Un espacio destinado a fomentar la investigación, la valoración, el conocimiento y la difusión de la cultura e historia de la milenaria Nación Guaraní y de los Pueblos Originarios.

Nuestras culturas originarias guardan una gran sabiduría. Ellos saben del vivir en armonía con la naturaleza y han aprendido a conocer sus secretos y utilizarlos en beneficio de todos. Algunos los ven como si fueran pasado sin comprender que sin ellos es imposible el futuro.

lunes, 2 de junio de 2014

Los Tapieté

Historia
Las primeras menciones del pueblo Tapieté se producen en el siglo XIX.
Hacia fines del siglo XIX, encontramos a los Tapieté unidos a los Avá Guaraní, Chané, Qom y Chorote, para resistir el avance de los colonizadores, emprendimiento que culminaría de manera funesta para los nativos con la batalla de Kuruyuki en 1892. Los que salvaron su vida se dispersaron por los montes o fueron doblegados en las misiones, en el caso de los Tapieté fueron concentrados en la misión franciscana de Machareti, en la por entonces Provincia de Azero (Chuquisaca), Bolivia.
Durante la Guerra del Chaco entre Bolivia y Paraguay (1932-1935), los Tapieté fueron tomados como prisioneros y llevados al Paraguay. Muchos de ellos permanecieron en Paraguay después de la guerra, mientras que otros migraron a la Argentina y se asentaron en las afueras de la ciudad de Tartagal para trabajar en los ingenios azucareros y en los aserraderos. Se tornaron una sociedad más agrícola, complementando su dieta con la cacería, pero en la actualidad no practican la agricultura, en parte debido a la falta de tierras. Numerosos Tapieté tienen trabajos temporarios en la ciudad de Tartagal o como trabajadores agrícolas.


Geografía
Los Tapieté habitaban originariamente la región conocida como Gran Chaco, que se extiende entre Bolivia, Paraguay y Argentina. Con excepción de la comunidad Tapieté de Tartagal asentada en una ciudad, los Tapieté de Bolivia, Paraguay y la comunidad de Curvita (Santa Victoria, Argentina) están asentados en una zona típicamente chaqueña. Esta zona es seca, de vegetación xerofítica y monte bajo. La estación lluviosa es de diciembre a marzo. Los árboles como el algarrobo, el mistol y el chañar brindan frutos que son recolectados por los Tapieté para su consumo. El chaguar es una planta de múltiples usos: sus hojas fibrosas se usan para hacer sogas, redes, hamacas y bolsos y el tallo se tuesta y come. La fauna se compone de pecaríes, tapires, corzuelas, antas y animales domésticos como, por ejemplo, las gallinas, cabras, ovejas y cerdos. Los Tapieté asentados en las proximidades del río Pilcomayo se dedican a la pesca durante seis meses del año, actividad que constituye una importante fuente de alimento y de ingreso económico.

Lengua
El tapiete pertenece a la familia lingüística tupi-guaraní, una de las más documentadas y estudiadas de América Latina. Rodrigues (1984/85) distingue siete grupos de lenguas que conforman la familia tupi-guaraní. Según este autor el tapiete pertenece al primero de estos grupos junto con el guaraná antiguo, mbya, xetá, ñandeva (chiripá), caiwá, guaraní paraguayo, guayakí y avá guaraní.

Organización Política y Social
La principal organización social del pueblo Tapieté era la familia extensa formada por los padres y las familias de las hijas casadas. De esas familias extensas se fueron formando aldeas. 
En Bolivia, en el año 1993, los Weenhayek invitaron a los Tapieté a formar parte de un ente común, llamado Organización de Capitanías Weenhayek-Tapieté (ORCAWETA), afiliado a la CIDOB. Posteriormente, alentado por los vínculos lingüísticos, los Tapieté pretendieron integrarse a la Asamblea del Pueblo Guaraní (APG) de Bolivia.
Posteriormente formaron Capitanías, como la de los Guaraníes, para representar al pueblo en resolución de conflictos jurídico-socio-políticos. Los Tapieté de Bolivia se unieron a los Weenhayek (1993) y formaron la Organización de Capitanías Weenhayek-Tapieté (ORCAWETA), órgano afiliado a la Confederación de Pueblos Indígenas de Bolivia (CIDOB). Asimismo los Tapieté integraron la Asambea de los Pueblos Guaraníes de Bolivia.  En el año 2000, gracias a las luchas emprendidas por su organización y la CIDOB, los Tapieté de Bolivia se volvieron el primer pueblo indígena en contar con una Tierra Comunitaria de Origen (TCO) de 21.840 hectáreas debidamente saneadas. Asimismo en mayo 2005 se conformó la organización trinacional Tapiete (Paraguay-Bolivia-Argentina) denominada Mbajapui Tenta Tapii Ñandeareta, que cuenta con 3.200 afiliados.

Economía
La economía tapieté se basó orginalmente en dos rubros principales: la caza y la recolección en las planicies del Chaco y la pesca en el río Pilcomayo. Estas actividades son acompañadas por una agricultura suplementaria. La vegetación del Chaco es rica en alimentos; prácticamente todo el año hay frutas.

Cosmovisión
La cosmovisión Tapieté muestra elementos de los pueblos cazadores-recolectores del Chaco, con una fuerte influencia de la cosmovisión guaraní. Uno de los elementos tradicionales de la cosmovisión guaraní constituyen los seres protectores, cuidadores de la naturaleza, quienes vigilan el comportamiento con relación a la Madre Tierra. Los ancianos sabios de la comunidad tienen el don y una de su función es comunicarse con estos seres para resolver problemas que aquejan a la comunidad. 


Actualmente
Los Tapiete están asentados en un barrio llamado Misión Los Tapieté (cuatro manzanas de extensión), con una población de 750 individuos que está rodeada de barrios con población criolla. Sus hijos son minoría en la escuela pública del asentamiento. Probablemente este factor, sumado a otros como los matrimonios interétnicos, ha contribuido al proceso de cambio cultural y abandono abrupto de la lengua en la transmisión intergeneracional. Sin embargo, en los últimos años los Tapieté han estado involucrados en una serie de intercambios y viajes con los Tapieté de Bolivia y Paraguay. Estos contactos han ayudado a revitalizar la lengua en la comunidad Tapieté argentina. En el caso paraguayo, los Tapieté son una sociedad agrícola que mantiene el uso de la lengua. Asimismo, las comunidades bolivianas dependen de la agricultura, la caza, pesca, recolección y trabajos temporarios, y conservan el uso de la lengua.
La instrumentación de un programa de educación bilingüe en la Argentina ha brindado a los indígenas una mayor participación en el sistema educativo y una oportunidad para valorizar su lengua y su cultura. La escuela de la Misión Los Tapieté ha contratado a dos auxiliares bilingües para asistir a los niños de primero y segundo grado.


 Fuente: Consejo Interamericano sobre Espiritualidad Indígena

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