Un espacio destinado a fomentar la investigación, la valoración, el conocimiento y la difusión de la cultura e historia de la milenaria Nación Guaraní y de los Pueblos Originarios.

Nuestras culturas originarias guardan una gran sabiduría. Ellos saben del vivir en armonía con la naturaleza y han aprendido a conocer sus secretos y utilizarlos en beneficio de todos. Algunos los ven como si fueran pasado sin comprender que sin ellos es imposible el futuro.

miércoles, 2 de noviembre de 2016

Los pueblos originarios reciben a los espíritus de los difuntos


Kollas, qheshwas, mapuches, diaguitas y querandíes entre otros se reúnen con sus familias alrededor de una mesa con las comidas y bebidas favoritas del familiar que ya no está en este plano, para celebrar juntos el reencuentro.

Los pueblos originarios celebran hoy el Día de los Muertos, sin llanto ni luto sino con bailes, chicha, guirnaldas de flores y la alegría de saber que sus difuntos vuelven a visitarlos.

"La expansión del catolicismo en Latinoamérica resignificó los cultos a los muertos, desde México al altiplano de Argentina, y muchos de estos rituales pasaron a realizarse el 1 de noviembre, Día de todos los Santos, o el 2, Día de los Muertos, manteniendo las características originarias "conjugadas con creencias católicas. Estas fechas son parte de la construcción de nuevas identidades donde conviven el pasado indígena, el pasado europeo y un presente bien nuestro", explicó a Télam el antropólogo Fernando Pepe.

El especialista en restituciones de restos óseos de los pueblos originarios destacó que "durante la expansión del culto católico al norte de Europa incorporó rituales celtas, el más conocido el Halloween -contracción de all hallows' eve, o Víspera de Todos los Santos-, también llamado Noche de Brujas, que internacionalmente se celebra en la noche del 31 de octubre, sobre todo en la angloesfera".

"Halloween es una fiesta moderna resultado del sincretismo originado por la cristianización del `Samhain´, que eran las fiestas del fin de verano celtas, y la festividad cristiana del Día de Todos los Santos, celebrada por los católicos el 1 de noviembre, y que llega a nuestro continente a raíz de la emigración irlandesa a Estados Unidos”, explicó.

Por eso, "ver a Halloween como opuesto al Día de los Muertos" es una falsa antinomia simplista que niega la complejidad cultural de nuestro territorio" pues "las dos festividades fueron básicamente `establecidas´ por la iglesia católica antes o después del Día de Todos los Santos", concluye Pepe.

"Para los pueblos andinos, y en general para la mayoría de los pueblos originarios, la vida no es lineal, no es nacer, crecer y morir sino que es un ciclo: el cuerpo vuelve a la Pacha (Tierra) pero el espíritu, la energía, el alma o newen, como le llaman los mapuches, se va a otro plano y ese día se abre una puerta y vuelven a visitarnos, por lo que hay que esperarlos con alegría”, explicó a Télam Valentín Palma Callamullo, colla e integrante del Movimiento en Defensa de la Pacha (MDP).

El 1 de noviembre al mediodía "se recibe al difunto con una mesa con las comidas y bebidas que le gustaban y se hacen cantaguagua, que son muñequitos de pan que al día siguiente se reparten entre los familiares que participaron de la celebración", detalló.

Toda la casa se viste de fiesta, con colores alegres, fotos del difunto y guirnaldas de flores, y se baila y canta en su memoria hasta el día siguiente, cuando vuelve al otro plano.

El movimiento que integra Palma Callamullo lucha por preservar un sitio sagrado de los querandíes, ubicado a 35 kilómetros de Capital Federal, que fue un cementerio indígena y hoy corre peligro ante el avance del sector inmobiliario, que construye en la zona barrios privados náuticos. Punta Querandí está en Dique Luján, en la calle Brasil y canal Villanueva, a un kilómetro y medio de la Ruta 26, en el partido de Tigre.

"El 1 de noviembre celebraremos allí, de manera privada, la ceremonia del Día de los Muertos y el próximo 6 de noviembre realizaremos una jornada cultural abierta a toda la comunidad, con talleres y charlas donde se reclamará la repatriación de los restos de más de un centenar de personas enterradas en este sector ", anunció.

Por su parte la antropóloga Paula Churquina, explicó a Telam que "mientras que para los cristianos la muerte es el pasaje de una vida a otra y hay que orar por los espíritus que están en el Purgatorio, para la percepción indígena generalmente es de un ciclo infinito de renovación constante".

"El culto a los muertos incluye relaciones con lo sobrenatural, en una acción colectiva, promoviendo la cohesión social a través de estas ceremonias. Son mecanismos de socialización mediante los cuales se expresan las comunidades conjuntamente, de manera organizada y con manifestaciones particulares en torno a los antepasados, reafirmando su identidad religiosa y cultural", resumió la especialista.


El hombre de conocimiento qheshwa Carmelo Sardinas, Tayta Ullpu, explicó a ElOrejiverde que “los 1 y 2 de Noviembre son muy significativos desde la espiritualidad. Para la cultura andina, es un contacto que se produce en estos días, cuando el espíritu de nuestros difuntos visita a cada uno de sus descendientes, hijos/as o nietos/as”.

“Cada año, en estas ceremonias, tomamos contacto con nuestros antepasados para nunca desvincularnos de ellos. A través de las tradiciones volvemos a reafirmar la unión de nuestro cordón umbilical con el espíritu de la Pachamama, el Cosmos y los que alli habita. Como sabemos que ellos se presentan les preparamos las llamadas "ofrendas", que son todas las comidas y bebidas que le gustaba en vida a cada uno de los difuntos. No tenemos que hablar de las bebidas alcohólicas que hoy se conocen porque fueron producto de la invasión y la imposición de otras vivencias que no son nuestras, desde 1492”.

“Para nuestra cultura andina” –continúa Carmelo- “la muerte es el paso de una vida hacia la otra vida, donde el ser humano cumple su ciclo; el alma y el espíritu se desprenden del cuerpo. El espíritu se eleva hacia el espacio cósmico al encuentro con sus ancestros, a prepararse para volver y posar en otro ser y el alma queda para cuidar y guiar a sus descendientes”.

“Por eso en la cultura andina siempre pedimos y honramos con nuestra hoja sagrada la Mama koka, a nuestros abuelos como también asperjamos con las bebidas antes de tomar primero a ellos que son nuestros guardianes y guías en nuestro andar de todos los días de la vida, en el camino”.

Fuentes: Telam/ElOrejiverde – 1º de Noviembre de 2.016

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