Hace más de 130 años que la
disposición de las letras en los dispositivos permanece inalterable. ¿Por qué
fueron ordenadas así?
QWERTY: el ABC del mundo
digital. La dictadura del abecedario del teclado tiene su porqué. Y sus
misterios, curiosidades, anécdotas y misceláneas. La disposición de letras es
un enigma revelado por la historia, acusado en sus inicios de una distribución
absurda y antojadiza, pero extrañamente avalada, aceptada y asimilada ya por la
población 2.0. QWERTY es, además del orden de seis teclas ubicadas al costado
superior izquierdo, una marca registrada de los tiempos modernos, un concepto
macro que replantea los esquemas tradicionales de comunicación y lenguaje.
En un principio, las 28
teclas fueron distribuidas en orden alfabético. Pero rápidamente fue
desestimado por cuestiones operativas: inspirado en el funcionamiento de un
piano, el mecanismo que inyecta en el papel el impacto a la tecla se obstruía
por la fricción de los palos de las letras juntas cuando se escribía demasiado
rápido. La solución fue separar las letras que, en combinación, más se utilizan
-la Q y la U por ejemplo-. Al tenerlas distancias, permitía alterar ambas manos
en procura de optimizar el ritmo de escritura.
La patente del primer teclado
QWERTY registrado en la historia data de 1878, diez años antes de que surgiera
la primera máquina de escribir de éxito comercial ideada por el estadounidense
Christopher Latham Sholes, en cooperación con Carlos Glidden y Samuel W. Soule.
Un artículo publicado en el diario ABC de España recoge una información de la
web de Smithsonian: en
1890 más de diez mil máquinas de escribir se distribuyeron en Estados Unidos
con el teclado QWERTY. En 1893, los cinco mayores fabricantes de máquinas de
escribir de la época (Remington, Caligraph, Yost, Densmore y Smith-Premier)
fundaron la Union Typewriter Company, desde donde decidieron adoptar de manera
oficial y mancomunada la distribución de las letras del teclado.
La teoría del fallo
mecánico es apenas una hipótesis del nacimiento de un alfabeto ordenado por
criterios aleatorios. Investigadores de la Universidad de Kyoto refutaron
esta conjetura en 2011: sugirieron que el teclado fue concebido en base a
sugerencias y críticas de operadores
de código Morse. Otra
suposición acusa a Remington de dominar la adopción de este teclado según
tácticas de negocio. La compañía no sólo fabricaba las máquinas, sino que
además proporcionaba cursos de formación que habrían ejercido presión en la
disposición de las letras.
Aunque su influencia sea
mundial, no todos los teclados QWERTY son exactamente iguales. La Ñ del
español es la Ç del portugués; en la versión francesa la Q y la W ocupan el
lugar de la A y la Z, modificando la descripción del teclado a AZERTY; la Z y
la Y están cambiadas en el formato alemán lo que rebautiza su denominación a
QWERTZ.
Aunque hubo varios intentos
de debilitar la potencia histórica del teclado QWERTY -el Colemak de 2006
cambia 17 teclas de lugar para que coincidan las letras más frecuentes en los
dedos más fuertes y KALQ de los dispositivos móviles que agiliza la velocidad
de escritura mediante la utilización de los pulgares-, ninguno afianzó su
popularidad. Ni mejor ni más fácil, el QWERTY simplemente generó costumbre.
Fuente>Infobae – 8 de
Febrero de 2.017
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