Por razones
históricas o por la persecución a minorías, el 40 por ciento de los chicos del
mundo no puede ir a la escuela en su propio idioma. El resultado es una
drástica diferencia de nivel con las mayorías.
El cuarenta por ciento de los estudiantes del mundo no recibe su
educación en su propio idioma, y las consecuencias son un claro retraso en el
aprendizaje y una situación de desigualdad entre pobres y ricos en muchas
naciones en desarrollo. El anuncio proviene del informe sobre seguimiento de la
educación en el mundo elaborado por un equipo independiente y publicado
oficialmente por la Unesco, la entidad para la cultura y la educación de las
Naciones Unidas. El informe se titula “Si no entendés, ¿cómo vas a aprender?”,
fue presentado ayer y refuerza un tema de acceso a la lengua propia que la
Unesco viene impulsando desde hace años.
Las razones de la
imposición de un lenguaje que no es realmente común a todos los chicos, o a
veces el cambio de un lenguaje a otro entre la primaria y secundaria, son
históricas y políticas. En las Américas se impone el español sobre las lenguas
nativas por el pasado colonial, mientras que en Estados Unidos la inmigración
internacional deja a muchos chicos en desventaja ante un sistema escolar
monolingüe en inglés. En países como Irán se usa el farsi, excluyendo otras
lenguas históricas y en Africa se utiliza el francés o el inglés por herencia
colonial y por la enorme cantidad de lenguajes que se hablan en el continente.
Pero las
consecuencias de esta situación son una clara dificultad del progreso de los
alumnos que no hablan la lengua en que reciben clases y crea una fuerte
desigualdad ante los que sí la hablan. El informe cita el caso de Honduras,
donde el 94 por ciento de los chicos de sexto grado que hablan castellano como
primera lengua pudieron adquirir las habilidades de lectoescritura esperables
para su edad. Pero entre los chicos indígenas, que hablan otras lenguas en su
casa, este porcentaje se reduce a un preocupante 62 por ciento. En Irán, los
porcentajes son del 95 por ciento de los alumnos de esa edad que hablan farsi y
del 80 entre los que hablan otras lenguas. En Costa de Marfil, donde la
enseñanza es en francés, la situación es todavía peor, con apenas el 55 por ciento
de los chicos de quinto grado que hablan francés en casa aprobando los tests,
frente a un tremendamente bajo 25 por ciento de los que hablan otras lenguas.
Muchas veces, la
imposición de un lenguaje refleja relaciones políticas ajenas a la cuestión educativa.
Honduras solía tener escuelas en lenguas nativas, pero cambió a un sistema
únicamente en español. En Turquía, la prohibición de dar clases en kurdo se
registra con un 50 por ciento de los adolescentes de esa etnia y lengua con
dificultades para leer y escribir, muy por abajo del 80 por ciento de los que
hablan turco. Uno de los peores casos es Pakistán, donde se enseña únicamente
en urdu, pese a que apenas el 8 por ciento de la población lo habla como
primera lengua.
La Unesco no se
limita a señalar un problema sino que propuso varias soluciones. La primera es
que todas las naciones multilingües creen un sistema en el que los primeros
seis años de educación sean en la lengua local o regional, no necesariamente en
la nacional. También se recomienda que los maestros sean bilingües y enseñen en
respeto y valorización de la lengua y cultura minoritaria, y que los gobiernos
creen materiales educativos aptos. Esto va a requerir esfuerzos importantes en
países como Senegal o Mali, donde apenas el ocho y el dos por ciento de los
profesores, respectivamente, dice que es capaz de enseñar en dos lenguas. sin
embargo, la Unesco señaló dos casos donde los resultados educativos de este
enfoque fueron excelentes, Guatemala y Etiopía. En el primer caso, se hizo lugar
a las lenguas nativas minoritarias en las escuelas, en el segundo se dispuso un
federalismo lingüístico en las escuelas primarias para acomodar las grandes
minorías tigriña y oromo.
La directora general
de la Unesco, Irina Bokova, resumió la iniciativa como “alentar el pleno
respeto hacia el uso de la lengua materna en la enseñanza”. Para la funcionaria
internacional, esto no sólo mejora los resultados de lectoescritura y
contenidos básicos, sino que genera una actitud de “tolerancia, la cohesión
social y la paz”.
Fuente>UNESCO –
19 de Febrero de 2.016
http://www.unesco.org/new/es/media-services/single-view/news/40_dont_access_education_in_a_language_they_understand-1/
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