Chilenos y mapuches:
una Carta que habla de pueblos hermanos, independientes y autónomos
Probablemente un
documento de estas características resulte incómodo al patriota y conservador
que considera ilegítimas las demandas territoriales del pueblo mapuche. Esto es
debido que para el discurso conservador chileno el Wallmapu siempre ha sido parte
del territorio chileno, discurso que se ha sostenido de forma tozuda y
firmemente por ellos.
Sin embargo, y si
analizamos una misiva enviada en 1819 a los distintos pueblos al sur del Bío
Bío por uno de los héroes y figuras centrales para los que defienden este curso
conservador, Bernardo O’Higgins, vemos que el en su condición de Director
Supremo (máximo mandatario de entonces), que en ningún momento trata a dicho
territorio y sus habitantes como parte de la nación chilena, sino como un par,
como un símil, como una nación vecina y susceptible a ser aliada.
No es por ello de
extrañar que este texto haya perdido difusión y visibilidad luego de la
violenta ocupación e invasión del Wallmapu que se concretó en 1882, y en donde
se escondió y se desconoció todo tratado, parlamento o declaración que le daba
independencia, autonomía a los pueblos mapuches, o que bien se refería a estos
como un par, como una nación, o conjunto de naciones, aliadas.
En la carta de “El
Supremo Director del Estado a nuestros hermanos los habitantes de la frontera
del Sud”, O’Higgins jamás se refiere a los habitantes al sur del Bío Bío como
parte de la misma nación que esta gobernando, sino por el contrario, como
vecinos que tienen total autonomía e independencia. Deja claro además que las
intenciones del gobierno chileno es de establecer relaciones amistosas y de
respeto mutuo, basados en el reconocimiento y en el respeto de la autonomía
entre pueblos hermanos. De ahí que no cabe duda alguna de que, para los ojos de
Bernardo O’Higgins, el Wallmapu o Araucanía no pertenecía de modo alguno al
estado chileno, y sus habitantes, por lo mismo, eran completamente libres y
autónomos:
Araucanos, cuncos,
huilliches y todas las tribus indígenas australes; ya no os habla un Presidente
que siendo sólo un siervo del rey de España afectaba sobre vosotros una
superioridad ilimitada: os habla el jefe de un pueblo libre y soberano, que
reconoce vuestra independencia, y está pronto a ratificar este reconocimiento
público y solemne, firmando al mismo tiempo la gran Carta de nuestra alianza
para presentarla al mundo como el muro inexpugnable de la libertad de nuestros
Estados.
En otras palabras,
lo que O’Higgins reconoce, es que liberados del yugo colonial español tanto el
pueblo chileno como los pueblos al sur del Bío Bío son completamente libres,
independientes y con derecho a autodeterminación. Por mucho que se argumente
que no se celebró al tratado que está mencionado en la carta, queda aclarar que
dicho tratado se trataba de una alianza más que nada, puesto que la
independencia del pueblo mapuche en el texto queda por sentada y por algo que
no reviste duda alguna ni necesidad de ratificación.
Sin duda, este
documento, como otros tantos en la historia de Chile antes de la violenta
ocupación y invasión de la Araucanía, señalan lo que se pretende ocultar, que
dicha invasión fue ilegítima, y que por lo mismo la actual ocupación de dichos
territorios sigue también siendo ilegítima.
Fuente: RVF
Levantando La Voz – 20 de Agosto de 2.014
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