Un espacio destinado a fomentar la investigación, la valoración, el conocimiento y la difusión de la cultura e historia de la milenaria Nación Guaraní y de los Pueblos Originarios.

Nuestras culturas originarias guardan una gran sabiduría. Ellos saben del vivir en armonía con la naturaleza y han aprendido a conocer sus secretos y utilizarlos en beneficio de todos. Algunos los ven como si fueran pasado sin comprender que sin ellos es imposible el futuro.

lunes, 28 de octubre de 2019

Madre Tierra y Diversidad



“… Todos somos flores en el jardín del Gran Espíritu. / Compartimos una raíz común, y la raíz es la Madre Tierra. / El jardín es hermoso, porque tiene diferentes colores en ella, / y los colores representan las diferentes tradiciones y culturas…”.

Abuelo David Monongye, del pueblo Hopi.

Fotografía: Renato Soares





Me gustan las personas sencillas...


Me gustan las personas sencillas...


Me gusta sentir que la vida va pasando y que la superamos cada vez que lo intentamos.

Me gusta saber que sonriendo se llega mas lejos que con mala cara y no saber estar en la vida.

Me gusta saber que siempre hay personas suficientes que aportan su luz , su fuerza y su coraje y que son tan humildes que no ven lo que irradian, pero sin embargo nos enseñan cada día lo que es la vida y que todo por muy difícil que parezca se puede conseguir si te lo propones y no te dejas llevar por todo lo menos bueno que tenemos dentro.

Me gustan las personas sencillas que van viviendo honestamente dando ejemplo y ayudando o aportando su ser a los que les rodean, quitandose un poquito de si para dar a los demás y compartir su forma y su ser.

Me gusta vivir el día a día sabiendo que aun existiendo la posibilidad de aparecer adversidades voy a ser capaz de mantenerme serena y seguir adelante pase lo que pase, pues teniendo eso claro nunca buscaras lo negativo y no te forjaras el camino de la desilusión y el derrotismo, podrás mirar la vida con otros ojos y podrás caminar dando saltos si es necesario, pero aceptaras la realidad y te darás cuenta que tu tienes el don y lo suficiente para superarlo, pues lo que te rodea puede parecer negro , pero esta en ti hacerlo de otro color.

Me gustan tantas cosas que aunque no siempre sea fácil, nunca es tan sumamente difícil para decir que la vida no es como debe o que no merece la pena ser vivida.

Nadie dice que sea un camino de rosas bellas, que todo sea de un color, pero si miras , valoras y sientes siempre te das cuenta que tienes lo suficiente para subsistir porque te tienes a ti un motivo para seguir , una aliciente para decir que no tiro la toalla una forma de gritar que a pesar de todo merece la pena intentarlo, porque hoy hay tormenta pero después hay sol, hay vida y hay personas que se merecen que estés ahí, aunque tu no lo veas, son esas personas que con su silencio dicen mas que con mil palabras, que con su saber estar muestran que siempre están y que no tienen que dar cuartos al pregonero, pero que te dan un gran motivo para saber que la vida es algo bello y digno.

Me gusta sentir que se es y se esta y que lo intentamos todos los días cada vez que sale el sol y eso es algo que solo tu haces posible.

Teresita Seminara

domingo, 27 de octubre de 2019

Curso Clase 8 - La Herencia Misionera - Historia de la Provincia de Misiones. Capítulo 8: ANDRÉS GUACURARÍ , Prócer de Misiones.



Guaraní, nacido en Santo Tomé o San Borja probablemente el 30 de noviembre de 1778. Vivió en Santo Tomé con su madre a partir de la invasión luso-brasileña de 1801. Fue educado por el cura del pueblo. Su nombre, como él lo escribía era Andrés Guacurarí; los luso-brasileños lo llamaban Artiguinhas o Andrés Tacuarí. Fue más conocido como Andresito.


Su cultura fue bastante completa. Hablaba y escribía correctamente castellano, portugués y guaraní.



Su lucha se orientó hacia dos objetivos:
- la lucha contra las fuerzas extranjeras que invadieron el territorio misionero,
- la defensa de los principios federalistas sustentados por Artigas.



Sus CAMPAÑAS fueron cuatro:



1) CAMPAÑA DEL RIO PARANÁ CONTRA LA INVASION PARAGUAYA (1815).
Andresito fue designado por Artigas en 1815, Comandante General de Misiones, cargo que ocupó hasta 1816.
El Dr. Gaspar Rodríguez de Francia, so pretexto de inconducta de las fuerzas artiguistas en su frontera, dispuso la ocupación de los pueblos misioneros de la banda oriental del Paraná. El capitán paraguayo Francisco Antonio González se apoderó en agosto de 1815 violentamente de los pueblos de Candelaria, Santa Ana, Loreto, San Ignacio y Corpus. Posteriormente lo reemplazó el comandante José Isasi.
Artigas ordena a Andresito que impida el avance paraguayo y que los haga repasar el río Paraná. Organizó una fuerza de 500 hombres (indios) de infantería y caballería. Se recupera Candelaria; el asalto fue dirigido por fray José Acevedo y el capitán Manuel Miño el 10 de Septiembre de 1815. Isasi se entrega. Con posterioridad Andresito recupera los demás pueblos: Santa Ana, San Ignacio Miní, Loreto y Corpus.



ANDRESITO GOBERNADOR DE MISIONES
Asumió el gobierno de Misiones con el cargo de Comandante General. Instaló su sede en Candelaria. Su gobierno fue recto y justo, procediendo en todo, conforme a la orientación política artiguista.
Recuperó los pueblos misioneros sobre el Paraná.
Los Cabildos indios volvieron a funcionar regularmente durante su gobierno. Se encargaron de administrar las estancias y yerbales y comerciar con las demás provincias.
Instaló una fábrica de pólvora en Concepción. Ordenó la construcción de rústicos hornos para fabricar chuzas.
Toda su organización fue interrumpida por la invasión portuguesa.


2) PRIMERA CAMPAÑA DEL RIO URUGUAY CONTRA LA INVASION LUSO-BRASILEÑA (1816).
Es intención de Andresito la reconquista de las misiones Orientales, para ello instaló una fábrica de pólvora y reorganizó su ejército.
Inicia la marcha con 1000 hombres desde Santo Tomé en 1816. Obtiene un triunfo en Sao Joa Vello. Por proclama hace saber a los 7 pueblos sus intenciones. Instaló su campamento en Itaquí (frente a Alvear, Corrientes). Los luso-brasileños tienen su campamento en San Borja. Se produce un combate en Rincón de la Cruz, triunfa Andresito y recibe la adhesión de los naturales de la región.
Andresito sitió San Borja el 21 de septiembre de 1816, los luso-brasileños se resisten, después reciben refuerzos y derrotan a Andresito obligándolo a retirarse repasando el río Uruguay.
Los portugueses vuelven a atacar en 1817 en la cercanía de la barra del Aguapey.
Por órdenes del gobernador de Río Grande do Sul, los luso-brasileños saquearon e incendiaron los pueblos de Yapeyú, La Cruz, Santo Tomé, Santa María y Mártires. Saquearon únicamente a Apóstoles, San José y San Carlos y llevaron cuanto había de valor.
Dos veces más atacaron los portugueses pero los ejécitos de Andresito los derrotaron en Apóstoles y San Carlos.



3) CAMPAÑA DE CORRIENTES EN DEFENSA DEL FEDERALISMO (1818-1819).
Luego del combate de San Carlos, Andresito instaló su cuartel en Tranquera de Loreto y vigiló los movimientos de los paraguayos y de los portugueses.
Recibió las órdenes de Artigas de marchar sobre Corrientes para reestablecer la autoridad federal, resentida por un golpe militar dirigido por el capitán José F. Vedoya adherido al centralismo porteño.
Se produjeron dos encuentros, uno en Caa-Catí y otro en Saladas en 1818, ambos posibilitaron el triunfo de Andresito.



ANDRESITO GOBERNADOR DE CORRIENTES
Ejerció la gobernación hasta abril de 1819. Reorganizó el gobierno civil. Ningún pueblo dejó de tener autoridad constituida.
Había un enfrentamiento entre el patriciado de las ciudades capitales y las masas rurales. La sociedad correntina estaba acostumbrada desde la época de las colonias, a encomiendas donde no existían los sueldos y se trabajaba por la comida; a los hijos se los tenía en las casas de viejas familias como "criados", con la paga del plato diario. Los indios eran la base de todas estas actividades y los esclavos. Andresito se abocó a la tarea de liberar indios y esclavos.
Realizó el reparto de tierras a los que las necesitaban y a los que las querían para trabajarlas.



4) SEGUNDA CAMPAÑA DEL RIO URUGUAY CONTRA LA INVASION LUSO-BRASILEÑA (1819).
Para 1819 el ejército de Artigas no contaba con suficientes medios ni hombres para resistir a los invasores. Sólo Andresito volvió a la lucha; abatió guarniciones enemigas y tomó posición de los pueblos de las misiones orientales. Se instaló en San Nicolás. Quiso atacar a Chagas, pero el asalto fracasó y los luso-portugueses se retiraron y pidieron refuerzos a Porto Alegre y a Alegrete.
Andresito marchó al sur intentando contactarse con Artigas, pero no lo consiguió.
Chagas con refuerzos retomó San Nicolás.
Andresito decide volver y en su contramarcha chocó con las poderosas fuerzas brasileñas en Itá-Curuví en Julio de 1819. El combate fue violento. Andresito debió retirarse y dispersar sus tropas con la consigna de reunirse en la otra banda del río Uruguay, en nuestra provincia. Algunos lo consiguieron, otros grupos fueron alcanzados por los luso-portugueses y se produjeron sangrientos entreveros, en uno de los cuales perdió a vida el cacique Tiraparé. Cuando Andresito se preparaba para cruzar el río en una jangadilla con un pequeño grupo fue sorprendido por una fuerte patrulla que lo tomó prisionero.




Fue llevado a las cárceles de Porto Alegre a pié, con cueros frescos atados por el cuello que se iban secando en el camino. Debió trabajar en obras públicas. Luego fue llevado a un pontón a Río de Janeiro con otros compañeros y luego a la isla Das Cobras.



El español D. Francisco de Borja Magariños gestionó y obtuvo su libertad, poniendo fin a su calvario en 1821.



El 3 de julio de 1821 Andrés Guacurarí arribó a Montevideo y a partir de esa fecha se pierden sus rastros. No se sabe si murió en Montevideo, si volvió a Misiones, si murió en el viaje, si fue envenenado en la prisión.



Lo que si se sabe es que con su prisión Misiones perdió uno de sus mejores hombres. Su acción permitió que Misiones hoy día pertenezca a la República Argentina.



Fuente: Gobierno de la Provincia de Misiones.




viernes, 25 de octubre de 2019

Kachibot, el invento de universitarios para facilitar enseñanza del guaraní a los niños



La idea arrancó como un simple proyecto universitario pero tuvo tan buena aceptación por parte del público que ahora planean impulsarlo como un método de apoyo educativo en las escuelas. Se trata de “Kachibot”, el robot que ayuda a los niños a aprender guaraní.

Sergio Román, Fernando Antúnez, Diego Dacak, Alejandro Candia y Marcelo Enciso son estudiantes de la carrera de Ingeniería en Electrónica en la Facultad Politécnica de la Universidad Nacional de Asunción (UNA).

En el marco de la Exposición Tecnológica y Científica (ETyC), desarrollada hace una semana en dicha casa de estudios, estos cinco alumnos presentaron un interesante proyecto que se robó la atención de todos los presentes: el “Kachibot”.

Se trata de un pequeño robot fabricado con piezas impresas con tecnología 3D que fue desarrollado para el aprendizaje didáctico del idioma guaraní en el nivel inicial. En este caso, los usuarios (niños en edad escolar) tienen la posibilidad de interactuar con él a través de una aplicación móvil desarrollada especialmente para conectarse a través de Bluetooth.



El Kachibot -nombre que se origina de la fusión de “Cachique” y “robot”- está programado para detectar la presencia del usuario y realizar movimientos variados, pudiendo emitir sonidos de más de 500 palabras pronunciadas correctamente en guaraní, mostrando además la escritura correcta de las mismas.

De igual manera, los niños podrán acceder de manera práctica a las diferentes secciones de aprendizaje y de juegos relacionadas al plan de estudios del nivel inicial en el área del Guaraní, como por ejemplo el abecedario (achegety), números, animales, colores, frutas, etc.

Marcelo Enciso, uno de los estudiantes involucrados en el proyecto, en entrevista con HOY comentó que para ellos fue una grata sorpresa el enterarse que, además de tener gran aceptación del público al momento de su presentación, su invento había sido destacado por varios medios de comunicación que se hicieron eco de la noticia.


Según mencionó, la repercusión fue tal que inclusive ya pautaron una reunión con autoridades del Ministerio de Educación y Ciencias (MEC) con el fin de ver la posibilidad de introducir al Kachibot de manera oficial en las aulas, aunque para lograrlo aún queda un largo trecho por recorrer. “Estamos tocando puertas para ver si se da”, apuntó.

El universitario refirió que la creación del robot tuvo su trabajo e implicó una considerable inversión, que ronda los G. 900.000, pero que no es algo imposible de hacer, sobre todo si se tienen los conocimientos e ideas suficientes para llevarlo a cabo.

Enciso adelantó que la idea a futuro es incluir actualizaciones y enfocarse también en la enseñanza de otras materias como castellano, inglés o matemáticas para los niños, así como incorporar niveles superiores de aprendizaje.

Fuente: Diario Hoy (Asunción) - 25 de Octubre de 2019


Madre Tierra y Nosotros


Puerto Iguazú: Plantan mil árboles en las zonas quemadas


Se plantaron más de 1000 ejemplares de distintas especies nativas reforestaron las zonas afectadas por el incendio de hace unas semanas en Puerto Iguazú en la zona de las 2000 Hectáreas, especialmente en el espacio de las comunidades Mbya Guaraníes Fortín Mbororé y Mirí Marangatú. La propuesta fue una iniciativa del Concejal Ernesto Benitez y contó con el apoyo del Poder Ejecutivo local, el Ministerio de Ecología de la Provincia de Misiones, el Cuerpo de Bombertos Voluntarios de la ciudad de Puerto Iguazú, el Rotary Club, los ciudadadanos Rolando Matcosky, Nilda Costa y Javier Rodas entre otros.
Cuidando de la Madre TIerra entre todos y fomantando su cuidado con acciones concretas.
Aguyjevéte.

19 de Octubre de 2019


Empatía



"Antes de juzgarme camina tres lunas con mis zapatos"

Sabiduría Sioux

jueves, 24 de octubre de 2019

Argentina Pueblos originarios: El reclamo que no calla


Más de 40 pueblos originarios habitan en la Argentina. En contra de lo que suele creerse, acerca de que estas comunidades están ubicadas en zonas rurales, siete de cada diez integrantes de pueblos indígenas residen en ámbitos urbanos. Estos pueblos, que llevan décadas reclamado por la recuperación de sus derechos, han sufrido desde violencia física hasta desplazamiento territorial, así como la invisibilización de sus costumbres y cultura.

“Las formas de violencia contra los indígenas han cambiado, se multiplican y nos deben llamar la atención. Hoy están matando a los líderes que se están organizando en diferentes partes del mundo en la lucha para defender su territorio y un medioambiente más sano”, dijo la antropóloga Irene Bellier, directora de investigación en el Centro Nacional de Investigación Francés (CNRS), durante un encuentro en el Centro de Innovación y Desarrollo para la Acción Comunitaria (CIDAC) de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires (FFyL-UBA). Allí, representantes de pueblos originarios, investigadores sociales y estudiantes compartieron experiencias e inquitudes sobre diversas problemáticas que atraviesan a estas comunidades.

“Es importante que la academia esté al servicio de los pueblos y tenga contacto con indígenas y campesinos, para sacar a la luz lo que está pasando en las comunidades y el campo”, destacó Nilo Cayuqueo, del Pueblo Mapuche de Los Toldos, en la provincia de Buenos Aires, durante esta actividad que se desarrolló en el marco del programa “Etnicidades y territorios en redefinición”, del Instituto de Ciencias Antropológicas de la FFyL-UBA. “Si no hubiese sido por la antropología, no nos hubiésemos formado como comunidad”, ejemplificó Nelson Kaipil, Werken de la comunidad mapuche “Kalfu Lafken” de Carhué, también en Buenos Aires, y agregó: “Los antropólogos nos brindaron todo lo que necesitábamos para poder conformarnos y alcanzar los mismos derechos que otros ciudadanos”.

Investigadores y representantes de diversas comunidades originarias participaron del encuentro en la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA.

Elena González, de la Comunidad del Pueblo Qom “19 de abril”, del partido de Marcos Paz, en la misma provincia, recordó que los pueblos originarios han sido perseguidos por décadas. “Estamos trabajando para que no se pierdan el idioma ni la cultura indígena, y apoyamos para que las universidades públicas no se cierren”, agregó esta referente que, además, es una de las fundadoras de un espacio comunitario que hoy no solo funciona como comedor sino también como lugar de encuentro, talleres y capacitaciones.

Sobre el recorrido de las comunidades para hacer visibles sus demandas a lo largo del tiempo, Cayuqueo, que es activista del movimiento indígena a nivel nacional e internacional desde la década del sesenta, recordó la primera vez que viajó a Naciones Unidas, en 1977, en representación de su comunidad cuando el país estaba bajo la dictadura militar. “Cuando terminé mi exposición se me acercó el el embajador argentino para cuestionarme y luego mandó un informe diciendo que había hablado mal del país, lo que llevó a que en 1979 tuviera que exiliarme. Fue una época dura, las comunidades no se podían reunir, hubo represión contra los Qom y todo era en silencio”, relató.

En 1971, poco antes de ese encuentro en Ginebra, se estableció la denominada Declaración de Barbados. “Fue una primera articulación entre pueblos indígenas y antropólogos, que anunciaban que debía cambiar la universidad. Hoy, 50 años después, todavía urge ver cómo ha cambiando la universidad”, reflexionó Bellier, que también es responsable del Laboratorio de Antropología de las Instituciones y las Organizaciones Sociales del Instituto Interdisciplinario de Antropología de lo Contemporáneo (LAIOS–IIAC).

Siete de cada diez integrantes de pueblos indígenas residen en ámbitos urbanos.

Al respecto, agregó que los pueblos indígenas, por su historia, posicionamientos y luchas, tienen un papel de “lanzadores de alerta” de lo que va a ocurrir a la humanidad. “Dentro de la universidad, la academia y los medios, muchas veces se los ve como gente del pasado, pero son el presente y quieren ser el futuro”, subrayó la especialista que trabaja en ONU/International, y agregó que, a lo largo de su carrera, tuvo “que empujar paredes para que los pueblos indígenas sean reconocidos, no como un objeto de estudio, sino como sujetos de derechos”.

Vecinos indígenas

Cuatro de cada diez integrantes de pueblos indígenas habitan en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), adonde el pueblo Qom (Toba) es el más numeroso (con 14.466 integrantes), seguido por el Pueblo Mapuche (9.745), el Pueblo Guaraní (9.089), Tupí Guaraní (8.483), Diaguita y Diaguita Calchaquí (6.217), Ava Guaraní (3.268), Tehuelche (1.664), Rankulche (1.370), Huarpe (1.136) y Selkaman u Ona (114), según datos de la Encuesta Complementaria de Pueblos Indígenas (INDEC, 2004-2005).

Del mismo modo, la presencia de indígenas en centros urbanos se repite en otras partes del país, en especial en lugares cercanos a zonas de alta concentración de población originaria como la Pampa, la Patagonia, el Noreste y el Noroeste. Así, integrantes del pueblo Qom (Toba) se han establecido en Rosario (Santa Fe), Formosa y Resistencia y Sáenz Peña (Chaco); miembros del pueblo Mapuche se instalaron en localidades como Neuquén, Bariloche, Zapala, Junín de los Andes y Esquel; los del pueblo Ranquel se trasladaron a Santa Rosa (La Pampa) y, entre los Comechingones, se movilizaron a diversas localidades de Córdoba. Lo mismo ocurrrió con integrantes de los diversos pueblos indígenas de Salta, que se establecieron en la capital de esa provincia, en Tartagal y Orán; y de los pueblos Koya, Aymara y Guaraní, que se instalaron en San Salvador de Jujuy, Humahuaca y Tilcara, entre otras localidades.

Evolución del Programa Nacional de Relevamiento Territorial Indígena

De las 1687 comunidades identificadas en la actualidad por el Programa Nacional de Relevamiento Territorial Indígena (RETECI), se ha iniciado el proceso de relevamiento a 967 comunidades, que representan apenas un 57% del total, de las cuales apenas un 38% ha terminado, y quedan 720 comunidades por relevar.

¿Por qué se ha producido este desplazamiento poblacional? Las causas han sido variadas y diversas a lo largo del tiempo, puesto que las poblaciones indígenas fueron expulsadas de sus territorios desde tiempos coloniales. Durante las últimas décadas, las migraciones se aceleraron de la mano del avance del modelo agroindustrial y productivo, caracterizado, entre otras cosas, por la mecanización agrícola, el avance de la frontera agraria, la denominada pampeanización de la región chaqueña, los desmontes indiscriminados, la reconversión de usos agrícola-ganaderos a turísticos-inmobiliarios y la crisis de las actividades económicas de productores familiares, como el caso de la ganadería ovina en la Patagonia.

Junto con ellos, familiares de estas comunidades que permanecen en zonas rurales continúan reclamando por la aplicación de la Ley 26.160, que declara la emergencia de posesión y propiedad de las tierras que tradicionalmente ocupaban los pueblos indígenas del país, que fue sancionada en el año 2006 y fue prorrogada en tres oportunidades, la última vez en 2017 y hasta el año 2021.

Esta medida permite relevar las tierras ocupadas por dichas comunidades, suspender los desalojos de esas tierras y establecer la realización del relevamiento técnico-jurídico-catastral de la situación dominial de las tierras ocupadas por las comunidades indígenas, cuya dirección pone a cargo del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI).

Sin embargo, trece años después de haber sido sancionada, su implementación continúa siendo insuficiente. De las 1687 comunidades identificadas en la actualidad por el Programa Nacional de Relevamiento Territorial Indígena (RETECI), se ha iniciado el proceso de relevamiento a 967 comunidades, que representan apenas un 57% del total, de las cuales apenas un 38% ha terminado, y quedan 720 comunidades por relevar.

“La presencia de indígenas en las ciudades es la expresión de la imposibilidad de desarrollar su existencia en los territorios que originariamente poblaron”, afirmó el doctor en Antropológía Juan Engelman, que forma parte de un grupo de extención y transferencia de la FFyL/UBA que trabaja desde hace años con estas comunidades y participó en la organización del encuentro. “Los derechos indígenas no sólo atañen a un reconocimiento cultural, sino a las reivindicaciones respecto de una vida digna que sólo se concretará a partir del derecho a la tierra, a la vivienda y a un trabajo digno”, sostuvo.

Fuente: Agencia TSS – 24 de Octubre de 2.019

viernes, 18 de octubre de 2019

Esencia

A veces me contradigo
A veces me abandonó
A veces retomó
A veces me ausentó
A veces soy firme
A veces cambiante
A veces floresco
A veces me muero
A veces soy abono
Algunas soy retoño.
Y en todas las veces
Encuentro el retorno....

Puedo cambiar mis hojas
Pero jamás
Arrancare mis raíces.
La esencia vale más que el embalaje...
Aho!!

Claudia Martinez M

jueves, 17 de octubre de 2019

No te olvides de Ti!!!



Hola ser bonito,

Si experimentas a tu corazón sintiendo intensamente y crees que es más de lo que estás en capacidad de resistir...
¡no te resistas!
Déjate ser, déjate sentir, déjate fluir...

¿Te puedo pedir algo?
Confía en este tiempo de transformación. En tu vida humana.
Estamos en una metamorfósis del corazón.

¿Cuánto tiempo evitando sentir?

Ahora el amor te mira de frente a los ojos y
te regala una nueva oportunidad para que camines en resonancia con tu corazón y con la tierra.

¿Aceptas?

Te pido que tengas el coraje de sentir.
Te pido que confíes.
Te pido que seas valiente.

Escucha tu latido.

No te olvides que eres amor.
No te olvides que eres tú.
NO TE OLVIDES DE TÍ.

Gracias,

Giselle Guerra.

El Museo de La Plata restituyó los restos del Cacique Polvareda al pueblo Qom






Este jueves se desarrolló la ceremonia de restitución del cráneo del cacique Polvareda, muerto en 1866 durante el genocidio conocido como la "Conquista del desierto verde". Los restos dejaron de ser parte de las colecciones del Museo de La Plata para ser enterrados en tierras de una comunidad Qom en Villa Guillermina, Santa Fe.

En diálogo con Info BLANCO SOBRE NEGRO, el antropólogo del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI), Fernando Miguel Pepe, “Es un orgullo que las comunidades qom del norte de Santa Fe me hayan dejado acompañarlos en la búsqueda del cacique para esta reparación histórica”.

Y agregó: “Esta restitución no solo repara a las comunidades, sino también a los antropólogos que no han sido parte del genocidio pero que conviven día a día con estos restos que son producto del intento de exterminar a los pueblos. Nos sentimos un poco más sanos por una antropología más ética que impulsa un cambio de paradigma para que la ciencia sea más humana”.

“El cráneo del cacique Polvareda será enterrado bajo un Quebracho en Villa Guillermina para que finalmente encuentre paz”, detalló el Cacique Darío Pereyra, de la comunidad N’hala (Sol).

El antropólogo especialista en restituciones contó que el cráneo de Polvareda llegó al Museo de La Plata en manos del agrimensor Carlos Chaperouge que "acompañó al Coronel Manuel Obligado en el genocidio perpetrado al pueblo Qom para realizar la demarcación de las tierras arrebatadas a los pueblos del Gran Chaco”.

Un parte militar firmado por el comandante de la Frontera Norte de Santa Fé, Matías Olmedo, registró: "Enero 24 de 1866. Al Sr. Gobernador Constitucional de la Provincia, Nicasio Oroño. ¡Viva la Patria! Excelentísimo Señor Gobernador, no hemos hecho todo pero hemos triunfado completamente dejando en el Chaco en diferentes combates, 74 indios muertos de pelea (…) entre éstos, 5 caciques – Ponciano Morcona, Antonio Ahaquihancalé, Juan de la Cruz Cacitoquí, Cruz Polvadera y Nicolás Samaquín”.

Las comunidades sostienen que esta restitución reconoce el genocidio al pueblo Qom y valida el reclamo territorial realizado por la comunidad Sol en el municipio de Las Toscas.

Fuente: Info Blanco y Negro - Agencia de Noticia (Buenos Aires) - 17 de Octubre de 2.019

Caminar de manera sagrada...



"... Cada paso que des debe ser una oración.
Y si cada paso que das es una oración,
entonces siempre vas a caminar de una manera sagrada..."

miércoles, 16 de octubre de 2019

Curso Clase 7 - La Herencia Misionera - Historia de la Provincia de Misiones - Capítulo 7: Leyendas Guaraníes



Leyenda de las Cataratas del Iguazú


La leyenda de las Cataratas del Iguazú tiene por protagonistas a dos guaraníes: Naipí y Tarobá.

A orillas del Iguazú tenían sus poblados los guaraníes que vivían felices en las fértiles tierras bañadas por el río en dónde habitaba el dios Mboi, hijo de Tupá. Este dios que tenía aspecto de monstruosa serpiente, sólo les exigía como pago por su protección que una vez al año le fuera entregada una bella joven que debía de ser arrojada al río para que viviera solamente para su culto.

Esta ceremonia era muy importante para la aldea y por eso, el día señalado para la ofrenda, se celebraba una gran fiesta a la que eran invitadas las tribus vecinas. Un año fue elegida para el sacrificio la hija de Igobi, el cacique de la aldea, una hermosa joven llamada Naipí de la que se decía que cuando se asomaba al río éste se detenía para contemplar su belleza, quizás por eso Mbo'i estaba tan satisfecho con la ofrenda. Pero las cosas se iban a complicar un poco pues al frente de una de las tribus invitadas llegó un apuesto muchacho llamado Tarobá que al ver a la joven quedó prendado de su belleza hasta el punto de que decidió hablar con el padre de Naipí y con los ancianos de la tribu para salvar a la joven. Pero éstos no se dejaron convencer, la ofrenda era digna del dios y sería entregada.


Tarobá no se rindió y pensó que sólo la podría salvar si la raptaba, así que esperó a que la fiesta estuviera en su momento mas intenso y mientras el hechicero y los caciques bebían cauim (bebida hecha con mandioca o maíz fermentado) y los guerreros danzaban, él tomó a Naipí de la mano y la condujo a una canoa que tenía preparada en el río. Nadie se dio cuenta de la desaparición de la pareja, nadie excepto Mbo´i, que desde el río observaba la fiesta en la que le sería ofrecida la joven.

Tarobá impulsaba la canoa río abajo ayudado por la corriente, pero Mbo´i que estaba furioso comenzó a perseguirlos y su cólera fue tal que penetró en las profundidades de la tierra logrando que el curso de río se rompiera en dos partes, una se elevó a gran altura y la otra se hundió produciendo que el agua al caer formara una gran catarata que arrastró la canoa en donde viajaban los enamorados.

Pero esto no suavizó la furia de Mbo'i, no le bastaba con que ambos murieran, deseaba para ellos un gran castigo que durara eternamente, así que transformó a Tarobá en un árbol que nació inclinado sobre las aguas como queriendo alcanza a Naipí que a su vez fue convertida en una roca situada en el centro del río justo en el lugar en donde cae con más fuerza el agua de la cascada, luego él se adentró en una gran cueva para poder vigilarlos e impedir que se unieran de alguna manera.

Pero la fuerza del amor siempre intenta que dos corazones que se aman puedan en algún momento unirse y por eso, en días en que el sol luce con intensidad, surge un arco iris que enlaza al árbol con la roca permitiendo que durante un momento los amantes se encuentren a pesar de la oposición de Mbo'i.


Leyenda de la Yerba Mate
De noche Jasy (Yací), la luna, alumbra desde el cielo misionero las copas de los árboles y platea el agua de las cataratas. Eso es todo lo que conocía de la selva: los enormes torrentes y el colchón verde e ininterrumpido del follaje, que casi no deja pasar la luz. Muy de trecho en trecho, podía colarse en algún claro para espiar las orquídeas dormidas o el trabajo silencioso de las arañas. Pero Yací es curiosa y quiso ver por sí misma las maravillas de las que le hablaron el sol y las nubes: el tornasol de los picaflores, el encaje de los helechos y los picos brillantes de los tucanes.

Pero un día bajó a la tierra acompañado de Araí, la nube, y juntas, convertidas en muchachas, se pusieron a recorrer la selva. Era el mediodía y, el rumor de la selva las invadió, por eso era imposible que escucharan los pasos sigilosos del yaguareté que se acercaba, agazapado, listo para sorprenderlas, dispuesto a atacar. Pero en ese mismo instante una flecha disparada por un viejo cazador guaraní que venía siguiendo al tigre fue a clavarse en el costado del animal. La bestia rugió furiosa y se volvió hacia el lado del tirador, que se acercaba. Enfurecida, saltó sobre él abriendo su boca y sangrando por la herida pero, ante las muchachas paralizadas, una nueva flecha le atravesó el pecho.


En medio de la agonía del yaguareté, el indio creyó haber advertido a dos mujeres que escapaban, pero cuando finalmente el animal se quedó quieto no vio más que los árboles y más allá la oscuridad de la espesura.


Esa noche, acostado en su hamaca, el viejo tuvo un sueño extraordinario. Volvía a ver al yaguareté agazapado, volvía a verse a sí mismo tensando el arco, volvía a ver el pequeño claro y en él a dos mujeres de piel blanquísima y larguísima cabellera. Ellas parecían estar esperándolo y cuando estuvo a su lado Yací lo llamo por su nombre y le dijo:
- Yo soy Yací y ella es mi amiga Araí. Queremos darte las gracias por salvar nuestras vidas. Fuiste muy valiente, por eso voy a entregarte un premio y un secreto. Mañana, cuando despiertes, vas a encontrar ante tu puerta una planta nueva: llamada caá. Con sus hojas, tostadas y molidas, se prepara una infusión que acerca los corazones y ahuyenta la soledad. Es mi regalo para vos, tus hijos y los hijos de tus hijos…


Al día siguiente, al salir de la gran casa común que alberga a las familias guaraníes, lo primero que vieron el viejo y los demás miembros de su tevy fue una planta nueva de hojas brillantes y ovaladas que se erguía aquí y allá. El cazador siguió las instrucciones de Yací: no se olvidó de tostar las hojas y, una vez molidas, las colocó dentro de una calabacita hueca. Buscó una caña fina, vertió agua y probó la nueva bebida. El recipiente fue pasando de mano en mano: había nacido el mate.



La leyenda del caraguatá


Una leyenda argentina relata la historia de la flor del caraguatá (rojo corazón legendario).

Después de pasar una noche intranquila y cuando apenas había amanecido, una joven india se dirigió al río para beber porque una sed intensa la acosaba. La niebla desplegaba su bordado encaje sobre el lugar, el río rizaba su fresca corriente, y la jovencita se echó de bruces y comenzó a beber con fruición.

Al ponerse de pie descubrió un bulto a su lado; con curiosidad lo observó de cerca aprovechando que el sol naciente, con sus tintes rojos, alejaba la neblina.

Así, sorprendida, pudo contemplar a un joven hermoso que dormía en la orilla; su primera reacción fue huir, pero era tan bello que no pudo dejar de observarlo. Éste despertó y, sorprendido, clavó su mirada penetrante en ella, dio un salto y la apretó entre sus brazos. Desesperada al ver los adornos plumarios que llevaba el joven, porque reconoció que pertenecían a una tribu enemiga, trató inútilmente de desasirse de esos brazos fuertes que parecían de piedra.


Ambos hablaron y sintieron que un sentimiento extraño les embargaba. Acordaron volver a encontrarse y así lo hicieron en varias oportunidades, protegidos por los negros pabellones de la noche que templaba el desvelo de la fiebre de amor que los consumía.

Una noche en que estaban planendo huir, ya que el gran amor que sentían no sería aprobado por ninguna de sus tribus, vieron caer una estrella fugaz. Se preguntaron si esa luminosidad efímera sería anuncio de ventura o presagio de dolor.

Decidieron huir a la noche siguiente porque el peligro aumentaba en cada jornada y no deseaban que la lumbre sensitiva del amor que sentían fuera apagada por la incomprensión de los suyos.

La actitud extraña de la jovencita, quien se mostraba silenciosa, como si estuviera ausente y rehuía a los jóvenes guerreros que la pretendían, comía poco y solía desaparecer de noche, provocó sospechas en uno de sus hermanos.


Cuando ella salió para encontrarse con su amado y huir, éste la siguió sin que la joven se percatara.

Al encontrarse, los enamorados se abrazaron y de improviso un rugido airado surgió de la espesura y la figura del hermano iluminado por la luna emergió apuntándoles con el acto que, tensado, anunciaba el inminente disparo de la flecha que atravesaría ambos cuerpos. El enamorado se desprendió del abrazo y la protegió con su cuerpo. La flecha lo traspasó y cayó muerto a los pies de su amada.

Nadie pudo arrancar del lugar a la jovencita, que pasó la noche llorando en su desvelo, en horas de eterna amargura la dicha que perdió. Cuando la aurora, con su bello resplandor, coloreaba el monte, el cuerpo del muerto se abrió y surgió su corazón. Pendió de él hasta que se fue convirtiendo en una planta desconocida en la que se posó transformado en una roja flor.

Este es el origen de la flor del caraguatá, que nació para verter la misteriosa esencia del consuelo en el espíritu atribulado de la amada.

Texto: Zunilda Ceresole de Espinaco.
Fuente: Diario El Litoral – Santa Fe (Argentina)