Un espacio destinado a fomentar la investigación, la valoración, el conocimiento y la difusión de la cultura e historia de la milenaria Nación Guaraní y de los Pueblos Originarios.

Nuestras culturas originarias guardan una gran sabiduría. Ellos saben del vivir en armonía con la naturaleza y han aprendido a conocer sus secretos y utilizarlos en beneficio de todos. Algunos los ven como si fueran pasado sin comprender que sin ellos es imposible el futuro.

sábado, 18 de agosto de 2012

Leyendas Guaranies, el Isondú (bichito de luz)


Esta leyenda cuenta la historia de la creación del isondú, también conocido como bichito de luz, luciérnaga o tuquito...

Se dice que, entre los guaraníes de la selva misionera, existía un joven llamado Isondú.  Que despertaba la envidia de sus pares por ser muy habilidoso y por la gran atracción que sentían las mujercitas, no solo de la aldea sino de toda la región hacia él.

Isondú se destacaba tanto en la caza, como en la pesca...  Nunca se lo veía solo, ya que las jóvenes siempre encontraban excusas para entablar alguna charla con el apuesto aborigen.

Una noche, la envidia de los demás fue tan grande, que se juntaron en el monte y construyeron una trampa para Isondú, que regresaba de visitar a una jovencita. La selva Misionera, era tan oscura que también tiñó de ese color los pensamientos de quienes lo envidiaban que esperaban ver caer a Isondú en el pozo que habían hecho con tanta hazaña.

Y así fue, Isondú cayó en la trampa.  Cuando se hallaba en el fondo, los demás le arrojaban piedras y palos que le hicieron tantas heridas, que el cuerpo del joven guaraní se cubrió de sangre en un abrir y cerrar de ojos.

Grande fue el asombro de los envidiosos, al ver como el color rojo de la sangre, que apenas se distinguía en la oscuridad, se transformaba en un color fluorescente que se elevaban como gotas que iluminaban y resplandecían en todo el techo de la selva formado por los árboles y enredaderas del lugar.


Así fue como Isondú vence con su hermosura a los envidiosos, y escapa de la muerte, reencarnado en insectos que hipnotizan a sus enemigos con sus espectaculares colores que se divisan desde lejos como una niebla lumínica, generando alucinaciones que llevan a la locura a los mismos...

   Cuentan, también que si algún hombre de buen corazón, y sin envidia, decide recorrer la oscura Selva Misionera de noche, o costear el Paraná, Isondú lo acompaña para aclarar su camino.

   De allí el origen del ISONDÚ, bichito de luz…


Fuentes

*Mitos y Leyendas de mi Tierra Colorada.

*Rescatando mi cultura – Marisa López Palmeyro

9 comentarios:

  1. Que hermosa leyenda...

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  2. Me encantó, no lo conocía, me gustan mucho los bichitos de luz!!!GRACIAS.

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  3. Sí, es muy interesante este Blog, incluso, ya he enviado una copia y su dirección a una escuela norteamericana.

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  4. cuántos recuerdos...muchas gracias...los bichitos de luz me acompañaron en mi hermosa infancia...acá en mi querida Santa Fe...cariños...Dios los bendiga...

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  5. Hermosa leyenda! Muy cautivadora,si,cautivadora digo... c: me encanta

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  6. Me encanto la leyenda ya q la lei para un trabajo practico q tiene q entregar mi hija en su escuela y pienso utilizar esta leyenda tan hermosa y atrapante me encantan los bichitos de luz en noches d verano.

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