Un espacio destinado a fomentar la investigación, la valoración, el conocimiento y la difusión de la cultura e historia de la milenaria Nación Guaraní y de los Pueblos Originarios.

Nuestras culturas originarias guardan una gran sabiduría. Ellos saben del vivir en armonía con la naturaleza y han aprendido a conocer sus secretos y utilizarlos en beneficio de todos. Algunos los ven como si fueran pasado sin comprender que sin ellos es imposible el futuro.

lunes, 29 de junio de 2015

El Pueblo Wichi guarda miles de conocimientos para ser revelados


Un pueblo numeroso y con miles de años en nuestra región, aún nos es desconocido: los wichís.

Titstilh, heredero directo de un profundo sabio de ese pueblo, nos da a conocer ese mundo luminoso.

Hijo del célebre Tiluk, cacique y curador wichí, Titstilh, ha realizado en el Espacio Cultural Cebil, en Vaqueros, "Owatsanchejay", para dar a conocer aspectos de la espiritualidad wichí, un pueblo originario numeroso en la región, pero desconocido para los salteños. "El Chaco salteño guarda conocimientos. Es un libro gigante de miles y miles de hojas, al que hay que ir leyendo. No es tan necesario ir en busca de las sabidurías de otros países, tenemos que darnos cuenta que la sabiduría de nosotros está en el suelo donde ponemos el pie Esta es la idea principal, ojalá que tenga buen destino", dice Titstilh.

Maestro bilingüe y cacique de la comunidad wichí Santa Victoria 2, lleva adelante el Centro Cultural Tewok desde donde rescata las costumbres, mitos y conocimientos de su pueblo.
"El diálogo entre culturas es muy difícil, sigue siendo muy difícil desde hace muchos años: nos cuesta comprendernos. Para nosotros, el lenguaje castellano, para ustedes, las lenguas originarias. Y cuando cuesta, es difícil que nosotros seamos entendidos y entenderlos a ustedes", sentencia el cacique.

Difusión o extinción
Titstilh heredó de Tiluk, la responsabilidad de sostener el Centro Cultural Tewok de Santa Victoria, que desde hace 20 años viene recuperando el acervo wichi. Tsunaj (Colibrí), hermana de Titstilh heredó de su padre los conocimientos del mundo espiritual de su pueblo. "La intención es llevar adelante un proyecto para que nuestra cultura siga viva y se expanda mediante el intercambio, el diálogo. Estamos trabajando en el Centro Cultural Tewok para difundir el conocimiento relacionado con la espiritualidad, con la medicina tradicional, con la curación espiritual, mucho que la gente desconoce. Y sobre todo con la lengua materna. Eso nos interesa muchísimo. En muchas comunidades no nos tienen en cuenta porque ya han tomado otro rumbo. Cuando se mete la religión, ya sea la católica o la evangélica, va desapareciendo el pensamiento de los pueblos originarios. Y eso es una preocupación para mí y mi comunidad: conservar el pensamiento de nuestra cultura. Pero también difundirlo, para que ayude a cambiar la manera de vivir de mucha gente; en cuanto al entorno natural sobre todo. La llamamos "madre Naturaleza'' y después la abandonamos al turismo", se lamenta el cacique wichí.

Titstilh, alrededor del fuego y con la palabra que suena antigua y a la vez, tan necesaria en estos tiempos.
Súplicas
El trabajo de Titstilh y el Centro Cultural Tewok, se hace desde la falta total de recursos. "Hasta ahora no estamos recibiendo mucha ayuda. ­Qué palabra!: "Ayuda''... Me da verguenza decirla; ayuda. Porque con esa palabra prácticamente invocás a lo peor de la política", advierte.

Para que la memoria iluminada no se borre
Desde el Centro Cultural Tewok, el pueblo wichí recupera sus memorias.

"El pueblo wichi tiene millones de conocimientos bajo llave. No lo difunde por miedo. O algo así, no sé cuál sería la palabra correcta. Hay muchísimos abuelos que hoy están transmitiendo conocimientos tradicionales. Y desde Tewok, los estamos recuperando y sacando a la luz. Muchos prefieren guardarlos y ponerlos bajo llave para que esto no sea difundido, para que no haya nada raro. Pero esos conocimientos los van a encadenar a ellos el día de mañana", asegura el cacique Titstilh. Solo con la botánica que nos rodea, los salteños podríamos acceder a cientos de plantas curativas cuyo uso se ha perdido por prohibiciones.

"Somos perseguidos por la propia religión y la propia política. Eso hace que en los pueblos originarios siga en pie el miedo a contar sus cosas. Por eso la intención es que los centros culturales como el Tewok nos comuniquemos e intercambiemos estrategias de comunicación, de difusión y participación. Nosotros decimos que existimos y vamos a seguir haciéndolo. Como tenemos esta Salta rica en naturaleza, los pueblos originarios también vamos a apoyar el derecho del pueblo salteño para que adquiera los conocimientos que venimos a dar. Son conocimientos de fortaleza. Ninguno debe dudar de dónde está, ni de dónde viene, ni cómo enfrentar el futuro, para que esta memoria iluminada no se muera nunca", dice Titsilth.

Fuente: El Tribuno – 23 de Junio de 2.014

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