Oh! Madre tierra, Oh! Padre cielo.
Somos vuestros hijos, y con la espalda cansada os traemos regalos que amáis. Luego tejemos para nosotros un vestido de esplendor que la urdimbre, sea la luz blanca de la mañana, que la trama sea la luz roja de la tarde, que los flecos sean la lluvia que cae, que la orla sea el arco iris que se levanta.
Por esto tejemos para nosotros un vestido de esplendor, para que podamos caminar convenientemente por donde cantan los pájaros, para que podamos caminar convenientemente por donde la hierba es verde, Oh Madre tierra, Oh Padre cielo.
Wakan Tanka, Gran Misterio,
enséñame a confiar
en mi corazón,
en mi mente,
en mi intuición,
en mi sabiduría interna,
en los sentidos de mi cuerpo,
en las bendiciones de mi espíritu.
Enséñame a confiar en estas cosas,
para que pueda entrar en mi Espacio Sagrado
y amar más allá de mi miedo,
y así Caminar en Equilibrio
con el paso de cada glorioso Sol.
Fuente: Sonqoñan
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