Un espacio destinado a fomentar la investigación, la valoración, el conocimiento y la difusión de la cultura e historia de la milenaria Nación Guaraní y de los Pueblos Originarios.

Nuestras culturas originarias guardan una gran sabiduría. Ellos saben del vivir en armonía con la naturaleza y han aprendido a conocer sus secretos y utilizarlos en beneficio de todos. Algunos los ven como si fueran pasado sin comprender que sin ellos es imposible el futuro.

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jueves, 1 de septiembre de 2022

Chipa de queso riquisima



La chipa, es un preparado ancestral, tradicional de la cultura guaraní y popular en Argentina, Paraguay y Brasil.


Este famoso pan de queso, famoso en Latinoamérica, es un clásico que se consume hace años y es elaborado con almidón de mandioca (yuca), huevos y mucho queso. Sus formas son variadas, puede encontrarse como un bollo redondeado, alargado y hasta con forma de rosca.



Se dice que el origen del chipá es el mbojape, un pan que elaboraban los indígenas guaraníes rallando mandioca cruda que se cocinaba envuelto en hojas de güembé, sobre tanimbu (ceniza); al calentarse, el almidón de la mandioca se vuelve pegajoso, esa consistencia se denomina chipa en quechua, que significa también apelmazado.

Con el intercambio cultural producido entre europeos e indígenas sudamericanos a partir de las expediciones realizadas por el Río de la Plata en el siglo XVI, y las misiones franciscanas y jesuíticas que se instalaron en el corazón de la Cuenca del Plata, se incorporaron productos de origen animal como la leche, el queso y los huevos, terminando de dar forma a este exponente del mestizaje cultural hispano guaraní.


Su cocción también ha ido evolucionando, realizándose en cuencos de barro de distintas formas y medidas, siendo la más tradicional la realizada en tatakua (horno a leña), que se mantiene hasta nuestros días.

Receta

Te dejamos una receta clave para que puedas disfrutar de estos emblemáticos panes de queso para que puedas acompañar el mate o comerlos en cualquier momento del día.


Ingredientes

Harina de mandioca 500 g.
Huevos 2 unidades (100 g)
Manteca 75 g.
Queso criollo 125 g.
Queso parmesano 125 g.
Sal 1 pizca
Leche 1 pocillo (80 cc)
Pimienta Negra Molida un cuarto de cuchara
Nuez Moscada cuarto de cuchara.

Fuente: Diario Crónica - 31 de Agosto de 2022.

https://www.cronica.com.ar/cocina/Como-hacer-para-que-el-chipa-de-queso-te-quede-riquisimo-20220831-0231.html

viernes, 14 de agosto de 2020

La mazamorra





Es curioso lo que nos pasa a los argentinos con la mazamorra. Todos, más o menos, sabemos lo que es. Lo sabemos porque, de chicos, o cuando tenemos hijos, la recordamos en los actos de cada 25 de Mayo. Pero la verdad es que pocos pueden afirmar que la comen con frecuencia. Incluso muchísimos ni la han probado. Y eso que es un postre o merienda muy sencillo de preparar. En ese sentido, la mazamorra corrió una suerte muy distinta a la de su hermano el locro. 
Este último, guisado cuya preparación es bastante compleja, sí se come seguido para las fiestas patrias. La mazamorra quedó bastante olvidada. Con lo rica, fácil y nutritiva que es.

Nobleza obliga: en el noroeste argentino, tan sanamente distinto a todo el resto del país, sí se encuentra con mucha mayor frecuencia. Pero lo que yo no sabía, sino hasta que me puse a investigar, es que en algunas partes de la provincia de Santa Fe sí que saben hacer una mazamorra muy rica. Tal es el caso de algunas familias del norte santafesino, por ejemplo en la siempre atrayente Villa Ocampo. Sí. En esa zona bendecida por el hermoso humedal Jaukanigaas, hay una receta de mazamorra que se suele aplicar a las sobremesas o a las tardes de juegos.

La mazamorra tiene un origen que no es criollo. Es decir, no proviene de la mixtura entre pueblos originarios y conquistadores españoles. Al parecer, es 100% autóctona de la era precolombina. Ya sabemos que el maíz, ingrediente básico de este preparado, es bien, bien americano.

Se consumía en nuestro país hasta comienzos del siglo XX. Con la llegada de la corriente inmigratoria europea, su consumo fue menguando y dicho plato se fue desplazando por otros nuevos que se fueron incorporando a la gastronomía argentina.

Ingredientes

-150 gramos de azúcar, esencia de vainilla

-100 gramos de maíz blanco

-1 litro de leche

-Agua, cantidad que sea necesaria.

Preparación

-En un bowl, dejar hidratar el maíz blanco toda la noche. Al día siguiente, en una cacerola, poner a hervir unos 30 minutos.

-Una vez realizado este procedimiento, agregar el azúcar y la leche.

-Luego hay cocinarla hasta que esté bien pasada de cocción.

-Bajar la temperatura y perfumar con esencia de vainilla a gusto.

-Dejar enfriar y servir.

Es el pan de los pobres

“La mazamorra, sabes, es el pan de los pobres”, nos cuenta la hermosa canción de Peteco Carabajal. De chico la aprendí en la escuela. Probablemente vos también. Recién ahora me doy cuenta de lo fácil que se puede comer algo nutritivo. Y, lo más importante, sin gastar mucho dinero. Qué lindo sería recuperar tantas costumbres argentinas perdidas. Por ahí, podemos empezar por algo tan sencillo como preparar una mazamorra para la merienda.

Escrito por Julio de Martini
Fuente: Ser Argentino - 13 de Agosto de 2020.
https://www.serargentino.com/gastronomia/la-mazamorra-sabes

domingo, 17 de mayo de 2020

Argentina: los aromas, sabores y colores de las comidas y vinos del norte del país

En un paisaje dominado por los cardones y las estructuras coloniales emergen bodegas rurales, clásicas y modernas, y establecimientos para degustar tamales, humitas, maíz, cazuelas, cabritos, dulces en conserva y platos de ollas, entre otros.



La región norte de Argentina, con la mítica ruta 40 como columna vertebral, descubre entre paisajes de ensueño una variedad de sabores y aromas a través de su rica gastronomía y exquisitos vinos, productos que ofrece por webinar el Instituto Nacional de Promoción Turística (Inprotur), a operadores del exterior para un escenario post pandemia.
En un paisaje dominado por los cardones y las estructuras coloniales emergen bodegas rurales, clásicas y modernas, y establecimientos para degustar tamales, humitas, maíz, cazuelas, cabritos, dulces en conserva y platos de ollas, entre otros.
En cuanto a las características técnicas de los vinos, desde el Inprotur destacan "la intensidad de color, el profundo volumen en boca y su perfume", derivados de la amplitud térmica de los valles.
Los vinos elaborados con uva torrontés, conocida como "la reina blanca nacional", son ideales para consumir durante todo el año y buenos compañeros de la tan condimentada comida de la región.
El recorrido comienza en la provincia de Jujuy, la que se encuentra más al norte de la región, y que presenta una biodiversidad geográfica única marcada por la Puna, la selva de Yungas y las quebradas.
Justamente en la Quebrada de Humahuaca, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, hay varias de las bodegas norteñas y la más alta de la zona, a 3429 metros de altura sobre el nivel del mar.
La mayoría de los establecimientos vitícolas se encuentran muy cerca de los centros turísticos que están inmersos en las mismas rutas de esos paisajes emblemáticos.
Desde el Inprotur se hace hincapié "que a diferencia de otros países, es muy simple visitar bodegas mientras se contempla la diversa naturaleza que motiva el viaje del visitante".
Al llegar a Salinas Grandes se puede disfrutar de una experiencia única de la mano de familias de pueblos originarios locales: la cosecha de sal, una antigua actividad de la que ahora se hace participar a los turistas.
Otra de las experiencias que se pueden realizar en el lugar es tomar clase de cocina de tamales, una receta emblemática del norte argentino.
Camino hacia el sur, siempre por la ruta 40, se ingresa a la provincia de Salta, y visitar los pueblos de los caminos calchaquíes como Cachi, Molinos y Cafayate, muy cercanos unos de otros, "pero que vale la pena hacer paradas y pernoctar en algunos de ellos", destacan desde el Inprotur.
En Cachi, por ejemplo, en los meses de marzo y abril, es muy común encontrar los pimientos secándose al sol como parte del paisaje colorido que además perfuman el lugar, y que están ahí esperando convertirse en el pimentón.
Las bodegas del lugar suelen tener características coloniales, una arquitectura muy típica de la región, y ofrecer propuestas de degustaciones, de almuerzos, sobre todo en el valle de Cafayate que concentra la mayor cantidad de establecimientos vitivinícolas de la región.
También cuenta con un museo dedicado al vino, muy interactivo e informativo, que complementa el viaje para quienes quieren conocer más de la historia vinícola de la región.
Todavía más al sur, la ruta 40 guía al viajero a la provincia de Tucumán, que también tiene un interesante desarrollo vitivinícola sobre la misma ruta, en las Arcas de Tolombón y en Amaicha del Valle, a sólo 30 minutos de distancia uno del otro.
En Amaicha del Valle se encuentra la única bodega comunitaria rural administrada por la comunidad aborigen local y es muy conmovedor porque le da un fuerte sentido patrimonial a la visita en esta bodega.
Siempre en dirección sur, pasando por Tafí del Valle y hacia el sudeste de la provincia, se ingresa en la provincia de Santiago del Estero, famosa por la calidad de las termas de Rio Hondo, que se encuentran muy cerca para hacer un descanso reparador después de una visita a tantas bodegas.
En el departamento de Robles se encuentra una bodega inaugurada en octubre de 2019 que rinde culto a las primeras estacas de vid que ingresaron al país, hace 400 años, en 1556.
Entre las dos últimas provincias camino al sur, Catamarca ofrece paisajes inigualables y hasta desconocidos, como el Campo de Piedra Pomez, el cordón montañoso de los Seismiles (volcanes de esa altura sobre la ruta 60) y el Valle de Tinogasta.
En este sitio se realiza una curiosa actividad los fines de semana de febrero y principios de marzo, que es la cosecha bajo la luna llena, con el perfil de los Seismiles en el horizonte.
Ya en La Rioja, la última de las provincias de la región, se encuentran dos polos vitivinícolas vecinos, Famatina y Chilecito, donde se producen vinos de "mucho carácter y estructura", definen desde el organismo que preside su secretario General, Ricardo Sosa.
Fuente: Nueva Rioja - 16 de Mayo de 2020
https://www.nuevarioja.com.ar/10961-los-aromas-sabores-y-colores-de-las-comidas-y-vinos-del-norte-del-pais

miércoles, 19 de febrero de 2020

Patay, alimento divino de los huarpes


Redondo y chato, de unos 10 centímetros de altura, color beige claro, y un poco duro. Dulce y rasposo en la boca, casi nunca faltaba en la alacena de la casa de la abuela el Patay.
Su historia se remonta a los pueblos originarios. El patay era una especie de “pan” en la dieta de  aborígenes como los paziocas (diaguitas), huarpes, calchaquíes, comechingones, sanavirones, entre otros. Actualmente, sigue siendo alimento típico de la población criolla del interior argentino, especialmente en el norte de Cuyo y el noroeste del país.
Las comunidades huarpes de San Juan, hace años decidieron poner en valor la algarroba (fruto del algarrobo) y su harina, con la que se elabora el patay, y que hoy es usada en otros productos de repostería con una alta demanda.



La Comunidad Huarpe Pinkanta (con sede en Caucete) logró concretar un viejo anhelo: la producción de harina de algarroba.
 “Esto tiene que ver con la recuperación de nuestra identidad huarpe. Desde muy chicos para nosotros la algarroba es algo básico, es algo nuestro, es lo que nos ha permitido crecer fuertes y permite que nuestros padres y abuelos estén vivos todavía. Partimos de la base que estas plantas no sólo son alimento sino que son medicina, es comida espiritual”, señaló Miguel Gil, jefe espiritual de su comunidad.
La palabra “algarrobo” es de origen árabe, y fue elegida por los conquistadores españoles para llamar a estos bellos ejemplares de la fitogeografía americana por su semejanza con otra especie europea. En Argentina existen dos grandes tipos de algarrobo, el blanco y el negro, cuyo nombre  científico es Prosopis alba y Prosopis nigra, respectivamente.

Los quechuas le llamaron Tacú, que en su lengua significa simplemente árbol, precisamente porque el Algarrobo era el árbol que tiene todo lo que un árbol puede dar: frutos dulces, la algarroba, y muy alimenticios de los que se hace aloja, añapa, patay, y hasta una especie de café con la semilla tostada.
La algarroba es un alimento muy energético, contiene un 50 % de azúcar natural y un 10 % de proteínas. Las semillas son ricas en fibra soluble, facilitando la digestión. No posee gluten, siendo un alimento apto para celiacos. Es rica en fibras, beneficia la flora intestinal, incrementando los lactobacillus. Rica en taninos, un potente antioxidante natural. La algarroba ejerce una acción favorable contra las inflamaciones de las mucosas reduciendo la irritación, tanto en las vías respiratorias como digestivas.
Moliendo la algarroba se obtiene la harina para la preparación del patay y también puede sustituir al cacao para la elaboración del chocolate.

Preparación de Patay
Las vainas (chauchas o algarrobas) se dejan secar al sol durante unos 6 o 7 días y cuando están bien secas se muelen (la vaina entera, generalmente en mortero aunque ahora existe la licuadora) hasta obtener harina. Se mezcla esta harina con agua en las proporciones suficientes como para obtener una masa, luego se coloca esta mezcla en moldes pequeños y se prensa con una cuchara. Finalmente se lleva a horno bien caliente en una placa hasta que se doren, entre 8 a 10 minutos. Se sacan del horno y se guardan en bolsa de papel en un lugar fresco y seco.
Parte de la leyenda
Cuenta la leyenda que Deolinda Correa (nuestra Difunta Correa) en el momento que muere iba en busca de algarrobas, su fuente nutricia.
La Pacha Mama (Madre Tierra) elige la sombra del algarrobo para guarecerse cuando en la fiesta del Chiqui, toma forma de anciana para prodigar milagros.
Fuentes: Issar Ramón Aguilera; y  regionales-nativos-argentinos.blogspot.com
Destino San Juan -23 de Diciembre de 2019

martes, 10 de septiembre de 2019

Alimentos Pueblos Originarios: la Argentina se acerca a los insectos para consumo humano





Hervidas o fritas, acompañadas por mandioca o polenta de maíz. Esta es solo una forma de comer las larvas de un tipo de escarabajo -Metamasius hemipterus- que, en primavera, saldrán a cosechar los integrantes de la comunidad originaria Guavira poty, en Misiones.

Se trata de una forma de alimentación ancestral. "Son de consumo diario, dependiendo de la época. Para nosotros es un gran alimento y tiene rico sabor", dice Rosalino Duarte, el segundo cacique de la comunidad. Dependiendo de la madera en se haya desarrollado -en palmeras de tipo pindó o árboles yacaratiá-, la larva adquiere matices en su sabor.

El estudio del manejo que las comunidades hacen para producir la domesticación de estas larvas de escarabajos es el tema que el ingeniero forestal Jorge Araujo, becario del Instituto de Biología Subtropical (IBS, CONICET - UNaM), trabaja en su tesis doctoral. "El consumo tiene un significado más allá de la nutrición sino que es parte de una identidad cultural de la comunidad guaraní", dice Araujo.

El investigador reconoce que, a la vista, la larva puede causar impresión pero luego, una vez asada o frita, es una comida con un sabor "bien exquisito" que puede recordar al del maní.

Extendido en otras partes de América latina, su consumo en nuestro país se encuentra circunscripto a los pueblos originarios. "No está incorporada al hábito alimenticio de la sociedad occidental porque el consumo de insectos está mal visto", dice Araujo.

Pero más allá de que comer estos animales genere el rechazo casi automático de un gran número de personas, en la Argentina el Código Alimentario prohíbe el consumo de insectos (grillos, cucarachas, hormigas, arañas, escarabajos, etc.). Esta normativa, no obstante, podría ser modificada en un mediano plazo.

Un primer paso lo dio la Unión Europea en 2018: a partir de la actualización de su reglamento, le abrió la puerta a los "Novel Food", esto es, a los alimentos que hasta ese momento no circulaban en este mercado, como los insectos aptos para consumo humano.




Panes y tortas con harina de grillo

Agua, levadura, sal, y una mezcla de harina de trigo con harina de grillo. Los ingredientes básicos para hacer un pan podrían ser estos en poco tiempo más.

En el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), de hecho, avanzan a paso firme en una harina elaborada a partir del Gryllus assimilis, una especie de grillo.

Se trata de animales criados a base de alimento balanceado y aislados de otros insectos. Una vez que el proveedor los faena vivos con agua hirviendo para después congelarlos, en el Departamento de Desarrollo de ingredientes en la Subgerencia operativa de tecnología de alimentos del INTI lo que hacen es secarlos y luego molerlos, explican la licenciada en tecnología industrial de los alimentos, Desiree Lenz y la doctora en química orgánica Gabriela Gallardo. "Todo es a escala laboratorio", aclara Lenz

Tras cernir aquello que fue molido, finalmente la harina es fraccionada. "Hicimos estudios reológicos para ver cuál era el comportamiento de esa harina, por ejemplo, si la mezclamos con una harina de trigo y los resultados, que los publicamos en un congreso internacional, dieron que se pueden desarrollar panificados. Por ejemplo, un pan francés se podría hacer tranquilamente", añade.

Por su parte, Gallardo describe: "Si obtenés un buen producto, cuando lo molés tiene un sabor como si fuera un aroma un poco a chocolate, a algo dulzón".

Por el momento no parece que en poco tiempo los grillos -el cuerpo del insecto- vaya a estar disponible en la mesa de un restaurante o en una cena familiar, aunque sí hay países en donde se comen sin un gran procesamiento. "Se pueden consumir de diferentes formas: asados, fritos, horneados, saborizados", dice Gallardo.

Cómo sería recibida la idea de incorporar la entomofagia a la dieta local, por ahora, es una respuesta que nadie tiene, aunque la preferencia por la carne en nuestro país frente al resto de los alimentos conduce a presumir que no sería algo sencillo de instalar.

"Lo que proponemos por su calidad nutricional es hacer aislados o concentrados proteicos. O sea, aislar la proteína y utilizarla para la formulación de alimentos, bebidas o diferentes productos", agrega Gallardo.

Cambiar la legislación argentina

Mónica Katz, presidenta de la Sociedad Argentina de Nutrición (SAN), acepta la incorporación de los productos como la harina de grillo. "Toda fuente proteica es válida, y los insectos tienen altas proporciones de proteínas, de alta calidad biológica, y serán el alimento del futuro, no como insectos sino como polvos derivados de proteína de insectos", detalla.

En la Argentina, que los derivados de grillos u otros animales similares lleguen a las cocinas dependerá de la aprobación de la Comisión Nacional de Alimentos (CONAL). Para ello, el INTI, el INTA, Senasa, UADE -en donde se trabajó en el potencial de la harina de grillos-, un proveedor privado, y la Fundación INAI de Agroindustria ya formaron un equipo de trabajo para hacer una propuesta formal ante esta comisión antes de fin de año.

"La idea es que se abra un capítulo en el código que sea todo de entomofagia, no únicamente para grillos", afirmó Gallardo.

La presentación, que contará con datos científico-técnicos, también incluirá el antecedente de la Unión Europea y la mirada sobre el tema de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés): de acuerdo a esta división de las Naciones Unidas, la entomofagia ya forma parte de la dieta de dos mil millones de personas en el mundo.

Según la FAO, esta clase de alimentos proporcionan "proteínas y nutrientes de alta calidad en comparación con la carne y el pescado".

"Los gases de efecto invernadero producidos por la mayoría de los insectos son probablemente inferiores a los del ganado convencional", dice la FAO, y agrega que "utilizan mucha menos agua que el ganado tradicional".

Alejados de las cocinas por cuestiones obvias de higiene, al menos un pequeño grupo de insectos ahora se acerca sigilosamente a los platos de cada día. Si se convertirán en un manjar, esa ya será otra historia.

Por: Nicolás de la Barrera
Fuente: Diario La Nación (Buenos Aires) - 9 de Septiembre de 2019




viernes, 14 de diciembre de 2018

Cultura Culinaria del Pueblo Tukano en Rìo Negro (Brasil)




Para entender lo que es la cultura culinaria de los pueblos del Río Negro (Brasil), hay que revisar sus antepasados. Todos sus alimentos y formas de producción tienen su historia y sus dueños en los seres mitológicos. Por ejemplo, el ser Basebó (para los Tukano), es el dios que enseñó a los pueblos indígenas a cultivar los campos y hacer alimentos sabrosos.

Fue por medio de esas enseñanzas que desarrollaron las técnicas para la producción de alimentos y subsistencia manejando los bosques y los ríos. Es allí donde se plantan los cientos de variedades de mandioca-brava, base de la dieta de estos pueblos.

Sobre la importancia de dar visibilidad al Sistema Agrícola del Río Negro, la antropóloga Manuela Carneiro da Cunha destacó que 500 millones de personas en el mundo comen mandioca como base de alimentación diaria. Y la mayor parte de esta población reside en las Américas y en el África subsahariana. De ahí la importancia de que existan reservas de diversidad. La variedad de especies del Río Negro se presenta como un gran reservorio a cielo abierto, lo que significa que la población rionegrina presta un servicio a toda la humanidad, no sólo a Brasil.

Otro importante alimento que se cultiva es la pimienta, presentando una infinidad de especies de la cuales se prepara la jiquita, que es la pimienta en polvo con o sin sal. También se consumen animales como, paca, cutia, anta y pescado que suele ser consumido asado, cocido en caldo, moqueado o frito. En la mayoría de las comunidades se consume la quinua por la mañana y por la tarde se comparte a la comunidad en la casa comunitaria. El chibé, que es agua con harina, también es consumido a cualquier hora del día, siendo éste un alimento refrescante que sacia la sed y el hambre. Generalmente las meriendas pueden ser acompañadas por jugos de açaí, bacana, patauá o buriti.

Con el paso de los años y la presión sufrida por el contacto con los blancos, muchos de los conocimientos tradicionales sobre esta cultura culinaria fueron olvidados. Antiguamente, incluso en época de escasez de pescado, por ejemplo, los antepasados sabían de dónde sacar alimentos del bosque, que suprimían las carencias nutricionales. Hoy, ese saber está siendo revitalizado por medio de las iniciativas de proyectos de valorización de la alimentación tradicional y sistemas de producción de alimentos. Uno de los más valiosos resultados de esas iniciativas es el reconocimiento por el IPHAN (Instituto del Patrimonio Histórico Artístico Nacional) del sistema agrícola tradicional como Patrimonio Cultural Inmaterial del pueblo brasileño, este bien está registrado en el Libro de los Saberes.

Los ítems que hacen del Sistema Agrícola del Río Negro un patrimonio nacional cultural son: la riqueza de saberes y prácticas, la diversidad de las plantas cultivadas, las redes de circulación de plantas y conocimientos asociados, la seguridad alimentaria y la sostenibilidad del modo de producir que permite la conservación del bosque.

Aun viviendo en las ciudades, las familias no abandonan su comida tradicional. Ellas cultivan sus parcelas en áreas periurbanas, compran pescado en las ferias y usan ingredientes de la cultura culinaria rionegrina para hacer su quinhapira y otras recetas locales. Esta valoración de las prácticas tradicionales, fortalece su identidad como pueblos indígenas del Río Negro y los acerca aún más a los familiares y antepasados.

Fuente: El Orejiverde - 14 de Diciembre de 2018



lunes, 23 de julio de 2018

La abuela tenía razón: el chañar sirve para la tos



Arrope y Fruto del Chañar 

Su uso es conocido desde antaño, en especial por los lugareños del norte del país. Científicos tucumanos comprobaron, por primera vez en laboratorio, sus propiedades.

Desde las últimas décadas existe una TENDENCIA mundial por volver a lo natural, a lo casero, a lo que llamamos "los remedios de la abuela". Los investigadores empezaron a poner la lupa en plantas que fueron usadas ancestralmente por los pueblos originarios o por poblaciones rurales, debido a sus propiedades. Muchos de sus trabajos terminaron por corroborar usos medicinales y atributos nutritivos, que ayudaron luego a potenciar las economías regionales.

Los curiosos o naturistas que compran remedios, cremas y comidas en las ferias regionales o herboristerías, al menos con el arrope de chañar pueden estar tranquilos. Investigadores tucumanos certificaron en el laboratorio cuatro propiedades de la fruta del chañar (efecto expectorante, antitusivo, antiinflamatorio y analgésico), y tres para su arrope (todas las anteriores menos la propiedad antiinflamatoria, que se perdería durante la cocción de la fruta).

Adrián Reynoso, Nancy Vera, María Eugenia Aristimuño, Adriana Daud y AliciaSánchez Riera desarrollan esta línea de investigación en la cátedra de Farmacoquímica de la Facultad de Bioquímica, Química y Farmacia (FBQF) de la UNT. El equipo publicó su trabajo sobre el chañar en dos reconocidas revistas científicas: Journal of Ethnopharmacology y Journal of Nutrition & Food Sciences. En la INVESTIGACIÓN suministraron extractos de chañar a un grupo de ratas, y de su arrope a otro, y verificaron, en etapa preclínica de experimentación, las propiedades farmacéuticas de esa planta, que eran atribuidas por los pueblos originarios.

El tratamiento de estos animales consistió en suministrarles mil miligramos de extracto de chañar por kilogramo de peso corporal, una vez al día. El procedimiento podía durar de tres a siete días, según los casos, hasta que aparecían los primeros resultados y mejoraban los síntomas de dolor, inflamación, tos y podían expectorar.

El chañar, cuyo nombre científico es Geoffroeadecorticans, es un árbol mediano, que puede medir hasta 10 metros de altura cuando crece aislado, pero que es mucho más pequeño cuando crece en bosquecillos. A su fruto también se le denomina chañar y es carnoso, de forma redondeada, tiene en su interior una única semilla, es de color anaranjado, y tiene la forma y el tamaño de una aceituna. Es comestible, dulce, de agradable sabor, y uno de los principales alimentos de los PUEBLOS ORIGINARIOS del Gran Chaco.

Con el fruto del chañar se prepara una bebida fermentada, conocida como aloja de chañar, que es una suerte de aguardiente, a la cual se le reputan propiedades antiasmáticas. También se prepara el arrope de chañar, dulcísimo, espeso, negro, que sirve como reemplazo de mermeladas. Es una especie de miel vegetal, y se le atribuyen popularmente propiedades para aliviar la tos y el dolor de garganta.

Reynoso es el principal autor de esta investigación y actualmente busca aislar la molécula con el principio activo de las propiedades medicinales del chañar. Su idea es conseguir nuevas formas farmacéuticas que contengan los atributos de la fruta, si es necesario uniéndose a otros grupos de investigación o al sector privado. "Queremos estandarizar el método de obtención del arrope variando las condiciones de la temperatura, ya que los arropes analizados anteriormente perdían la propiedad antiinflamatoria a causa del calor", precisó.

Colaboración: Daniela Orlandi (Universidad Nacional de Tucumán)

Foto: Luis Ferrando

Fuente: El Tribuno (Salta – Argentina) – 10 de Agosto de 2016


miércoles, 23 de mayo de 2018

La cañahua, el nuevo grano de oro que Bolivia ofrece al mundo



La cañahua, un grano andino tanto o más potente que la quinua como alimento pero escasamente conocido, es la nueva oferta de Bolivia para el mercado internacional debido a sus propiedades nutritivas y su resistencia al cambio climático.

Se trata de un grano cultivado de Bolivia de forma orgánica con la tradición de los pueblos indígenas, que ha sido requerido este año por la propia Agencia Espacial de Estados Unidos NASA y aspira a ser considerado en el mercado gourmet mundial.

Agricultores, cocineros y representantes de la Organización No Gubernamental Innovare e Hivos promovieron esta semana las delicias del alimento que no obstante de sus propiedades no es muy demandado en el mercado local, ni muy usado en la cocinas del país.
Además de Bolivia, el grano se cultiva en Chile, Ecuador y Perú y ha demostrado ser resistente a sequías e inundaciones, lo que demuestra su valor para garantizar la seguridad alimentaria.

El valor culinario del grano fue discutido por los expertos en la escuela gastronómica Manq'a de la ciudad de El Alto, vecina de La Paz, que es impulsada por el empresario y chef danés Claus Meyer.

"Es importante la articulación de actores y la revalorización del patrimonio alimentario regional para que se genere un diálogo y encontrar alternativas para incorporar en la dieta de los bolivianos este alimento", dijo a Efe, Ángel Ramos, director del Movimiento de Integración Gastronómico Boliviano (Miga).

Para Mario Vargas, especialista en tecnología e innovación del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), la cañahua es el nuevo súper grano por sus virtudes nutritivas y su capacidad de resiliencia para afrontar el cambio climático.

"La Cañahua es un grano de oro en términos nutritivos, me parece un poco más exquisita que la quinua en ese sentido y también en términos de producción ya que este grano puede soportar el cambio climático", subrayó Vargas en declaraciones a Efe.

En el mismo evento participó la quechua Trigidia Giménez, considerada la mayor productora de cañahua de Bolivia y quizás del mundo puesto cultiva al menos 80 hectáreas de cañahua al año en el municipio andino de Toledo, del departamento de Oruro (oeste).

Según Giménez, el grano tiene un alto porcentaje de proteína y fósforo y es un "energizante natural y ayuda a la agilidad mental".

"Estamos muy orgullosos de producir uno de los mejores alimentos como es la cañahua, un grano que ha sobrevivido a la conquista española, a la migración y al olvido", dijo Giménez.

Con los saberes antiguos que le transmitieron, la indígena quechua cultiva tres variedades del producto que luego se convierten en harina y en hojuelas, si bien aconseja usar también el grano para hacer ensaladas y pures como acompañamiento en las comidas.

Giménez está orgullosa de que el valor nutricional de este grano tan "poderoso" haya llegado desde sus cultivos hasta la NASA, donde disfrutaron este alimento en barras energéticas y galletas.

"La cañahua se va directamente a la NASA a través de una empresa de Cochabamba, yo me sorprendí porque es un gran logro para un productor", expresó sobre esa experiencia.

Para este año prevé exportar al mundo entre cuatro a cinco toneladas por medio de una empresa privada, La Coronilla, pero también quiere enfocar su trabajo en la promoción para alentar el consumo interno.
Para el 2018, se plantea elaborar desayunos en base a cañahua y sopas instantáneas para dar más opciones a los consumidores.

De acuerdo con Gabriela Silva, gerente de Innovare, con reuniones como la realizada entre productores y expertos gastronómicos se ayuda a que este producto olvidado vuelva a llamar la atención de los bolivianos y en especial de los jóvenes con nuevas propuestas donde se incorpore la cañahua.

Es así que los estudiantes de Manq'a presentaron una diversidad de opciones para degustar alimentos realizados en base a la cañahua, como una infusión aromatizada con limón, empanadas preparadas en base al grano con harina de amaranto, hamburguesas hechas con cañahua y quinua, además de un pastel de chocolate.

Yolanda Salazar

Fuente: Agencia EFE – 16 de Septiembre de 2017





sábado, 3 de febrero de 2018

Por qué en México aguardan con ansias el Día de la Candelaria y de dónde surgió la tradición de comer tamales el 2 de febrero


Derechos de autor de la imagenGETTY IMAGESImage captionLos tamales son uno de los platillos tradicionales de la cocina mexicana desde la época prehispánica.

"La masa no se crea ni se destruye, solo se transforma... en tamal", dice una frase en México que celebra la llegada del 2 de febrero.

Esta es la fecha culminante en un "maratón" de celebraciones de fin de año en México, esperada con ansias por muchos que quieren sentarse a la mesa y comer tamales.

Esta tradición celebra en el Día de la Candelaria, una festividad católico-cristiana que sirve de excusa perfecta para degustar platillos típicos, como ocurre en muchas tradiciones en México.

"El Día de la Candelaria es una celebración que trasciende más allá de las fronteras católicas y puede considerarse la tercera fiesta religiosa más importante del país, después de la Semana Santa y la Navidad", dice la antropóloga Yesenia Peña en un artículo del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

Este platillo elaborado a base de harina de maíz tiene su origen en el México prehispánico pero se come en otros países de Centroamérica, el Caribe y Sudamérica.
En México existen hasta 5.000 variedades de tamales, según el INAH.

Los más tradicionales tienen carne de pollo y cerdo con salsas picantes, pero también hay dulces, de insectos y, más recientemente, "gourmet".

"En México, revela aspectos muy particulares que incluyen el sincretismo con ritos prehispánicos, convirtiéndose en una festividad compleja, pues en su esencia también se fusionan la fe hebrea, la cristiana, e incluso, cultos paganos provenientes de la Isla de Tenerife (España)", expone el instituto.

El origen religioso
La celebración del Día de la Candelaria en México está ligada a la tradición católica traída tras la conquista española.

En uno de los Evangelios se dice que la virgen María acudió al Templo de Jerusalén para recibir la purificación después del nacimiento de Jesús, quien también fue presentado en el recinto como dictaba la tradición hebrea.


Derechos de autor de la imagenGETTY IMAGESImage caption"Tamalli" era el nombre en la lengua náhuatl que recibía este platillo desde tiempos de las culturas prehispánicas.

La purificación era un rito por el que debía pasar toda mujer que dio a luz. Los padres ofrecían en sacrificio animales como un cordero, palomas o bien tórtolas, como lo hicieron María y José.

Las mujeres entonces eran bañadas y rodeadas de flores como las candelas, de ahí el nombre que luego adoptó el Día de la Candelaria.

La celebración también está relacionada a la tradición de Tenerife, España, de la Fiesta de las Candelas, o velas, que surgió a partir del relato de la aparición de la virgen María en el siglo XIV.

El "padrino" de los tamales
El Día de la Candelaria se conmemora en muchas partes del mundo, pero en México adquirió una relación particular con la comida.

El 6 de enero, día de los Reyes Magos (otra celebración religiosa), en México se acostumbra partir una rosca de pan dulce que guarda en su interior varios muñecos del niño Jesús.

Los afortunados que encuentran uno de esos muñecos se convierten en "padrinos" del Día de la Candelaria y, por lo tanto, son los encargados de proveer los tamales a sus invitados.

De ahí que desde principios del año ya se aguarda tan fervientemente la llegada del 2 de febrero.

También es motivo de reuniones familiares, tanto para la elaboración como para la degustación de este platillo.

La olla y el fuego
Mientras que en otros países los católicos se limitan a recordar el simbolismo religioso del Día de la Candelaria, en México la festividad se fusionó con una tradición prehispánica.

"Se sintetizan muchos elementos de la tradición española con la mesoamericana", explicó el etnólogo Andrés Medina a la Gaceta de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Fuente
BBC – 2 de Febrero de 2.018