Un espacio destinado a fomentar la investigación, la valoración, el conocimiento y la difusión de la cultura e historia de la milenaria Nación Guaraní y de los Pueblos Originarios.

Nuestras culturas originarias guardan una gran sabiduría. Ellos saben del vivir en armonía con la naturaleza y han aprendido a conocer sus secretos y utilizarlos en beneficio de todos. Algunos los ven como si fueran pasado sin comprender que sin ellos es imposible el futuro.

domingo, 29 de enero de 2017

Aprendemos siempre!


Todos nosotros sabemos algo.
Todos nosotros ignoramos algo.
Por eso, aprendemos siempre.
Paulo Freire


Fotografia de Vherá Poty, Sabio Hermano Mbya Guarani en Caguatatuba, litoral norte de San Pablo (Brasil), primeras luces de la mañana ...

La última y única hablante viva yagana: Aún existe discriminación a los pueblos originarios en Chile


Cristina Calderón es la última persona que sabe cómo hablaban los integrantes de una de las etnias más australes del mundo. En este artículo, nos conversa sobre la discriminación contra los pueblos originarios, sobre la violencia contra la mujer y cómo resiste para que no se pierda su cultura.

“Ei Guafa Cristina Calderón”, así se presenta la mujer de 88 años, quien es la última mujer yagana que habla su idioma. Ha escrito tres libros sobre la cultura yagana pero le urge que su lengua no se pierda. A pesar de que tuvo 10 hijos y tiene 19 nietos, ninguno habla yagán, producto de la discriminación que vivió cuando era joven; no era bien mirado por los otros niños que sus hijos hablaran un idioma diferente.

Poco a poco se ha perdido la cultura y ella es la única hablante viva de la lengua yagán y quiere que su lengua no se pierda. La mujer no tiene nombre yagán producto de la evangelización. Su familia le puso Cristina debido a la influencia de los sacerdotes anglicanos que llegaron a la zona.

Cristina vive en Villa Ukika, a dos kilómetros de Puerto Williams. La artesana de caminar pausado y de pocas palabras ostenta varios premios y títulos por ser la última mujer de uno de los pueblos más australes del mundo. Es Hija Ilustre de la Región de Magallanes y de la Antártica Chilena, ganadora de la iniciativa social Nuevos Héroes y fue nombrada por la Unesco en 2003 como Tesoro Humano Vivo. También fue nominada entre las 50 mujeres protagonistas del Bicentenario de la República de Chile.
Ya no puede hablar con nadie

Ei Guafa Cristina Calderón

̶
 ¿Qué se siente ser la última mujer yagana que conoce la cultura de forma completa?
̶ Me siento orgullosa, aunque a veces me da pena porque me acuerdo de mis ancestros y me doy cuenta que soy la última y no tengo con quien conversar porque nadie de mis hijos pudo aprender.

̶ ¿Cuál es su palabra favorita en yagán?
̶ Tengo muchas pero mis favoritas son luna que se dice januja y sol se dice lamp.

̶ ¿Qué es lo que caracteriza a la cultura yagana?
̶ Somos una raza pasiva y muy respetuosa. No nos gustan los conflictos ni las peleas. Recuerdo que los niños, los jóvenes, respetaban mucho a los ancianos, no como ahora.

̶ ¿Qué es lo que deberíamos aprender como chilenos de su cultura?
̶ Yo diría que la mayor enseñanza que nos dejó nuestro pueblo es a ser una persona muy pasiva, respetuosa… si con la pena de haber perdido tan pronto la cultura, tan luego, que hoy no existan. Porque se fueron extinguiendo, les quitaron sus costumbres, su manera de vivir, se fueron enfermando y bueh…

̶ En relación a las costumbres yaganas ¿cuál es su mejor recuerdo de infancia?
̶ Anduve varias veces en bote con mi prima, comiendo cosas que se comían antes y que ahora no se comen, porque está prohibido comer, huevos de pájaros de la zona, éramos recolectores y cazadores, antes nos alimentábamos de esas cosas. Cuando chica me daban huevos cocidos, fritos, pero huevos de gaviota, eran parecidos a los de gallina pero con un gusto a pescado. También lobos de mar.

̶ ¿Y los hombres a qué se dedicaba?
̶ También recuerdo que los hombres jugaban a tirar piedras no más, tirar hondas, cazaban pajaritos chicos, nada más,  a eso ellos jugaban. Para nosotras el juego era la ronda, claro que también jugábamos al Kálaka. Ese juego es igual que el ping-pong.
La vida de la última yagana
Cristina no tuvo una vida fácil. Quedó huérfana cuando tenía cuatro años y fue criada por su abuelo, quien le enseñó algunas cosas sobre la cultura yagana. Iban de caza y escuchaba las historias de sus ancestros y como resistieron la violencia con que los colonos los trataban. Aprendió el oficio de artesana desde pequeña mirando a sus tías hacer cestas con juncos.

̶ ¿Recuerda alguna historia?
̶ Sí, me acuerdo que mi abuelo y tías contaban historias que les habían pasado a mis abuelas. Una vez un hombre se las llevó hasta su casa porque querían sanarlas, y ellas estaban medias enfermas pero la verdad es que las tenían ahí y nos las dejaban salir. Después ellas cuando se querían ir, llegó un amigo de la familia que las escondió en una de las canoas que tenían y cuando preguntaron, el amigo dijo que no sabía  y ellas estaban escondidas en la parte de adentro de la canoa.

̶ ¿Qué es lo que le gustaría que se recordara de los yaganes en los libros?
̶ Nuestra forma de vida y cultura. Quisiera traspasar mis historias a los jóvenes para que aprendan mi raza, mi lengua, hacer talleres de artesanía, enseñar todo lo yagan, como en esas reuniones donde van los viejitos a contar historias, aprender cosas. Me gustaría que todos los chilenos aprendieran a hablar mi idioma porque sería bonito, pero no se interesan.

̶ ¿Cuál era el rol de la mujer?
̶ La cestería con juncos, la recolección de moluscos (no caza) y ser parteras en los nacimientos. Las mujeres remábamos mientras los hombres cazaban.

̶ ¿Qué hace para evitar la pérdida de la lengua yagana?
̶ Mi nieta está escribiendo un diccionario con la lengua yagana, y además ha escrito otros dos libros con la cultura. Está también el jardín de mi zona que ha sido muy importante, porque gracias a su trabajo permanente se está sabiendo más de la historia, porque de repente muestran algo por ser folklórico y luego lo olvidan, pero ellas trabajan permanentemente con Julia que es de la comunidad.
Pero lo que nosotros estamos pidiendo es que eso se pueda integrar en la malla curricular y que sea todos los años en el colegio, no sólo en el jardín, porque después pasan al colegio y se les olvida.

Ei Guafa Cristina Calderón

-¿Su nieta habla yagán?
-Ella estuvo viviendo conmigo tres años y ahí aprendió algunas palabras, aunque hablamos en español casi todo, pero aprendió mucho y ella es la que más maneja la lengua. Ella se siente orgullosa de ser yagana y de hecho tiene un pedazo demarcado allá en el sur para que se haga su casita a mi lado.

-Y ¿sus otros nietos se sienten orgullosos de ser yagán?
Sí, todos. Tengo una nieta de nueve años que quiere aprender yagán y yo me esfuerzo por enseñarle porque uno debe aprender desde pequeño. Ella dice que quiere ser como yo para viajar y difundir la cultura. Yo me siento muy feliz porque a pesar de todo, ellos han sabido preservar el orgullo y parte de la cultura, que es lo que no quiero que se pierda.

Discriminación y violencia
Aunque vive cerca de sus hijos y ha formado una comunidad ahora que es mayor, Cristina explica que la discriminación a lo largo de los años hizo que ella perdiera algunas de sus costumbres y que sus hijos para integrarse a la sociedad occidental no las adquirieran.

̶ ¿Por qué sus hijos no aprendieron la lengua?
̶ Mi hija no aprendió a hablar yagán, no sabe mucho porque su papá no era yagán. Es complejo porque siempre me casé con blancos y uno debe enseñarle esas cosas de guagüitas. Yo aprendí porque mi papá y mi mamá eran yaganes. Mi papá se llamaba Juan Calderón y mi mamá se llamaba Carmen Harbant.

̶ ¿Sintió discriminación en algún momento por saber hablar otro idioma?
̶ Sí, está malo el tema de la discriminación. Me dieron una casita en Puerto Williams, es muy bonita, pero me gustaría estar en Mejillones, en un lugar un poco más cálido. Algunos de mis familiares están allá, migraron. Yo trabajo haciendo canastos, también sé hacer canoas pero las manos ya no me dan, también tejidos de lana, telar y para vender sería bueno poder estar allá en verano.

̶ ¿Pero alguna vez lo sintió?
̶ Creo que está mal lo de la discriminación, igual a nosotros nos prohibieron muchas cosas como cazar aves, ya no podemos hacerlo y se pierden también costumbres ahí.

-¿Sus hijos sintieron discriminación alguna vez?
-Cuando mi hija Lidia fue al colegio, fue un período que pasó por mucho tiempo por una discriminación terrible que le hicieron en el colegio, que ella no la entendía cuando era pequeña. Lo vivió bien feo. Sobre todo porque pensaba que era tan malo ser indígena, por ejemplo el profesor decía “Va a salir la Lidia” y llegaban periodistas, les sacaban fotos y decían “Esa es la india de acá”.

-Y ¿cómo reaccionaba su hija?
-Ella me decía que se sentía súper mal, porque los otros niños se burlaban y ella decía “que rabia ser indígena, porqué nos tratan así” y era como que lo más malo eras tú.

-¿Y cuáles eran los valores que le enseñaba a sus hijos?
-Mis hijos son unos caballeros, creo que mis hijas se sienten orgullosas de eso. Y es porque uno se esfuerza en que sean buenas personas, que es lo más importante, que uno debe ser respetuoso de los otros, así como quieren que sean con uno.

-¿Y cómo siente que tratan ahora a los pueblos originarios?
-Es triste porque hoy día se habla mucho de la no discriminación de los pueblos originarios y aún existe, nosotros lo vemos día a día.  Como te digo, a nosotros nos caracteriza ser un pueblo más pasivo, estamos al extremo sur de Chile, en Puerto Williams, en el Cabo de Hornos, y ahí seremos 300 personas que descendemos de esa raza que estamos en comunidad y de pronto hablamos con la autoridad de forma respetuosa por el conducto regular  y hacemos queja por no tener terreno para nosotros.

-¿Cómo toman sus hijos ahora el ser yaganes?
-Ahora las cosas son mejores, porque uno no puede hablar sólo de discriminación. También hay personas que entienden y nos dan el espacio para hablar sobre lo que creemos y somos. Algunos de mis nietos tienen nombres yaganes y veo como mis hijos les enseñaron el respeto por la cultura y eso me hace sentir orgullosa.

-Y en cuanto a la petición  de territorios ¿cómo van en ese tema?
-Hay una extensión grande de terreno que se nos dio en el año 91, con Patricio Aylwin que en paz descanse, pero de ahí ha sido difícil adquirir otros terrenos para vivienda o para pequeños emprendimientos que la gente quiera hacerlo de forma particular, porque se nos ponen muchas trabas.

-¿A qué se debe eso?
-Voy a ser súper sincera: las trabas que yo veo es que obviamente tenemos menos ingresos, entonces viene gente con mucho dinero y para ellos se les hace muy fácil, porque se le da un plus a la isla por ser turística, se vende mucho , entonces a nosotros nos cuesta mucho tener espacios para nuestra gente. Si yo quiero tener el derecho de estar en mi tierra, no es sólo para generar recursos, es porque yo quiero estar ahí, quiero respirar mi aire, quiero estar frente al canal Beagle, siento que es un derecho de nosotros.

-Y el terreno que tienen ahora ¿han formado comunidad?
-El terreno que nos dieron de regreso de la democracia es de la comunidad yagana, pero nos ha costado trabajar en comunidad, porque nosotros somos más de clanes familiares, nuestra raza siempre fue así, hacemos actividades
juntos pero como clan familiar, no como comunidad. No nos peleamos, pero tenemos diferencias “yo no quiero hacer esto, me gustaría hacer aquello”, queremos algo realmente propio.

-¿Quién le enseñó a hablar yagán?
̶ Yo me quedé huérfana cuando era chiquitita, a mi papá no lo conocí y a mi mamá la conocí un poquito, murió cuando tenía 4 años. Después estuve con mi abuelo, Alapainsh, pero murió al poco tiempo, así que terminé creciendo con una tía y una prima.

̶ ¿Cuándo fue la última vez que tuvo una conversación en yagán?
̶ Con mis hermanas Úrsula y Emelinda. No termino nunca. No hablo con nadie… pero solita cualquier cosa hablo. Hace 20 años que no converso con otra persona, hablábamos de todo, las echo mucho de menos.

-Ha recibido muchos premios y condecoraciones por ser la última yagana ¿cómo se siente con eso?
La verdad es que me tratan bien, me regalonean harto y eso me gusta. Lo que no me gusta mucho es salir de viaje porque me gusta mucho estar en mi casa, en mi tierra con mi gente.

̶ ¿Cuál es su opinión sobre la violencia contra la mujer?
̶ Me parece terrible, no queremos que nos violenten más. Quiero que se termine la violencia contra la mujer, esto no puede seguir pasando.

Escrito: Hanaan Hernández M.

Fuente: El Ciudadano – 27 de Enero de 2.017
http://www.elciudadano.cl/2017/01/27/354647/765-2/

Constituyente de Ciudad de México aprueba derechos de comunidades indígenas


Entre aplausos del peno y por unanimidad la Asamblea Constituyente aprobó los artículos 63, 64 y 65 de la Constitución de la Ciudad de México, referidos a los derechos de los pueblos y barrios originarios, y comunidades indígenas residentes en la capital, entendidos como las poblaciones asentadas en la ciudad desde antes de la Colonización, así como a la población indígena residente proveniente de otras regiones del país.

En dichos artículos, la Carta Magna reconoce su autonomía, es decir su capacidad de adoptar decisiones por sí mismos e instituir prácticas propias para desarrollar sus facultades económicas, políticas, sociales, educativas, judiciales, culturales, así como el manejo de los recursos naturales, y del medio ambiente, en el marco constitucional mexicano y de los derechos humanos.


Tienen “derecho a la libre autodeterminación”, a participar plenamente en la vida política, económica, social, y cultural de la ciudad.

Deberán ser consultados por las autoridades locales antes de adoptar medidas administrativas o legislativas que pudieran afectarles, a fin de obtener su consentimiento libre e informado. Cualquier medida administrativa o legislativa adoptada en contravención a este artículo será nula.

“Se reconoce el derecho a la autoadscripción de los mismos, el derecho a la libre determinación y autonomía para definir libremente su condición política, económica, social y cultural”, dijo Jesús Ramírez Cuevas, presidente de la Comisión de Pueblos y Barrios Originarios y Comunidades Indígenas de la Asamblea Constituyente.

“También se les reconoce el derecho a elegir a sus autoridades mediante sistemas normativos, a contar con partidas presupuestales destinadas al ejercicio de sus derechos”, agregó.
“A los pueblos y barrios originarios, y comunidades indígenas residentes en la capital, se les reconoce y garantiza la protección efectiva de los derechos de propiedad y posesión sobre sus territorios legalmente reconocidos a través de las resoluciones presidenciales de reconocimiento y titulación de bienes comunales y dotaciones ejidales, y se establece su derecho a ejercer sus sistemas normativos en la regulación de sus territorios y en la resolución de sus conflictos”, mencionó.


Las personas indígenas tendrán derecho a contar con un defensor público indígena o con perspectiva intercultural. Cuando éstas se encuentren involucradas en un proceso judicial, deberán tomarse en cuenta sus características económicas, sociales, culturales y lingüísticas.

Los tres artículos fueron sometidos a consulta de los pueblos, barrios, originarios y comunidades indígenas residentes en la ciudad, en la que, se dijo, participaron 17 mil 558 personas.

Escrito: Carmen Jaimes
Fuente: Noticiero Televisa (México) – 28 de Enero de 2.017



La Sabiduría del Tiempo


''Anota tus planos con un lápiz,
pero permite a la Naturaleza utilizar la goma del Tiempo
y revelar los planos de vida ''.
Pedro Tornaghi


Fuente>Guardianes de Atinis

Por qué la popular stevia enfrenta a indígenas paraguayos con poderosas multinacionales como Pepsi y Coca Cola


Grandes multinacionales están empezando a usar la stevia como edulcorante.

Los guaraníes le dicen Ka´a He´e. Es el nombre con el que aborígenes de Paraguay y Brasil conocen a la stevia, una planta sobre la que se cierne una disputa de propiedad que enfrenta a comunidades ancestrales con poderosas multinacionales.

La stevia entró en el radar de los occidentales por sus calidades edulcorantes.


Las grandes firmas de refrescos y otras multinacionales de alimentos la ven como una alternativa potencialmente más saludable que el azúcar.

Pero dirigentes guaraníes de las comunidades Paî Tavyterâ y Kaiowa, respaldados por organizaciones no gubernamentales europeas, alegan que los indígenas no están siendo compensados apropiadamente por su descubrimiento de las facultades edulcorantes de la planta, y exigen que se le reconozcan derechos de propiedad intelectual.

Se argumenta que la Stevia puede ser más saludable que el azúcar.

El boom

"En noviembre de 2015 publicamos un informe que denunciaba el lado oscuro del boom económico de la stevia", le dice a BBC Mundo Laurent Gaberell, responsable de agricultura, biodiversidad y propiedad intelectual en Public Eye, una de las entidades europeas que encabezan la campaña.

"Los guaraníes, que son los que descubrieron las características edulcorantes de la stevia, no están recibiendo su parte de los beneficios de la explotación económica de su conocimiento, tal como lo requiere la Convención sobre Diversidad Biológica y el Protocolo de Nagoya", alega Gaberell.

La coalición de organizaciones no gubernamentales ha pedido ésta y otras reivindicaciones para las comunidades guaraníes.


Un año después están empezando a ver resultados de la campaña, asegura Gaberell.

"Contactamos a varias empresas que utilizan o producen derivados de stevia para preguntarles si estarían dispuestos a cumplir con sus obligaciones y negociar con los guaraníes un acuerdo de distribución de los beneficios".

"Ya tenemos varias empresas que se declaran dispuestas a negociar con ellos", agrega.

¿Son los refrescos con stevia más refrescantes?
Un reciente informe de la coalición, discutiendo los avances de la campaña, señala que la multinacional suiza Nestlé apoya el principio de participación justa y equitativa en la distribución de los beneficios derivados de la utilización del material genético.

Y en la actualidad, señala el informe, la firma "está evaluando la posibilidad de involucrarse más en el tema".

El documento también señala a otras empresas suizas de alimentos como Goba y Bernrain entre las firmas que han tenido una recepción positiva a este tipo de iniciativa.

Sin embargo, la campaña dice no haber tenido respuesta parecida de otras multinacionales como Coca Cola y Pepsi.

"No quieren saber nada de este tema", dice Gaberell a BBC Mundo.



Un vocero de Coca Cola le suministró a BBC Mundo esta declaración de la empresa sobre el asunto.

"Nosotros y nuestros proveedores de stevia son miembros del Consejo Internacional de la Stevia, que está involucrado con campesinos paraguayos para promover un ambiente para el cultivo comercial de la stevia, con más valor retornando a los campesinos locales. Como una empresa, nosotros creemos en generar oportunidades económicas para todos los asociados a nuestra cadena de suministro y aspiramos a obtener nuestros ingredientes agrícolas de una manera más sostenible", asegura la declaración de Coca Cola".

BBC Mundo también contactó a Pepsi pero hasta el momento de la publicación de este artículo no había obtenido una respuesta.

Gaberell, de la organización Public Eye, asegura que su coalición de organizaciones no gubernamentalesestá ayudando a que las comunidades guaraníes se organicen para establecer cuáles van a ser sus estrategias y exigencias de negociación, con miras a las eventuales conversaciones con las multinacionales.

Hasta 60.000 beneficiados

Gaberell anticipa que el proceso de conversaciones entre las multinacionales y los indígenas será largo.
"Tomará por lo menos tres años" para que las primeras negociaciones tengan lugar y los eventuales beneficios concretos empiecen a llegar a las comunidades, asegura.

Según el vocero, ni el gobierno paraguayo ni el brasileño se han visto involucrados hasta el momento en la negociación.

Hay bastante en juego

Las comunidades específicas de los guaraníes que esperan poder beneficiarse de un acuerdo para repartir beneficios con las multinacionales tienen una población de cerca de 46.000 en el lado brasileño y aproximadamente 15.000 en Paraguay.

Comunidades que están a la espera de un arreglo en el que su conocimiento ancestral de esta planta se traduzca en más beneficios económicos tangibles.

Redacción BBC Mundo -23 noviembre 2016

Los niños Lakotas y la Libertad


"Cuando los niños Lakotas jugaban solos o en grupo, podían vagar por los campos sin temor a las distancias, puesto que crecían sin restricciones de espacio. Estaban acostumbrados a las grandes distancias, sabían ver si el cielo anunciaba tormenta, y conocían el significado profundo de la palabra libertad. Los espacios libres eran una realidad para ellos, y no un concepto del que se habla sin apenas conocer lo que se quiere decir. Nada había en estos espacios libres que pudiera representar un peligro, pues los peligros que hoy en día parecen rodear a la infancia no tenían ningún sentido para los indios.
Recuerdo días enteros en que vagabundeábamos por las llanuras, las colinas y los
arroyos sin temer nada".
Oglala Lakota


Fuente>Plumas de Aguila 

Aprendiendo de la Tierra y con el Gran Espíritu


Todo cuanto podamos aprenden de lo hondo de nuestro mismo ser es el saber justo; el que nos da una visión amplia sobre las cosas de esta tierra.

Las innumerables energías de las naturaleza se hallan en lo más hondo de cada uno de nosotros y podemos equipararlas al Wakan Tanka, al Gran Espíritu.
Trueno azul, Lakota

Fuente>La Conciencia de los Indios

Experiencia


Cuidar el Ambiente


El Gran Triángulo de los esclavos.


Probablemente, una de las hipocresías más grandes en que han incurrido los cristianos en la Historia Universal, es que muchos de ellos se ensuciaron las manos en un comercio que niega por completo la igualdad entre los seres humanos que predicó Cristo, cual es el de los esclavos. En la temprana Edad Media había la excusa de que los esclavos existían desde la Antigua Roma, al menos, pero en los Tiempos Modernos, cuando estaba casi extinguida en Europa, la esclavitud encontró no sólo un nuevo campo fértil por el cual avanzar, sino que se sistematizó hasta extremos antaño quizás inconcebibles.

En efecto, los esclavistas desarrollaron, entre los siglos XVII y XIX, un comercio atlántico perfectamente sistematizado. Las naves zarpaban de Inglaterra llevando mosquetes, ginebra y baratijas para comprar esclavos en Africa, después zarpaban de Africa hacia Estados Unidos llevando los esclavos, y desde Estados Unidos viajaban de regreso a Inglaterra con algodón, azúcar, ron y madera. A esto se lo llamó el Gran Triángulo.


Los esclavos eran transportados en condiciones absolutamente inhumanas. Aún en el puerto, se les marcaba con un hierro al rojo vivo que poseía las iniciales del comerciante que trataba con él; de este modo podía identificársele en caso de que pretendiera escapar. Antes de zarpar, era frecuente que algunos esclavos, desesperados, intentaran suicidarse o huir; en tales casos podían ser fusilados, o bien solían ahogarse. Una vez en viaje, eran hacinados en bodegas bajo la cubierta, sin ventilación, hasta el punto que no podía mantenerse encendido un candil, por la falta de oxígeno. Se estima que entre el 10 y el 20 por ciento de los esclavos transportados en estas condiciones fallecía durante el viaje.

A comienzos del siglo XIX, el Parlamento de Gran Bretaña inició una fuerte campaña para acabar con la esclavitud. En 1806 lo consideró "contrario a los principios de justicia, humanidad y sana política". El principal promotor de la abolición fue William Wilberforce, un político y filántropo británico, quien debió lidiar con los intereses comprometidos de los esclavistas, pero que finalmente se salió con la suya cuando se proclamó la abolición en 1833. Aún así, ésta no fue automática. Así, los propietarios de esclavos en las Indias Occidentales, por ejemplo, debieron ser indemnizados con 20 millones de libras esterlinas, para que accedieran a liberar a sus esclavos. En Estados Unidos, fue después de la Guerra de Secesión (1861-1865) que desapareció la esclavitud, y sólo entonces pudo asestársele el golpe de gracia a este comercio.

Fuente>Siglos Curiosos
https://sigloscuriosos.blogspot.com.ar/search/label/Africa