La palabra "hamaca" tiene su origen en la lengua taína de los habitantes originarios del Caribe, quienes la utilizaban originalmente como una red para pescar.
Los taínos, pobladores de las islas Lucayas, las Antillas Mayores y el norte de las Antillas Menores, la adaptaron como una cómoda cama suspendida hecha de algodón, tejida con un entramado abierto y apretado.
Cristóbal Colón y otros cronistas la describieron como una innovadora alternativa para dormir en climas cálidos, portátil y fácil de transportar, siendo adoptada por los españoles en el siglo XVI para su uso en galeones y cubiertas marítimas.
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