Estimado Sr
Crecimiento
Necesito escribirte
estas palabras, palabras desde la desesperación de quien ve que el mundo en el
que vivimos se desmorona.
En marzo de 2015 el observatorio de Mauna Loa (Hawaii) mide por
primera vez una concentración media mensual de CO2 en la atmósfera por encima
de los 400 ppm. Seguramente la mayoría de la gente, no sé si tú estás entre
ellos, no es consciente de lo que ello significa. Más CO2 en la atmósfera no
solo significa aumentar la temperatura media global, sino que también se
producen otros problemas como la acidificación de los océanos que conduce a la
desaparición de los arrecifes de coral (la gran selva de la biodiversidad del
océano).
Ya hay islas del Pacífico afectadas por el incremento en el nivel
del mar, ya hay refugiados climáticos. Ya tenemos olas de calor que duran
semanas (en España solo hay que remontarse al verano pasado). El ritmo de
extinción de especies se acerca a la de la última gran extinción, cuando un
asteroide impactó contra la Tierra hace 65 millones de años. Se me paraliza el corazón
cuando oigo decir que la salida a esta crisis, económica, se sobreentiende (ya
nadie habla de la crisis ambiental o, mejor dicho, socioambiental) es dando más
dinero a la gente para que ésta consuma más y así se reactive la economía.
¿Cómo puede crecer
la economía eternamente en un planeta cuyos recursos son finitos? Sé que es una
pregunta obvia e incluso roza lo trivial, pero es que tengo la sensación de que
ustedes no tienen en cuenta este hecho. Ya no hay nada más que descubrir, que
explorar, los recursos no son ilimitados, por lo que el resultado es muy fácil
de entender: si hay una tarta dividida en 10 trozos y yo paso de comerme 5 a
comerme 8, sí he comido más, pero ¿a costa de qué? ¿A costa de quién? A costa
de los más débiles, de los sin voz, de aquellos a los que explotamos para que
nosotros en nuestros países que se han convertido en archipiélagos en medio de
un océano de pobreza podamos continuar derrochando y aspirando a crecer
económicamente ad eternum. En este tiempo de
elecciones (ya podemos decir que son varios años seguidos, dado el número de
elecciones de todo tipo que hemos tenido) las alusiones a la defensa del medio
ambiente han sido mínimas, y no será por falta de hechos. El tan afamado
Acuerdo de París aspira a no superar los 1.5°C de media para mediados de siglo.
Tan solo estos últimos meses la temperatura media global se ha situado en torno
a 1°C superior a la media, y estamos en el año 2016. ¿Cómo piensan cumplir el
Acuerdo de París? ¿Puede una economía basada en el consumo aspirar a cumplir
este reto?. Hay muchísimas formas de
desarrollo (que no crecimiento) económico. Las energías renovables, la
rehabilitación de edificios, la
eficiencia energética, la
implementación de modelos de
ciudad de metabolismo circular en vez de lineal, la reducción del consumo, la
reutilización y aprovechamiento de subproductos… Todo ello es industria, es
empleo, es desarrollo humano.
Por otro lado, necesitamos
un modelo de alimentación diferente, bastado
en una agricultura de proximidad, donde podamos ejercer en la medida de lo
posible la soberanía alimentaria, donde nuestros suelos no estén sometidos a la
sobreexplotación a la que obliga este sistema capitalista, donde la
agroindustria no se dedique a contaminar nuestros suelos y aguas, donde se
fomente el consumo de frutas, verduras y legumbres y no el de carne y pescado,
donde desde el Estado se fomente la educación ambiental y para la salud. Es posible que el planeta
ya haya sobrepasado el punto de no retorno, pero eso no quiere decir que todo
esté perdido. Yo, como científico, veo cómo evolucionan muchas variables (CO2
en la atmósfera, pH del océano, fertilidad del suelo…) y sé que, aunque el
cambio es complicado y lento, es posible reducir esta alta tasa de degradación
que sufre nuestro planeta. Pero para ello es necesario un cambio en la
economía, una economía más eficiente, que consuma menos recursos incrementando
el desarrollo humano y que sea a la vez una economía solidaria que deje de ver
a las personas como simples números. Sin embargo, a pesar
de este breve relato que pueda denotar pesimismo y cansancio quiero alentar a
lo contrario. Quiero decirte, que todavía confío en ti, en que si llegas a
tener un puesto de responsabilidad (o no) en el futuro Gobierno del Estado
sigas siendo fiel a todo lo que has demostrado. Quien ha sufrido y superado
tantas crisis desde dentro y fuera de su partido político, desde medios de
comunicación que te han vetado, y lo siguen haciendo, estoy seguro que quien ha
superado todo esto es capaz de hacer frente a la crisis socioambiental que vive
nuestro planeta y que aportarás lo que esté en tus manos para sentar las bases
de una nueva economía.
Mucho ánimo y Salud.
Mucho ánimo y Salud.
Fuente>Blog del Proyecto Lemu
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