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viernes, 3 de junio de 2016

Bernardo O’Higgins reconocía en 1819 la independencia territorial y autonomía del pueblo mapuche


Chilenos y mapuches: una Carta que habla de pueblos hermanos, independientes y autónomos

Probablemente un documento de estas características resulte incómodo al patriota y conservador que considera ilegítimas las demandas territoriales del pueblo mapuche. Esto es debido que para el discurso conservador chileno el Wallmapu siempre ha sido parte del territorio chileno, discurso que se ha sostenido de forma tozuda y firmemente por ellos.
Sin embargo, y si analizamos una misiva enviada en 1819 a los distintos pueblos al sur del Bío Bío por uno de los héroes y figuras centrales para los que defienden este curso conservador, Bernardo O’Higgins, vemos que el en su condición de Director Supremo (máximo mandatario de entonces), que en ningún momento trata a dicho territorio y sus habitantes como parte de la nación chilena, sino como un par, como un símil, como una nación vecina y susceptible a ser aliada.

No es por ello de extrañar que este texto haya perdido difusión y visibilidad luego de la violenta ocupación e invasión del Wallmapu que se concretó en 1882, y en donde se escondió y se desconoció todo tratado, parlamento o declaración que le daba independencia, autonomía a los pueblos mapuches, o que bien se refería a estos como un par, como una nación, o conjunto de naciones, aliadas.


En la carta de “El Supremo Director del Estado a nuestros hermanos los habitantes de la frontera del Sud”, O’Higgins jamás se refiere a los habitantes al sur del Bío Bío como parte de la misma nación que esta gobernando, sino por el contrario, como vecinos que tienen total autonomía e independencia. Deja claro además que las intenciones del gobierno chileno es de establecer relaciones amistosas y de respeto mutuo, basados en el reconocimiento y en el respeto de la autonomía entre pueblos hermanos. De ahí que no cabe duda alguna de que, para los ojos de Bernardo O’Higgins, el Wallmapu o Araucanía no pertenecía de modo alguno al estado chileno, y sus habitantes, por lo mismo, eran completamente libres y autónomos:

Araucanos, cuncos, huilliches y todas las tribus indígenas australes; ya no os habla un Presidente que siendo sólo un siervo del rey de España afectaba sobre vosotros una superioridad ilimitada: os habla el jefe de un pueblo libre y soberano, que reconoce vuestra independencia, y está pronto a ratificar este reconocimiento público y solemne, firmando al mismo tiempo la gran Carta de nuestra alianza para presentarla al mundo como el muro inexpugnable de la libertad de nuestros Estados.

En otras palabras, lo que O’Higgins reconoce, es que liberados del yugo colonial español tanto el pueblo chileno como los pueblos al sur del Bío Bío son completamente libres, independientes y con derecho a autodeterminación. Por mucho que se argumente que no se celebró al tratado que está mencionado en la carta, queda aclarar que dicho tratado se trataba de una alianza más que nada, puesto que la independencia del pueblo mapuche en el texto queda por sentada y por algo que no reviste duda alguna ni necesidad de ratificación.

Sin duda, este documento, como otros tantos en la historia de Chile antes de la violenta ocupación y invasión de la Araucanía, señalan lo que se pretende ocultar, que dicha invasión fue ilegítima, y que por lo mismo la actual ocupación de dichos territorios sigue también siendo ilegítima.

Fuente: RVF Levantando La Voz – 20 de Agosto de 2.014

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