Credito Jon Chase . Harvard Staff |
«Esta es la primera ocasión
en que se ha podido tener acceso a información de los nudos de un quipu.
Con esto se abre la puerta a conocer la forma de vida de los incas desde su
propia perspectiva, no la de los españoles de la conquista».
Los incas no tenían sistema
de escritura, pero sí un impresionante sistema de codificación conocido como
quipus a partir de conjuntos de cuerdas con nudos de diferentes colores. En el
mundo hay casi un millar de estos ejemplos de «código incaico», pero nadie ha
conseguido determinar qué historias encierran estos sistemas de cuerdas que
tienen la apariencia de meros objetos de artesanía.
Diversos expertos han
intentado descifrar el misterio de los quipus, uno de los tantos misterios del
imperio inca, que se extendió en los siglos XV y XVI, y por más de 2 millones
de kilómetros cuadrados en la costa occidental de América del Sur. Sin embargo
no pudieron descubrir el misterio, hasta ahora.
Un estudiante de la
Universidad de Harvard, llamado Manny Medrano, cree haber «hackeado» el
secreto código Inca. Apasionado de las matemáticas, la economía y también de la
la arqueología, el joven dedicó parte de sus vacaciones a analizar seis quipus
de una colección en manos de un ciudadano italiano ahora residente en Perú;
según informa el sitio web de Harvard.
«Pensamos en el lenguaje
como algo hablado o escrito», reflexiona Medrano. «Pero los quipu realmente
rompen ese límite y hacen del lenguaje algo que se puede percibir, tocar y
manejar con los manos», añade.
El ingenioso joven realizó
gráficos a partir de los quipus de los que disponía y los comparó con un
antiguo documento de un censo de las autoridades españolas que procedía de la
misma región de los códigos incaicos. «Hubo una coincidencia que era demasiado
fuerte para que fuera aleatoria», relata el estudiante.
Un modelo de nudos quipu, representativo de muchos quipus del Peru, anterior y posterior a la consquista. Credito Jon Chase . Harvard Staff |
Entonces Medrano notó que
el número de colores únicos de las cuerdas casi coincidía con el número de
nombres recogidos en el censo español. Por ejemplo, si había ocho Felipes,
todos estaban indicados por un color, mientras que los Josés estaban marcados
con otro.
Todos los quipus eran
similares y provenían de un sitio funerario situado en un valle de la costa
norte de Perú, mientras el documento español hacía referencia a 132
contribuyentes de una aldea. En total, los seis quipus tenían exactamente 132
conjuntos de seis cuerdas cada uno.
«Había muchas combinaciones
de colores diferentes, ya fuera en colores sólidos o de dos colores
juntos», explica Medrano, que concluye que era «suficiente diversidad para
codificar un idioma».
El próximo mes de enero,
Medrano y el especialista en quipus de la Universidad de Harvard, Gary
Urton, publicarán un artículo en la Revista Ethnohistory en el que se
describirán en detalle los referidos hallazgos.
Fuente>Codigo Oculto –
29 de Diciembre de 2.017
Muy interesante tu aporte, con tu permiso lo voy a compartir en mi facebook.
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