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Nuestras culturas originarias guardan una gran sabiduría. Ellos saben del vivir en armonía con la naturaleza y han aprendido a conocer sus secretos y utilizarlos en beneficio de todos. Algunos los ven como si fueran pasado sin comprender que sin ellos es imposible el futuro.

lunes, 5 de agosto de 2024

Experiencia pionera en Cine Indígena Mbya en la Provincia de Misiones - Argentina


Narrativa autónoma y horizontal que preserva saberes ancestrales.

El Colectivo de Cine Mbya Guaraní Ara Pyau surgió en Misiones por la inquietud de jóvenes originarios de contar su historia y sus realidades con imagen propia y ya estrenó dos cortos.


En lo cotidiano de las comunidades mbya en Misiones, la presencia de jóvenes indígenas con una cámara en la mano registrando su entorno, naturaleza, cuerpo, voces rompe con la rutina y abre un espacio para el diálogo intergeneracional al interior de estos territorios tekoa. 

En esa dinámica se abre paso el Colectivo de Cine Mbya Guaraní Ara Pyau, que surge de una necesidad de contar la propia historia y halla en el audiovisual un lenguaje para la indagación horizontal de la cultura originaria y un medio para su preservación y transmisión.

Ara Pyau está integrado por jóvenes originarios y se conformó en 2017 apuntalado por la experiencia de cine indígena en Brasil y desde entonces madura poco a poco con talleres de capacitación técnica, rodaje y gestión para la búsqueda de líneas de fomento.

Semillas

El colectivo ya le puso su firma al cortometraje Una semilla de Ara Pyau (2017/Vimeo), un documental que muestra el modo de vida mbya, la importancia de los saberes ancestrales y la problemática de la tierra. También lanzó Yvy regua meme. Somos de la tierra (2020/YouTube). Por otra parte, está en posproducción en fase de traducción un nuevo corto que registra la tarea en los talleres de cine y que se estima que estaría listo a fin de año.  

   El cine mbya es motorizado por el afán de darle narrativa e imagen propia a procesos y realidades de su pueblo que son diversas y en este punto es rupturista y revolucionario. Constituye un quiebre del monopolio de la mirada desde afuera y da la trama a unas perspectivas, tópicos y modos de relatar que son del interés de los protagonistas.

Aprendizaje y proyectos

El colectivo transita ahora la etapa de formación en hacer cine, convoca a jóvenes de las aldeas a sumarse a los talleres y a la vez se propone metas en el mediano y largo plazo. “Es un proyecto con muchos desafíos y sueños y la idea por ahora es mantenernos unidos como colectivo y trabajar para crecer, aunque las distancias entre aldeas y la falta de conectividad a internet por ahí dificultan el encuentro y la comunicación del grupo pero hay muchas ganas de seguir adelante”, explicó a El Territorio Thiny Karaí Ramírez, realizador y parte del colectivo desde sus inicios.  

El joven, que vive en la comunidad mbya Tamanduá de 25 de Mayo, refirió que cuando mejoren el equipamiento podrán emprender más filmaciones, ya que venían trabajando con equipos prestados. Así destacó que Ara Pyau presentó un proyecto a la Unesco para el fortalecimiento del cine indígena y que en 2023 fue seleccionado por el organismo internacional. 

Acerca de este novedoso cine (en la región) desde el interior del pueblo originario, Ramírez reflexionó que ese justamente fue uno de los puntos de partida para largarse a filmar. “Contar nuestras historias es lo que nos impulsó a tratar de formarnos en cine, aprender y hacer nuestras propias producciones. Vemos películas, videos, documentales sobre los pueblos guaraníes realizados por personas de afuera, y que en muchos casos en las comunidades no se sabe que existe ese material”.

Ante esta lógica, el colectivo formula otra manera de vínculo con lo que se documenta, y con especial cuidado en que los participantes se sientan representados y parte en cada proyecto. “Nuestra idea es trabajar en conjunto con la comunidad, nuestra forma de trabajo es bastante descentralizada, todos podemos tomar diferentes roles dentro de la producción, y dentro de ese plan darle una participación real a la comunidad en lo que se quiere contar, es un trabajo comunitario, colectivo”.       

Aquí destacó que hay registros que van dirigidos a las comunidades y con la finalidad de transmitir conocimientos ancestrales y que no se difunden al exterior del pueblo, mientras que hay otros materiales que son de divulgación para todo público.

Delimitar estas fronteras entre lo que se muestra y lo que no se muestra y cómo y a quiénes plantea nuevos umbrales para construir consensos. 

“Nuestra búsqueda es rescatar nuestra cultura, que históricamente se transmitió por la oralidad, y el audiovisual es una herramienta para registrar los conocimientos de los sabios abuelos y que no se pierdan”, indicó Ramírez y añadió que cuando recién comenzaron a filmar se dieron cuenta de la “desconexión entre generaciones” y propiciaron el acercamiento, “escuchar a los mayores, contarles con claridad nuestro proyecto y que vean en el audiovisual una herramienta valiosa para preservar nuestra cultura es un camino que venimos haciendo y principalmente con los ancianos que son nuestra fuente de sabiduría y que quieren dejar su legado para las futuras generaciones”, enfatizó sobre este progreso.  

Inédito en Misiones

Luz Duarte, también de Tamanduá e integrante de Ara Pyau, comentó sobre los primeros pasos del colectivo, que se ha convertido en una referencia del cine indígena en la región. “Surge por un grupo de jóvenes mbya que deseaban formarse en cine pero dentro de una comunidad y no tener que salir sí o sí a la ciudad y teniendo como guía el trabajo de Video Nas Aldeias (productora audiovisual indígena pionera) en Brasil. Después de varias charlas y de buscar apoyo se logró realizar una semana de taller audiovisual en Tamanduá y asistieron jóvenes de varias comunidades”.

Esa experiencia precursora de Ara Pyau fue en agosto de 2017, “fue la primera vez que se hizo algo así en Misiones y hubo apoyo de Video Nas Aldeias para que vengan a dar un taller cineastas indígenas reconocidos como Ariel Kuaray Ortega (vivió en Misiones), Patri Ferreira y también el cineasta y profesor Ernesto de Carvalho. Además apoyaron trayendo cámaras y notebook para prestar y el Iaavim también apoyó”, recordó Duarte.

En ese marco, resaltó la importancia de utilizar el audiovisual, “nos permite la autonomía de realizar nuestros propios materiales, trabajar de manera que nos guste e intentar nuevas formas de lenguaje audiovisual. Así como tenemos derecho de tener autonomía sobre nuestros territorios también debe ser en el mundo del cine”. “Nuestro grupo sigue con el objetivo de realizar cine colectivamente, contar nuestras historias a nuestra manera y utilizar de modo consciente esta herramienta tan poderosa para nuestra lucha”, expuso.

Otra aspiración del colectivo es que la obra pueda ser vista por más público, aunque en esta senda hay varias barreras por superar.  “Hace siete años que estamos como grupo y siempre se nos dificultó encontrar oportunidades para nuestro cine. El cine indígena no es tan conocido en Argentina, y se estaba encaminando a ese reconocimiento pero en este contexto político actual del país se vuelve difícil más que otros años”, consideró aunque abrió una puerta esperanzadora: “Tenemos mucha expectativa de que desde la Unesco podamos realizar producciones audiovisuales este fin de año. Ganamos una convocatoria (del organismo) y la posibilidad es, en conjunto con otros colectivos de cine indígena del país, hacer talleres audiovisuales en las comunidades indígenas con base Ara Pyau”.

Fuente: Diario El Territorio - 4 de Agosto de 2024

https://www.elterritorio.com.ar/noticias/2024/08/04/832867-narrativa-autonoma-y-horizontal-que-preserva-saberes-ancestrales

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