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Nuestras culturas originarias guardan una gran sabiduría. Ellos saben del vivir en armonía con la naturaleza y han aprendido a conocer sus secretos y utilizarlos en beneficio de todos. Algunos los ven como si fueran pasado sin comprender que sin ellos es imposible el futuro.

jueves, 22 de junio de 2017

Stonehenge y Cuzco, dos destinos unidos por el culto al sol

Atardecer en Stonehenge (Inglaterra) 

Solsticio proviene del latín solstitium, que quiere decir sol y statum, literalmente significa ‘sol estático’. Es la época del año en que el sol se encuentra en uno de los trópicos siendo la duración del día, o de la noche, los máximas del año.

Ocurre regularmente alrededor del 21 de junio, y se denomina de verano o vernal, en el hemisferio norte, y se da la circunstancia de que es el día más largo y la noche más corta, y el de invierno o hiemal, en el hemisferio sur, que supone todo lo contrario, el día más corto y la noche más larga. En ambos casos los rituales, celebraciones y tradiciones giran en torno al sol como símbolo de renacimiento y esperanza.

Miles de personas han celebrado el solsticio de verano en Stonehenge

Dos destinos espirituales


Midsummer en Stonehenge

Stonehenge es un yacimiento megalítico de más de 5.000 años de antigüedad, declarado Patrimonio de la Humanidad, que se cerca de Amesbury, en el condado de Wiltshire. El denominado ‘templo del Sol’ está formado por círculos concéntricos de piedras que llegan a tener cinco metros de altura y pesan casi cincuenta toneladas.

Los especialistas dicen que una vez fue un cementerio, pero no se sabe a ciencia cierta cuál es la finalidad de esta estructura, lo único evidente es que su propósito está relacionado con la salida y la puesta del sol.



En la década de 1960, el astrónomo Gerald Hawkins sugirió que el grupo de piedras megalíticas funcionaba como un calendario astronómico, aunque, más recientemente, los signos de enfermedad y lesión en los restos humanos desenterrados indican que podría ser un considerado como un lugar curativo.

Durante los solsticios, los rayos del sol se alinean de forma singular entre las piedras, pasando por encima de la piedra Heel, fuera del círculo. Para muchos es un sitio sagrado, por lo que, casi doce mil personas se reúnen, cada año, en este lugar tan especial, para contemplar la salida del sol. Se puede ver gente de lo más variopinta, con disfraces y acompañados de instrumentos musicales.

Cientos de personas se reunieron el 21 de junio, antes de la salida del sol, en Stonehenge (Inglaterra) para celebrar el solsticio de verano. Y lo hicieron vistiendo como druidas, paganos y juerguistas.


Las autoridades han prohibido el alcohol, las drogas, hacer fuego, llevar sillas, mesas... solo es posible cargar una pequeña mochila y ropa de abrigo. El acceso es gratuito y se puede llegar a pie, en bicicleta, autobús y en taxi, son solo cuatro kilómetros desde Amesbury.

Para los que quiera asistir al evento y, además, pasárselo bien, hay un festival que dura cuatro días en las proximidades del monumento. Se puede acampar, beber, comer y hay música en vivo por tan solo 30€. 

Inti Raymi en Cuzco (Peru) 

El rey Inca participando en el Inti Raymi en Saqsayhuman, Cuzco (Peru)

Al otro lado, en Perú, tiene lugar la ceremonia del Inti Raymi, la fiesta del sol, a la que asisten unas 200 mil personas. Es una antigua ceremonia religiosa del imperio Inca en honor al dios Inti.

Según la tradición, Pachacútec, el primer Inca, creó este rito para celebrar el solsticio de invierno que marcó el primer día del Año Nuevo en el calendario Inca. El festejo duraba 15 días, con bailes, tradiciones, hojas de coca, chicha (la cerveza Inca) y sacrificios de animales. Se trataba de un ciclo anual en el que el sol renacía cada año.


Durante la noche anterior al solsticio, se apagaban las luces de la plaza de Huacaypata, la plaza de Armas actual de Cuzco, y el rey con su familia, descalzos, esperaban la salida del sol de cuclillas ante la nobleza, el ejército y el pueblo.

Después todos iban al templo Qorikancha donde entregaban ofrendas al sol y realizaban sacrificios de animales que cocinaban en el fuego sagrado surgido del brazalete del Sumo sacerdote. Posteriormente, repartían la comida entre los presentes


La representación, en la que intervienen miles de personas con vestidos típicos, empieza frente al Qorikancha, Los lugareños suelen llegar temprano para ver como el rey inca realiza una invocación al sol.

El último Inti Raymi con la presencia del Inca fue realizado en 1535. Después de la conquista española, la ceremonia fue suprimida por la Iglesia Católica y se olvidó hasta mediados del siglo XX, cuando decidieron recuperarlo y realizar una interpretación teatralizada de lo que fue, para ello cambiaron la fecha original por la del 24 de junio.


El séquito real continúa la corta distancia hasta la plaza de Armas del Cuzco, donde se desarrolla la mayor parte de la ceremonia, el mejor lugar para no perderse nada son los balcones de bares, cafés y restaurantes que rodean la plaza.
Los espectadores, entre tanto, esperan en la explanada del antiguo emplazamiento arqueológico Inca de Saqsayhuman, donde tiene lugar la parte final de la recreación. Aquí se habilitan tribunas con capacidad para 3 859 espectadores que pueden comprarse por internet. El festival termina con el sonido de los cuernos, panpipes y tambores.

En cada celebración de los solsticios está representada la eterna lucha entre la luz y la oscuridad.

Fuente
La Vanguardia (España) – 21 de Junio de 2.017

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