Un espacio destinado a fomentar la investigación, la valoración, el conocimiento y la difusión de la cultura e historia de la milenaria Nación Guaraní y de los Pueblos Originarios.

Nuestras culturas originarias guardan una gran sabiduría. Ellos saben del vivir en armonía con la naturaleza y han aprendido a conocer sus secretos y utilizarlos en beneficio de todos. Algunos los ven como si fueran pasado sin comprender que sin ellos es imposible el futuro.

jueves, 30 de abril de 2020

Tribus y territorios indígenas brasileños más vulnerables ante el avance del Covid-19

La pandemia de coronavirus ya dejó un saldo de más de cinco mil muertes y continúa en aumento con un riesgo mayor para poblaciones más desprotegidas, como es el caso de pueblos originarios.


Desde la llegada de la pandemia a territorio brasileño las aldeas indígenas en áreas reservadas quedaron más vulnerables tanto a la propagación del virus como al avance de la deforestación ilegal por parte de agentes vinculados al agronegocio, empresas mineras y madereras. El discurso de odio contra los pueblos originarios y la constante afirmación sobre la necesidad de reducir los territorios reservados dieron vía libre a invasores, quienes ante la situación generada por el coronavirus encuentran un territorio liberado para el avance con operaciones de fiscalización cada vez más reducidas.

Desde marzo en el territorio Yanomami, que ocupa parte de los Estados de Amazonas y Roraima, las invasiones aumentan a cada día. Según cuenta el propio líder de la comunidad, Dario Kopenawa Yanomami, “son más de 25 mil invasores que ya vienen con amenazas de muerte, armas de fuego”. “Mataron nuestros ríos y ahora nos traen esa enfermedad. Necesitamos acciones verdaderas. Las operaciones que hubo hasta ahora lo único que hacen es desparramar a los invasores, pero todavía están acá”, añadió. 

Avances ilegales también se registraron en reservas del sur del Estado de Pará, hogar de 1700 indígenas, Mato Grosso do Sul y en la frontera con Guyana Francesa, donde además se calcula que hay unos 480 campamentos ilegales con cerca de 10 mil brasileños explotando ilegalmente el territorio.

Según el Instituto Socioambiental (ISA) que monitorea por satélite la actividad en Amazonas, hubo un aumento del 3% en áreas degradadas en comparación con febrero de este año. De acuerdo con el boletín de ISA los nuevos focos de invasión deforestaron 114 hectáreas de bosque en tierras indígenas Yanomami. A su vez el 22 de abril se conoció un decreto firmado por el presidente de la Fundación Nacional del Indio en donde 237 tierras indígenas que se encuentran pendientes de homologación en todo el país podrán ser vendidas, loteadas, desmembradas e invadidas con derecho a certificación que establezca que no son territorio indígena, incluso en lugares con establecimientos de tribus aisladas.

Ante estos avances, el Instituto Brasilero de Medio Ambiente (IBAMA) incendió alrededor de 70 tractores y otros equipos desde el 4 de abril de pasado. Esta acción está protegida por la legislación brasileña. 

En una entrevista concedida al programa “Fantástico” el 12 de abril, los fiscales de IBAMA explicaron que “hubo un aumento de la expectativa de que la fiscalización ambiental no tuviera la misma regularidad durante la pandemia y por eso los indígenas quedaron cada vez más expuestos a esas invasiones”.

El respaldo que estos grupos de invasores tienen por parte de las autoridades federales se ve reflejado no sólo en los discursos que el propio presidente Jair Bolsonaro pronuncia, quien en enero de este año llegó a afirmar que el tamaño del territorio indígena demarcado es “abusivo”. Desde que asumió la presidencia, el mandatario intentó transferir la competencia de la Fundación Nacional del Indio (FUNAI) del Ministerio de Justicia a la cartera de Agricultura, dejando al organismo en manos de quienes más intereses tienen en reducir los territorios reservados. En ambos casos, el Congreso y la Justicia consiguieron frenar el decreto. 

Además, en un gesto claro de acercamiento, representantes de madereros, mineros y del agronegocio llegaron a reunirse durante el 2019 con autoridades del Ejecutivo con el fin de reclamar la actuación de los fiscales ante el incendio de máquinas utilizadas en el avance sobre territorios reservados. En los encuentros, de los cuales participaron figuras como Onyx Lorenzonni, ex jefe de gabinete y actual ministro de Ciudadanía, el general Augusto Heleno, jefe de Gabinete de Seguridad Institucional, y Ricardo Salles, ministro de Medio Ambiente, las autoridades federales se comprometieron a buscar “una solución estructural y de largo plazo para las demandas presentadas”.

Posibilidades de contagio

Ante el avance de la pandemia de Covid-19 la invasión deja de ser sólo un problema ambiental y de preservación de pueblos y territorios. La salud de los indígenas está en riesgo ya que los mismos invasores pasan a ser agentes de transmisión del virus en aldeas que en la mayoría de los casos no cuentan con asistencia sanitaria ni recursos para prevención. 

El estudio Análisis de vulnerabilidad demográfica e infraestructura de las tierras indígenas ante el Covid-19 dirigido por la demógrafa Marta Azevedo, investigadora de la Universidad Estadual de Campinas, advierte que “los pueblos indígenas son especialmente susceptibles a los virus porque las naciones actuales fueron contactadas mayoritariamente en el siglo XX y tuvieron poco contacto biológico con patógenos con los cuales la población no indígena ya lidio”. Y alerta que cerca de 81 mil personas originarias se encuentran en riesgo de vulnerabilidad crítica frente a la pandemia.


En virtud de hacer un seguimiento del avance del coronavirus en poblaciones indígenas, el ISA lanzó una plataforma de monitoreo. Hasta el momento se registraron 89 casos y 4 muertes. Sin embargo la metodología de conteo es motivo de controversias, ya que para el Ministerio de Salud son pacientes indígenas apenas aquellos que viven en áreas rurales, dejando afuera a quienes viven en áreas urbanas.

En ese contexto y con la intención de captar apoyo y asistencia internacional, el cacique Raoni Metuktire, figura emblemática de la lucha contra la deforestación en Amazonas, se pronunció en un video publicado por la ONG francesa Planéte Amazone, donde además hizo un pedido de donaciones para sobrevivir al aislamiento. 

“Como ustedes saben el presidente de Brasil no tiene consideración por nosotros, al contrario, insiste en atacarnos. Redujo el presupuesto de la Fundación Nacional del Indio y de los organismos que cuidan de nuestra salud”, explicó. Asimismo sostuvo que necesitan “alimentos básicos, productos de higiene, medicamentos y combustibles para transportarlos”. “Sin la ayuda de ustedes los pueblos indígenas de Brasil no podrán sobrevivir a ésta terrible enfermedad”, completó.

Tanto por el avance del coronavirus como por la deforestación ilegal incentivada por las autoridades brasileras a través de las políticas de abandono y de discursos de odio, los pueblos indígenas se encuentran en situación de genocidio inminente, un viejo anhelo del bolsonarismo en conjunto con empresas de minería y con el agronegocio para avanzar en la extracción y destrucción de bosques autóctonos y vida originaria.

Escrito desde Desde Río de Janeiro por Ana Laura Dagorret

Notas Periodismo Popular - 29 de Abril de 2020

Reencuentros, después de la pandemia...



“Cuando llegue el momento de reencontrarnos en algún sitio de este mundo , luego de este tiempo de distancias impuestas, no hablemos de economía ni de temas materiales, tampoco de aquellas cosas absurdas que nos hacen perder el valor de lo sensible. 

Démosle importancia al mirarnos a los ojos, a escucharnos, y si ya es posible, estrechémonos en un fuerte abrazo. 

Hablemos de los afectos, de cómo están nuestros seres queridos, de nuestras emociones, de las alegrías, las tristezas, y de que ha sido de nosotros en ese tiempo que pasó. 

Démosle importancia a lo no banal de esta vida, a lo que vale la pena, a lo más humano, a eso que no es material, y que sólo nos importen los sentimientos. 

Porque, al fin y al cabo, cada encuentro, debe servir para eso, para abrazarnos bien fuerte el corazón.”

Marcelo Rocha - Abril 2020

Ilustración de Oswaldo Guayasamin

Andrés Guacurarí, nuestro guaraní gobernador




Sobre Andresito como se lo conoce entre quienes lo quieren y lo han convertido en el máximo prócer de nuestra provincia de Misiones, algunos dicen que nació en San Borja (ubicada en el actual Estado brasileño de Rio Grande do Sul) y otros en Santo Tomé, actual Corrientes en una fecha que, presumiblemente, sería el 30 de noviembre de 1778, unos meses después que su vecino José de San Martín. Su infancia transcurrió en Santo Tomé donde pudo educarse desarrollar un muy buen nivel de lectura y escritura y aprender a ejecutar diversos instrumentos musicales.

Tampoco está muy claro cuándo conoció a quien sería su padre adoptivo y del corazón y su jefe político-militar, José Artigas. Aunque seguramente tiene razón uno de sus principales biógrafos, Jorge F. Machón, cuando afirma que la relación era ya de larga data al momento de nombrar a su hijo Andrés en 1815 Comandante general de Misiones, un cargo equivalente al de gobernador. Su primera misión militar fue recuperar los pueblos misioneros ocupados por los paraguayos.

Lo hace al mando de su ejército indígena de 500 combatientes armados como pueden, con lo que tienen que no es mucho y que compensan con coraje y su conocimiento del terreno palmo a palmo. En poco tiempo recupera Candelaria, Santa Ana, San Ignacio, Loreto y Corpus.

El único gobernador indígena de nuestra historia ejerce una conducción humana, justa y socialmente revolucionaria, recordando y aplicando la máxima artiguista al anunciar la primera reforma agraria de América “que los más infelices sean los más privilegiados”. Ante todo abolió la servidumbre en todas sus formas y repartió tierras a los que las habían perdido a manos de la conquista, el saqueo, la estafa o todo eso a la vez. Durante su gobierno, se eliminaron del territorio bajo su jurisdicción todos los símbolos, escudos y emblemas que pervivían de la colonización española, y recobraron su vigor los cabildos de los pueblos originarios que tenían una función central en la administración del territorio fomentando la producción y comercialización de la yerba mate y la fabricación de pólvora y hasta la instalación de hornos para fabricar puntas de lanzas.

En aquel año 1816, se desató sobre la Banda Oriental la devastadora invasión portuguesa, realizada por 30.000 soldados con el mejor armamento de la época y bajo el asesoramiento de nuestro viejo conocido, el otrora invasor inglés William Carr Beresford, contratado por la corte de Río para reorganizar su ejército. Iban por Artigas y su gente, a poner fin a la experiencia más democrática y popular de esta parte del mundo, a exterminar de raíz ese “mal ejemplo” que podía acarrear el riesgo de contagio. El 12 de septiembre de aquel año el jefe guaraní al mando de 1.000 valientes en varias pelotones cruzo el río Uruguay por Itaquí. Obtuvo sus primeros triunfos en San Juan Viejo y en Rincón de la Cruz donde derrotó a 300 portugueses. Esto le permitió avanzar a Sao Borja y sitiarla el 21 de septiembre. El ejército indígena ya sumaba unas 2.500 voluntades. Andresito demoró quizás demasiado el ataque para no dañar a la población local ocupada por los lusitanos y esto le dio tiempo al enemigo de rearmarse y recibir refuerzos y derrotar al ejército popular artiguista.

La derrota de Andresito y las instigaciones porteñas animaron a los portugueses a pasar a la ofensiva al mando del brigadier Farancisco das Chagas Santos. Un primer intento fue abortado por Tiraparé el 19 de enero de 1817 lo que le dio tiempo a Andresito y sus hombres a replegarse en La Cruz que sería ocupada por los portugueses tras la retirada de Andresito a la ciudad natal de San Martín, Yapeyú. Poco después ambos pueblos fueron arrasados y destruidos por los portugueses que en otros frentes habían destrozado Concepción, Santa María la Mayor, San Javier y Mártires, Apóstoles, San José y San Carlos. Cuando todo parecía perdido, Andresito y sus heroicos paisanos se lanzaron a la contraofensiva y para mediados de año Andresito había logrado recuperar buena parte del territorio provincial y el milagro de recomponer en parte un ejército de 1.000 hombres que concentró en Apóstoles, San Carlos y San José. Das Chagas fue a su encuentro con sus mejores 500 hombres. Aquel 2 de julio de 1817 tras varias horas de combate Andresito y sus jinetes indígenas lograron el repliegue portugués. Apóstoles fue recuperada. Tras el triunfo de Apóstoles, José Artigas le pide marchar sobre Corrientes para reponer en su puesto a su aliado el gobernador Juan Bautista Méndez, derrocado por un golpe apoyado por Buenos Aires dirigido por José Francisco Vedoya. Su presencia no fue bien recibida por los sectores latifundistas de la provincia, herederos muchos de ellos de los encomenderos españoles, quienes se negaron a asistir a una representación en su honor brindada por “ese indio”. Andresito desairado los obligó al día siguiente a debutar en estas cosas del trabajo y a limpiar minuciosamente la Plaza.

De Corrientes Andresito volvió a Misiones y contra todos los pronósticos, pasó a la ofensiva desde San Nicolás derrotando a Chagas Santos hasta obligarlo a replegarse a Palmeiras. Los portugueses no tardaron en lanzar una poderosa contraofensiva y Andresito decidió marchar al encuentro de Artigas pero al intentar cruzar el Uruguay fue capturado por una patrulla enemiga que lo tomó prisionero y llevó caminando junto a muchos de sus hombres a Porto Alegre y luego a la prisión de la Lague. Fue liberado en abril de 1821 pero tras una riña callejera fue nuevamente encarcelado. Tras un nuevo calvario y un nuevo sumario aquel hombre que había dicho El derecho es el ídolo y objeto de los hombres libres por quien se ven empapados en su propia sangre, poco se sabe sobre su destino y mucho sobre la paciente labor de quienes siguen tratando infructuosamente de enterrarlo en el olvido para siempre.

Escrito: Felipe Pigna
Fuente: www.elhistoriador.com.ar

miércoles, 29 de abril de 2020

La cuarentena, un alivio para el planeta

El freno que generó la pandemia en todas las industrias fue la excusa para que la tierra vuelva a respirar. Para los ecologistas es una oportunidad para cuestionarnos cómo vivimos y buscar hábitos que mejoren el ecosistema.


La pandemia del coronavirus llegó para ponerle un freno al funcionamiento de la tierra y un respiro al planeta. La cuarentena, que para muchas industrias se traduce en un grave efecto económico, generó un cambio en la flora, la fauna y hasta en el aire que respiran las personas.

Pero este nuevo escenario se da en medio de una crisis climática y ecológica sin precedentes. “Si la temperatura promedio del planeta aumenta dos grados por arriba de los niveles pre-industriales, tendríamos una pérdida de biodiversidad catastrófica, eso se traduce en menos cantidad de alimentos, menos economía. Los corales que albergan más del 30% de la vida marina estarían en un 99% en vías de desaparecer. Eso solo ocurre con dos grados más y estamos en caminos a eso. Es el escenario más probable al que nos estamos dirigiendo”, detalló Máximo Mazzocco, fundador de Eco House y Co fundador de la Alianza por El Clima.

En este escenario preocupante, el freno que trajo el coronavirus, fue sin lugar a dudas un respiro para la tierra. “Si el ser humano le pone un freno de mano a toda su actividad, que por ejemplo se ve sobre todo en la cantidad de autos que hay circulando. la naturaleza resurge, es así de simple...”, resumió Mazzocco. “Súbitamente millones de personas se vieron confinadas a sus hogares y cesaron de agredir la tierra y el mundo natural que en la tierra habita. Entonces comenzaron los avistajes de animales inusuales en sitios extravagantes. Un gato montés husmeando a través de una ventana en Bariloche. Un puma recorriendo las calles de Santiago, en Chile. Jabalíes y ciervos ganando las calles de pueblos y ciudades en Europa y Asia”, indicó el biólogo Emiliano Donadio de la Fundación Rewilding Argentina.

La fauna silvestre ganó las calles con rapidez, pero los investigadores anticipan que esta invasión pacífica terminará cuando los humanos vuelvan reactivar el mundo. “El parate de los aviones y del transporte es muy importante. Son las principales fuentes de gases de efecto invernadero, el parate efímero es positivo, pero el efecto revote que vendrá después es lo que nos preocupa”, agregó Mazzocco.

“El puma y el gato montés retornarán a sus hábitats usuales y observarlos volverá a ser exclusividad de unos pocos afortunados. Pero el final de esta historia puede ser diferente. Podemos implementar políticas dirigidas a restaurar nuestra fauna nativa en regiones donde ha desaparecido. Y que los animales silvestres regresen en número suficiente para que puedan cumplir su rol ecológico, al mismo tiempo que se incrementa la probabilidad observarlos en su medio natural. Estas políticas son posibles utilizando técnicas audaces e innovadoras a la hora de restaurar y conservar nuestra fauna nativa”, cuestionó Donadio.
Reflexión

Según los especialistas en la Argentina se redujeron los gases de efecto invernadero casi a la mitad en el último mes. “Nunca tenemos tiempo de pensar, por las actividades del día a día. No tenemos tiempo para poner un freno, pero ese freno hoy se puso solo y empezamos a ver las consecuencias positivas y empezamos a sentir el aire más limpio y es el momento de empezar a cuestionarse cómo podemos vivir rodeados de contaminación”, se preguntó Mazzocco.

Los cambios empiezan desde el hogar. Desde usar botellas de vidrio y así evitar el plástico, dividir la basura en reciclable o hasta generar compost para las plantas de nuestra casa. “Ese click está llegando, nos están escribiendo muchas personas para hacer hábitos sostenibles desde el hogar. Es un antes y después lo que estamos viviendo. Este sistema ya era insostenible. Necesitamos un cambio de paradigma y evolucionar”, agregó el especialista Mazzocco. El coronavirus puede ser la oportunidad para empezar a cambiar, desde pequeños hábitos el planeta.

“Si nosotros no cambiamos a partir de todo esto, es decir que el sacrificio fue en vano. Hay que plantearse cómo queremos seguir, puede haber una pandemia dentro de poco si la temperatura puede seguir aumentando. Es una oportunidad para que la gente tome conciencia. Es ahora o nunca”, concluyó.

Fuente: ambito.com - 29 de Abril de 2.020
Escrito por Belén Fernández

Huellas de Amor



Dejar huella no depende de lo que dices,
depende de lo que das
con todo el amor que llevas dentro.

Amalia Rando Romero

Las fases de la Luna - Leyenda Inuit


Hace mucho tiempo, en una aldea a orillas del río Yukon, vivían cuatro hermanos y una hermana. El más pequeño de los hermanos era el compañero de juegos de la niña. Los demás hermanos eran grandes cazadores y en el otoño se trasladaban a la costa, ya que vivían cerca del mar, y en primavera se iban a las montañas a cazar renos. El hermano menor nunca iba con ellos porque los demás le tenían por lento y perezoso.

Una noche que los hermanos llegaron a la aldea, agotados tras una larga jornada de caza, la niña les fue a llevar comida al Kashim (casa de la asamblea), donde los cazadores dormían. 

Cuando se dirigía hacia allí, la niña vio en medio del campo una alta escalera que llegaba hasta el cielo y una cuerda a su lado. Curiosa, subió por la cuerda. Mientras lo hacia, el hermano menor vio lo que hacia y fue a alertar a sus hermanos mayores :

“¡Nuestra hermana está escalando hacia el cielo! ¡Nuestra hermana está escalando hacia el cielo!”

“Oh, muchacho perezoso, ¿por qué nos despiertas con estas mentiras? “, dijeron.

“Venid y vedlo por vosotros mismos, ¡rápido!” –dijo sin aliento.

Efectivamente, la niña seguía subiendo por la cuerda pese a cargar aún con la comida para sus hermanos. El menor decidió ir tras ella y comenzó de inmediato a subir la escalera, mientras apenas podía ver ya a su hermana que trepaba por la cuerda. Tan alto subieron los dos, que la niña se convirtió en el sol y en la luna se transformo el muchacho.

Desde entonces, él la persigue pero nunca la alcanza: al anochecer el sol se pone por el Oeste y se ve a la luna aparecer por el Este para ir tras el sol, pero siempre es demasiado tarde, nunca lo alcanza.

La luna, al estar sin comida, poco a poco mengua por el hambre, hasta que casi se la pierde de vista. Es entonces cuando el sol, la hermana, se acerca y le da la comida que guardaba en el cesto que llevaba al Kashim para sus hermanos. Después de que la luna se haya alimentado, poco a poco va engordando y es más lento su periplo, por lo que el sol volverá a ir por delante y la luna pasará hambre de nuevo hasta que su hermana se apiade y vuelva a ofrecerle comida. De esta forma, se producen las fases de la luna que vemos todos los meses.

Fuente: Cuentos del Mundo
https://cuentosdelmundo.wordpress.com/2013/07/19/fasesluna-leyenda-esquimal/

El origen del Ajedrez: La Leyenda de Sissa



Hace mucho tiempo, en uno de los reinos de la antigua India, en lo que hoy sería Pakistán o Afganistán, vivía un desdichado rey. Este rey, rico y poderoso, había perdido toda su felicidad al perder un hijo en la guerra.

Melácolico y devastado por la muerte de su adorado hijo, el rey se abandonó a sí mismo, y descuidaba su reino y a los que en él vivían. Tal era el estado en el que estaba sumido el rey, que sus más cercanos consejeros y ministros se esforzaban por animarlo: invitaban a cantantes, músicos o bailarines para que trataran de distraerlo y que con ello el rey volviera a ocuparse de su reino. Y sin embargo, él no podía dejar de pensar que la victoria en la guerra había significado la pérdida de su hijo. El rey era tremendamente infeliz.

Preocupado por el estado del reino a consecuencia de la tristeza de su rey, un sabio, Sissa decidió crear un juego que consiguiera devolverle parte de su alegría al rey, además de hacerle comprender sus errores en la guerra.

Tras reflexionar largo tiempo, Sissa, con su juego preparado, decidió presentarse frente a su rey para mostrárselo. Así pues, abrió una caja y aparecieron ante el rey: Un hermoso tablero de madera, con 64 casillas y 32 figuritas también de madera. Tras explicarle a su rey que era un juego de guerra en el que participaban dos personas, y explicarle sus reglas, se pusieron a jugar.

Emocionado por el juego que acababa de descubrir, el rey jugó durante horas y días y semanas contra todos sus ministros, consejeros y todo aquel dispuesto a retarle. Agradecido de que por fin alguien hubiera conseguido distraerlo, le ofreció a Sissa cualquier cosa que este quisiera. Tras mucho insistir, puesto que Sissa se negaba a aceptar sus regalos, el sabio aceptó y le pidió a cambio de su juego lo siguiente:

“Quiero un grano de trigo en la primera casilla del juego, y 2 en la segunda, y 4 en la tercera y así sucesivamente…” El rey, extrañado porque alguien con tanta sabiduría, capaz de crear un juego como aquel, le pidiera tan poco, ordenó a sus ayudantes que calcularan el número total de granos de trigo y se los dieran a Sissa.

Tras unas horas calculando, los ayudantes se acercaron y le comunicaron al rey “Su majestad, no hay en el reino cantidad suficiente de trigo para pagar la deuda con el sabio Sissa…” La cantidad de granos de trigo equivalía a:


Es decir, ¡18 446 744 073 709 551 615 granos de trigo!

El rey quedó boquiabierto, ¡ Jamás podría haber imaginado que lo que el sabio le pedía era imposible de pagar incluso con sus enormes riquezas !. No obstante, satisfecho por haber conseguido que el rey volviera a estar feliz y por la lección matemática que le había dado al reino, Sissa renunció al presente.

Fuente: Cuentos del Mundo
https://cuentosdelmundo.wordpress.com/2013/10/08/la-leyenda-de-sisa-el-origen-del-ajedrez/


Lenguas Originarias en peligro



Una tarde en su casa del sur del Gran Buenos Aires, Don Mario, volvió a hablar su lengua de origen después de cuarenta años de no hacerlo. Nombró el sol, los números, los colores. Nombrarlos fue hacer que sus oídos, los de su hija y de sus nietos, se llenaran de los sonidos vívidos de una lengua ancestral silenciada e invisibilizada, el vilela.

Una de las dieciocho lenguas de Argentina que según la UNESCO están en distintos niveles de peligro.

Don Mario había dejado de hablar su lengua cuando se radicó cerca de la Capital, en los años 60: no necesitaba usarla en su trabajo ni para socializar con sus nuevos vecinos. Algunos años después, la imposibilidad se haría mayor, porque ya no quedarían hablantes de vilela con quienes pudiera conversar. Sin embargo, Don Mario fue dejando aquella lengua resguardada en algún lugar especial de su memoria, un lugar al que no había vuelto hasta que se cruzó en su camino la investigadora del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) Lucía Golluscio y su equipo, comprometidos con el proyecto de ubicar a representantes de las últimas generaciones de hablantes de esa lengua originaria del Chaco.

Gracias a Don Mario, se pudo recuperar, además del idioma, el conocimiento sobre los rituales y los cantos vilelas, “porque la lengua de un pueblo no es solo su paradigma verbal: siempre está asociada al contexto sociocultural de los hablantes –explica Golluscio–. Las lenguas pueden morir por distintas causas, pero en el caso de Argentina, fue determinante la ideología lingüística hegemónica que impuso el español. Esta ideología monolingüe y monocultural atraviesa toda la historia desde la Conquista y fue un componente central en la fundación del Estado nacional, que acompañó a un proyecto político-económico en el que ni los pueblos originarios ni sus lenguas tenían un lugar. Con intereses concretos sobre las tierras, ese proyecto que se logró implementar con matanzas masivas de indígenas y expulsión de sus territorios originales y trabajo semi-esclavo de los sobrevivientes”.

Para Golluscio, “cuando se pierde una lengua, se pierde mucho más que un sistema lingüístico, lo cual, por otra parte, constituye ya de por sí una tragedia. Se pierde un componente fundante de la identidad y la expresión de un pueblo. Significa además una pérdida irreparable para la humanidad, no solo por el valor científico, intrínseco al conocimiento de esa lengua particular y más amplio, por los estudios genealógicos, de contacto, tipológicos, que iluminan relaciones entre las lenguas pero también entre los pueblos que las hablan, sino por el caudal de conocimiento y el valor simbólico que cada lengua entraña”.

Un futuro de silencio

Según el Programa de Documentación de Idiomas en Peligro de Extinción, que depende de la Universidad de Londres, hoy en día se hablan alrededor de 6500 idiomas en todo el mundo y al menos la mitad de ellos se habrá quedado en silencio para fines de este siglo.

El tema de las lenguas en peligro se instaló en la agenda internacional en 1992, a través de un dossier de la revista Language. Para contrarrestar ese efecto que pareciera inevitable, surgió la lingüística de la documentación. En 1998, un artículo publicado en la revista Linguistics retomó el tema y definió a la lingüística de la documentación, diferenciándola de la lingüística descriptiva. “Allí se implantó la urgencia de la documentación lingüística ante la retracción y posible desaparición de lenguas en el mundo”, señala Golluscio. “La tarea tomó un carácter de urgente; los lingüistas tomamos consciencia de la rapidez de los procesos de retracción y posible cambio de lengua hacia la hegemónica: al regresar a la comunidad, años después de los primeros trabajos de campo, muchas veces encontramos menos hablantes, y notamos que se ha roto la transmisión intergeneracional. Aunque existan todavía hablantes fluidos de una lengua, si sus hijos y nietos hablan en español, esa lengua en pocas generaciones va a estar en extremo peligro. Es necesario encarar acciones urgentes que reviertan esa situación”.

Inscripta dentro de esa corriente, Golluscio advierte que “como lingüistas no hacemos salvataje, más bien relevamos, registramos todas las expresiones en sus distintos géneros, modos de habla y variedades de las lenguas, en colaboración con los hablantes, y cuidamos de preservar esos registros en formato digital, depositarlos en un archivo y contribuir a su difusión. También colaboramos en actividades de revitalización protagonizadas por las mismas comunidades”.

Mapa de Lenguas

¿Cuál es el panorama de las lenguas en Argentina? “La situación en nuestro país es comprometida –advierte Golluscio-. La hegemonía del español es muy poderosa. Es urgente completar la documentación y descripción colaborativas de la totalidad de lenguas originarias habladas en nuestro país, e intensificar de manera sistemática las acciones de desarticulación del prejuicio social e incremento de autoestima de los miembros de las comunidades, y de revitalización, transmisión y uso de las lenguas”.

Las lenguas originarias se concentran en su gran mayoría en la región del Chaco argentino, donde se hablan al menos nueve lenguas pertenecientes a cuatro familias lingüísticas distintas. Además, otras lenguas habladas en el país son: en Jujuy el quechua, en Misiones el mbya guaraní, en Corrientes y Formosa el guaraní, y en Santiago del Estero, el quichua santiagueño. En el Sur del país, en cambio, las lenguas originarias habladas son solo dos, el mapuche y el tehuelche, esta última en situación muy crítica: ha sido catalogada como una de las lenguas en peligro de extinción. Otras lenguas habladas por migrantes de países limítrofes en Argentina son el quechua, el aymara y el guaraní paraguayo.

La investigadora se embarcó en el estudio de las lenguas habladas por los nativos ni bien terminó de cursar la carrera de Letras en la Universidad de Buenos Aires. No porque hubiese cursado ninguna materia referida a lenguas indígenas, sino que su primer cargo como docente universitario fue en el Centro Regional Bariloche de la Universidad Nacional del Comahue, y allí fue invitada a participar de un proyecto de investigación interdisciplinario sobre comunidades mapuches de Neuquén. El primer trabajo de campo al que asistió fue un camaruco: el ritual característico de los mapuches para atraer los buenos augurios para el año. “Fue como una ceremonia vocacional –recuerda-: cuando volví de ahí en tren hacia Bariloche tuve la certeza de que me quería dedicar a eso toda mi vida”.

Desde entonces hizo su tesis doctoral sobre la lengua mapuche y la comunicación etnolingüística en comunidades mapuches de la Argentina y luego, al entrar a Carrera del Investigador, continuó en esa línea hasta hoy. Junto con un equipo interdisciplinario integrado por antropólogos, lingüistas y etnomusicólogos, Golluscio dirigió un proyecto de documentación de cuatro lenguas pertenecientes a las cuatro familias lingüísticas que se aglutinan en el Chaco: además del vilela, el mocoví, el wichí y el tapiete. Este proyecto estuvo inscripto dentro del Programa DOBES de documentación de lenguas en peligro. Lo hicieron a través de trabajos de campo, con entrevistas en videos, observaciones, registro de rituales, de conversaciones, talleres con niños de los distintos Pueblos, análisis de sus narrativas. Los resultados se volcaron en publicaciones para las comunidades. En el caso del tapiete, colaboraron para implementar un sistema de escritura consensuado con la comunidad.

Ahora, todo ese trabajo está disponible en el Laboratorio de Documentación e Investigación en Lingüística y Antropología (Archivo DILA) del CAICYT-CONICET, cuya responsable académica es la doctora Golluscio, y su repositorio digital que contiene las colecciones de documentos y datos primarios de todas estas investigaciones y otras, donadas por investigadores de distintas disciplinas de las Humanidades. El objetivo es que esos registros, señala la investigadora, es que puedan ser multipropósito: que sirvan para la investigación interdisciplinaria, pero también y especialmente “para las comunidades en el futuro, para preparar materiales, para los Estados, para hacer políticas lingüísticas que tengan en consideración, en síntesis, la diversidad lingüística y cultural del país”.

El Orejiverde
Por Cintia Kemelmajer
https://www.conicet.gov.ar/lucia-golluscio-premiada-por-la-fundacion-humboldt-por-su-investigacion-de-las-lenguas-originarias-en-peligro/
Fecha: 28 de Abril de 2.020

Conviérte en un árbol



"Maestro, ¿cómo hago para resolver los problemas?"

"Conviértete en un árbol. Y déjate guiar por su sabiduría milenaria. Tienes que poner los pies y anclarte bien en el suelo. Como las raíces que se aferran con toda su fuerza a madre tierra. Es la única forma de dar a luz a los brotes. Normalmente solo pensamos en los frutos, pero las raíces tienen que cuidarse ".

"¿Las raíces? Maestro, pero las de un árbol están escondidas en la oscuridad. Y las mías también. ¿Cómo puedo cuidarlas?"
"Entra en esa oscuridad. El secreto de la floración yace allí. La luz sirve para hacer florecer una flor que ya ha conocido la oscuridad y ha logrado salir de ella. Y luego florece más fuerte. Más evolucionada. Más viva".

"¿Qué más puedo aprender de un árbol?"
"Te enseña a permanecer bien anclado a su centro. Incluso durante una tormenta. Este deja llevar sus hojas y ramas secas por el viento, su follaje se balancea y luego regresa a su lugar, más ligero, más exuberante, más limpio. 

Aprende a elevarte más y más hacia el cielo, gracias a las raíces que se vuelven más poderosas cada día y gracias a la poda necesaria que el tiempo y las tormentas producen. El árbol es el maestro del cambio: está en constante evolución y nunca contrasta con su devenir. Las lombrices de la tierra se escabullen entre sus raíces y los ruiseñores cantan en sus ramas: son capaces de encontrar sus opuestos, de modelarse sobre la base de la luz o la oscuridad, de acoger cada manifestación de vida ".

"Como maestro árbol. ¿Es esta una forma de enfrentar los problemas?"
"Es el único modo posible. Aprende del árbol que nunca cierra sus ramas, incluso durante una tormenta. No se defiende, no se opone, no se cierra. Se deja tocar por el viento, la lluvia, la nieve. Confía en cambiar a cada toque. Y es precisamente en este toque que se esconde el secreto de su fertilidad ".

De Elena Bernabé (autora)
Compartido y traducido por Takiruna.

Fernándo Emilio Flores

martes, 28 de abril de 2020

Si te dicen india...



Si te dicen india...
dice el abuelo,
- ellos no saben de estrellas,
no importa que te digan india,
qué podrá enseñar quien no conozca las cosas bellas,
y no querrán verte digna,
solo por vestir tu raíz,
tu divina esencia.

Tus ojos, saben esperar el mañana,
y platicarle al sol,
qué se siente mirar desde la más grande ventana,
tu cielo no tiene fronteras,
como el don que tienes para amar,
india, si, india a muchas leguas,
la que canta con los pájaros,
la que nuevas voces estrena,
la que hoy le arranca los versos,
a un juglar que le canta a las quimeras,
ser un sueño viviente es ilusión,
así tú,
enseñando y aprendiendo,
bella entre la gente,
sobre todas las miradas,
si, sobre todas ellas,
que importa que te digan india,
dice el abuelo,
que ellos no saben de estrellas...

(Erick de Jesús Ocelotl)

Norma Hueche Nahuel




lunes, 27 de abril de 2020

Oración a la Madre Tierra


Querida Madre Tierra, en el nombre de la Luz Divina que mora dentro de cada ser de esta Humanidad, te pedimos perdón por todas aquellas cosas que consciente o inconscientemente, voluntaria o involuntariamente hemos hecho y que te han causado daño.


Te pedimos perdón por haber abusado de tus recursos, por haber traído tanta inarmonía y desequilibrio a tu hermosa naturaleza, y a los demás seres de la Creación.



Te pedimos perdón por no haber sabido disfrutar de los Bienes, dones y bendiciones que nos has brindado y en lugar de ello, haberlos estropeado hasta su casi extinción, y haberlos desperdiciado y consumido irresponsablemente.



Pero hoy te pedimos, no con miedo ni con dolor, sino con todo el amor del que somos capaces, y desde nuestra Alma, chispa Divina de Luz, plenos de Fe en que nos escuchas y comprendes, te pedimos que recibas esta Luz y el Amor que te estamos enviando, que acojas en tu seno toda esta energía sanadora que de nuestros corazones y de nuestras manos estamos brindándote en retribución a todas las Bendiciones que nos has dado.



Recibe nuestra LUZ y llévala hasta el fondo de tu ser, hasta tu centro, hasta tu mismísimo seno, y que desde allí, Amada Gaia, reine e irradie la PAZ y la TRANQUILIDAD … y se manifieste la

CALMA desde tus profundidades hasta tu superficie… en continentes, mares y océanos, en los ríos, lagos, montañas, llanuras, ciudades y pueblos.


Te pedimos, y te agradecemos profundamente porque día a día podemos disfrutar de tus bondades y de las Bendiciones del Cielo mientras transitamos nuestro camino de LUZ en esta encarnación aquí, sobre tu cuerpo, y te pedimos que por favor, continúes latiendo.



Gracias Amada Madre Tierra, porque yo se que nos escuchas.



Betancur Arango.



Compartiendo con amor y respeto



Nos amo



Sol Kin


domingo, 26 de abril de 2020

La Leyenda de la Yerba Mate


1-Un día JASY, la luna, quiso conocer de cerca la tierra. Le pidió  a su amiga ARAÍ,  la nube rosada del atardecer que la acompañara y juntas convertidas en dos hermosas muchachas bajaron y comenzaron su paseo por la selva.

Por primera vez podían caminar por la hierba fresca, escuchar el canto de los pájaros, sentir el perfume de las flores y verse reflejadas en las aguas cristalinas del río. ¡Todo era maravilloso!.



2- De pronto de entre la espesura de los árboles apareció un YAGUARETÉ dispuesto a atacarlas.
JASY Y ARAÍ quedaron inmóviles frente al feroz animal.
En ese mismo momento, un viejo cazador GUARANÍ se paró entre las muchachas y el YAGUARETÉ y apuntó con su arco y su flecha al animal.
El YAGUARETÉ al ver al anciano, escapó velozmente ocultándose nuevamente entre los árboles.


3- El viejo cazador invitó a JASY Y ARAÍ a su vivienda. Al llegar fueron recibidos por su mujer y su hermosa hija.
La familia ofreció a las dos muchachas lo único que les quedaba para comer: unos panes de maíz y luego las invitaron a descansar. 
A la mañana siguiente JASY Y ARAÍ se despidieron agradecidas y se marcharon. Cuando se habían alejado lo suficiente, volvieron a transformarse en luna y en nube rosada del atardecer y subieron al cielo. 
Desde ahí JASY siguió mirando al cazador, a su esposa y a su hija que con tanto cariño les habían dado de comer lo único que tenían en su humilde casa.


4- Luego de varios días JASY llamó a ARAÍ y le dijo:
Tenemos que premiar a esa familia que nos ofreció su casa y su comida.
Lo mismo he pensado yo, respondió ARAÍ.
La luna y la nube rosada, buscaron juntas un regalo, debía ser algo muy original… por fin tuvieron una gran idea.
Una noche volvieron a la selva y mientras la familia dormía plantaron en la puerta de la choza unas semillas celestes, luego subieron nuevamente al cielo. Desde ahí JASY iluminó fuertemente el lugar y ARAÍ dejó caer una suave lluvia.


5- A la mañana siguiente frente a la choza, habían crecido unos pequeños arboles, sus hojas eran de color verde oscuro y tenían flores blancas. Cuando el anciano despertó y salió, quedó maravillado al ver esas plantas desconocidas y llamó a su mujer y a su hija. Los tres miraban asombrados cuando de pronto el cielo se oscureció y apareció ante ellos una luz blanca, brillante que fue tomando forma de muchacha… era JASY que dulcemente les dijo:
-No tengan miedo, yo soy JASY la luna y vengo a premiarlos por su bondad. Esta nueva planta es la yerba mate y desde ahora será para todos los hombres de esta región, símbolo de amistad y alimento para beber.
Luego JASY le enseñó al anciano cómo debían tostar y moler las hojas del árbol para preparar la bebida y sonriendo volvió al cielo.


6- El cazador siguió las instrucciones, tostó las hojas y las molió, las colocó dentro de una calabaza, vertió agua caliente y con una pequeña y fina caña bebió.
Después pasó el recipiente a su mujer, para que probara… y a su hija… una y otra vez la calabaza pasó de mano en mano…. Había nacido el mate. 

Fuente: Sala Celeste - El blog de la Sala Celeste del Hogar San Rafael



Kya - Hamaca (Lengua Mbya Guaraní)


Kya (Mbya Ayvu)

Hamaca (Lengua Castellana)

Kyha (Ava Ñe'e)

Rede de descanso (Lingua Portuguesa) 

Hammock (English Language)

Fuente: Primer Diccionario Mbya Ayvu - Español anexo Pentatraductor

Fotografía: Renato Soares