”, explicó Radins.

“He encontrado mucho pindó, la costanera está llena de esta especie. También las pitangas, hay muchísimas, algunas están en producción y otras están en desarrollo”, destacó.

“Después en el micro centro hay algunas plantas de guabirá, y también encontré bastante guaviyú, que es una mirtácea muy característica porque en el extremo de la hoja tiene un pequeño aguijón y eso la diferencia de todas las demás mirtáceas que tenemos en la zona”.


El experto contó que en el centro, sobre la avenida General Paz, entre Salta y Catamarca, se pueden encontrar muchos ejemplares de guabiyú. “Estas fructifican entre diciembre y enero, y es una futa que se asemeja muchísimo a un arándano. Tiene un color oscuro y es muy dulce, es una de las frutas más ricas y pertenece al mismo género que la jabuticaba”

De momento continúa con el rastrillaje, pero es muy posible que termine de elaborar el mapa antes de final de año. “Me gustaría terminarlo antes de fin de octubre, pero hay que caminar”, anticipó.

La destrucción medio ambiente y la flora local

Por último, el experto lamentó los últimos sucesos que han ocurrido y que afectan el medio ambiente. El calentamiento global, los incendios en la amazona, el chaco paraguayo y la misma provincia o la contaminación terminan provocando inevitablemente cambios en el ecosistema, y esto afecta obviamente la flora autóctona.

“Lamentablemente el espacio de la selva se va reduciendo día a día y es una perdida para la bio diversidad también. Tal vez muchas especies se pierdan de aquí en adelante por la destrucción del medio ambiente justamente“, se lamentó Radins

Pero una forma de colaborar con la conservación de la flora nativa es cuidando y plantando estas especies, por lo que Radins cerró la entrevista con una invitación a los misioneros. “La gente que esté interesada en tener una planta frutal nativa, puede acercarse al vivero del ministerio de ecología que entregamos plantines”. 

Fuente: Diario Primera Edición - Posadas - 3 de Octubre de 2022.

https://www.primeraedicion.com.ar/nota/100170801/en-misiones-hay-100-especies-frutales-comestibles/?fbclid=IwAR3fA63pKLlCvRs6e8wWvdRlg0O3VJJWg26UHbN6fwqm47Eey_nMtIEAep4