Un espacio destinado a fomentar la investigación, la valoración, el conocimiento y la difusión de la cultura e historia de la milenaria Nación Guaraní y de los Pueblos Originarios.

Nuestras culturas originarias guardan una gran sabiduría. Ellos saben del vivir en armonía con la naturaleza y han aprendido a conocer sus secretos y utilizarlos en beneficio de todos. Algunos los ven como si fueran pasado sin comprender que sin ellos es imposible el futuro.

viernes, 6 de septiembre de 2019

Clase 3 - La Herencia Misionera - Historia de la Provincia de Misiones - Creación del Mundo - Cosmovisión Mbya Guaraní


Ñande Ru Tenonde, dios supremo de la creación se creó a sí mismo en medio del caos y las tinieblas primigenias. Iluminado por su propio corazón, ya que el sol no existía, se irguió desde los pies y convirtió sus brazos y manos en ramas que agitaba el viento.

Una corona de flores rodeó su cabeza mientras revoloteaba el colibrí, el pájaro primero.

Después creó la palabra (ayvu) -lo que confiere a los guaraníes su condición de elegidos y destinados a la inmortalidad-, entendida como la expresión de la humanidad como colectividad solidaria, no como ser individual.

De sus palabras surgieron luego los dioses, padres de los hombres: Jakaira, Karai, Tupa y Ñamandu.

Luego desplegó la tierra y la bóveda celeste a la que sostuvo con cuatro palmeras pindó azul, al Este, Al Oeste, al Norte y al Sur, y agregó otra en el centro.

Una vez concluida esta parte, surge el mundo subterráneo, el terráqueo y el acuático, así como el día y la noche.

Más tarde entregó a cada dios creado de su palabra una facultad sobre las cosas: dio a Tupa el agua y lo fresco, a Karai el fuego y el calor, a Jakaira la niebla y el humo, a Ñamandu el coraje.

Al fin y al ver que ya estaban dadas las condiciones materiales creó a los seres humanos con parte de la niebla y ordenó a Karai que les pusiera algo de fuego en el corazón y a Tupa que les cediera un poco de frescura.

Luego, les dio a los hombres sus leyes para que las aprendieran y las cumplieran.

Cumplida su tarea, se retiró a descansar.

Basado en el libro 
Ayvy Rapyta—León Cadogan


Primera Etapa

-         Ñande Ru Tenonde (Nuestro padre primero, primigenio) se autocrea en medio de las tinieblas y vientos originarios.

Segunda Etapa

-         Se crea el Fundamento del Lenguaje Humano, la palabra generadora de la comunicación entre los seres humanos y con la Divinidad. El lenguaje es, en esencia, el alma de los seres humanos.

Tercera Etapa

-         Ñande Ru Tenonde (Nuestro padre primero) da vida a cuatro Dioses que lo ayudarán en la Creación del Mundo: Ñamandu, Karai, Jakaira y Tupã.

Cuarta Etapa

-         Ñande Ru Tenonde crea la Primera Tierra: el hombre, la mujer, los animales y las plantas. Con su vara ubicó una palmera pindo ovy (verde-azul) en el centro de la tierra, lugar de morada de los Mbya Guaraníes.
-       Luego creó otra palmera en la morada de Karai (Oriente).
-         Luego otra en la morada de Tupã (Poniente).
-         Otra palmera fue creada en el origen de los Vientos Buenos (Norte y Noreste).
-         Finalmente creó una en los orígenes del Tiempo-Espacio primigenio (Sur). Estas palmeras sostienen el firmamento.


Fuente: Ayvu Rapyta (León Cádogan) 


Gráfico: Doctora Adriana Marelli. La imágen de la cruz de los vientos con el rombo mbya en idéntico color y forma, fue expuesta por primera vez en el Museo Juan Yaparí de la ciudad de Posadas en el año 2.011, como parte de una instalación artística en ocasión que se presentaba una publicación sobre parte de su investigación doctoral de la Universidad de Granada, España.


Video: Nande Ru - Canal Encuentro






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