Un espacio destinado a fomentar la investigación, la valoración, el conocimiento y la difusión de la cultura e historia de la milenaria Nación Guaraní y de los Pueblos Originarios.

Nuestras culturas originarias guardan una gran sabiduría. Ellos saben del vivir en armonía con la naturaleza y han aprendido a conocer sus secretos y utilizarlos en beneficio de todos. Algunos los ven como si fueran pasado sin comprender que sin ellos es imposible el futuro.

sábado, 17 de octubre de 2015

El "yvyraro", un árbol ictiotóxico de los guaraníes


El "Yvyraro", Myrsine laetevirens (Mez) Arechav. (Myrsinaceae)  es un árbol de 15 metros de altura y hasta 30 cm de diámetro, crece en el interior o en el borde de la selva primaria o secundaria, así como también en ambientes abiertos. Sus ramas de anteúltimo orden, menores de 4 mm de diámetro; su ápice glabro o ligeramente piloso; sus hojas con margen entero y cavidades secretoras elipsoidales no traslúcidas y los ejes de sus inflorescencias mayores de 3 mm de longitud son caracteres que permiten distinguir a esta especies de sus otros congéneres nativos del Cono Sur de América del Sur (Otegui, 1998).

El aprovechamiento de Myrsine laetevirens por parte de los Guaraníes se efectúa en temporada estival cuando los cursos de agua se hallan con bajo caudal y poco oxigenados. La extracción de la corteza se realiza mediante raspado, usando para ello la hoja afilada de un machete (Fig. 1G). Generalmente se obtiene material de corteza en un tramo que va desde la base del tronco hasta la altura que resulte cómoda para el operario (Fig. 1H). Sin embargo, para aprovechar la máxima cantidad de material posible en ciertas ocasiones se apean los ejemplares, especialmente si son pequeños o si el curso de agua es importante en caudal. Durante el procedimiento de extracción, los operarios tratan de evitar que las gotas del abundante fluido que contiene la corteza ("tykue") entren en contacto con los ojos, pues causan una gran irritación ("añopi ramo yvyraro pire cherecha ko'õ": cuando raspo la corteza del "Yvyraro" se me irritan los ojos). Para atenuar este inconveniente recomiendan no efectuar el raspado al mediodía o durante las horas de intenso calor.
 
Fig. 1. A, ejemplares adultos. B, corteza. C, rama con flores y frutos donde se aprecia una rama de segundo orden y el eje de la inflorescencia. D, hojas. E, cavidad secretora elipsoidal. F, flor. G, "iñopi", procedimiento de extracción de la corteza. H, árbol al cual se ha extraído la corteza. I, "mboju'i", liberación de la sustancia ictiotóxica en curso de agua. Escalas: A = 1 m; B = 10 cm; C = 0,3 cm; D = 2 cm; E= 0,02 cm; F= 0,25 cm; (A-F, Keller et al. 4287; G - H, Keller & Duarte p4318).
Los fragmentos laminares de corteza obtenidos por raspado ("ikure"), se introducen en recipientes permeables, ya sean cestas tradicionales de bambú confeccionadas en las comunidades o más frecuentemente bolsas de hilo de arpillera o polietileno que obtienen en el mercado. El recipiente con la corteza que se obtiene del raspado es enjuagado dentro del sitio escogido en un curso de agua (Fig. 1I) hasta conseguir la concentración adecuada; puesto que la superficie del agua se torna espumosa se utiliza el verbo "mboju'i" (espumar) para indicar este procedimiento. En cambio el verbo utilizado para definir la pesca con lianas ictiotóxicas es "pira nupã" (golpear peces), pues la toxicidad menos intensa de estas lianas maceradas exige ultimar los peces mediante certeros machetazos o con saetas. Todos los informantes coinciden en que el "Yvyraro" supera ampliamente a otros ictiotóxicos en cuanto a rendimiento y efectividad en tiempo y en especies de peces ("irundy vórcha aty a'evema yy guachu peñuara": cuatro bolsas de corteza son suficientes para un gran curso de agua). Dicen que esta cantidad se obtiene a partir de dos árboles de porte medio a pequeño.  

De acuerdo con un informante de dicha aldea, es preferible usar el "Yvyraro" en los tramos medios y bajos de los cursos de agua; evitando aplicar este material en las proximidades de nacientes, esta regla busca no ofender al espíritu del agua "Yy ja", lo cual trae consecuencias negativas como afirman los pobladores, tales como el agotamiento de las vertientes y enfermedades, entre otras. Esta creencia tiene probablemente un efecto benéfico sobre la población de peces, ya que el desove y los primeros estadios del desarrollo de muchos de ellos ocurre aguas arriba. 

El nombre "Yvyraro" se traduce literalmente cómo "Árbol-amargo", sin embargo ni la corteza, ni el leño, ni las hojas tienen tal sabor. Ocurre que el término "ro" o "yro" es a veces usado por los "Mby'a" para indicar un principio amargo asociado a ciertos niveles de toxicidad ("poã yro reve añua jajukapa tacho'i": mediante medicina con contenido amargo/tóxico eliminamos las lombrices intestinales), por lo cual una traducción más aproximada y acorde a sus propiedades es: el Árbol tóxico".

Fuente: http://www.scielo.org.ar/scielo.php?pid=S0011-67932009000100002&script=sci_arttext&tlng=pt

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