Gerónimo Rodríguez, artista misiones, comentó sobre la obra que
hizo en la Plaza 9 de Julio y dijo que por iniciativa de gobernación le encargó
el trabajo, le dieron la libertad de crear y querían que esté Andrés Guacurarí,
es un mural que se trata de un tríptico, entre partes por separado, unidas por
la composición, para no crear una contaminación visual, que sea como una
escultural más.
“Comienza la bandera que lleva en la mano Andresito, resguardando la frontera a través de la historia, esa misma bandera continúa como una serranía en una bandera Argentina, en el horizonte el sol con una tierra naciente, luego la vegetación, la tierra colorada y el agua. Del otro lado está representado el barco trasatlántico que trajo a los inmigrantes y termina como un sol de esperanza, progreso y futuro. También otro barco más chico de dos pisos que llevaba los inmigrantes de Posadas al interior”.
El artista además comentó que “de composición llevó algunos meses la obra, el esgrafiado la tuve que hacer en 24 horas, porque es un trabajo que se hace en fresco sobre cemento coloreado y hay que hacerlo antes de que se seque. Estoy cumpliendo 52 años y empecé a estudiar a los 16 años, luego hice la carrera en el Montoya, ahora piden más esculturas y murales, pero siempre me gustó todo lo referente a las artes plásticas. Estoy haciendo obras en el interior de Misiones y en Santo Tomé Corrientes, varían según las construcciones”.
Fuente
Ya Misiones – 1ro de Diciembre de 2.012
El tríptico fue inaugurado el 3 de Diciembre de 2.012
“Si Andresito y sus
hombres no hubieran detenido a los portugueses, San Martín no podría haber
seguido con su campaña libertadora...”
Profesor Julio Alejo Gómez (Argentina)
RESUMEN
El Coronel Andrés Guacurarí, también conocido como Andresito Artigas, fue un
aborigen guaraní nacido en Las Misiones en 1778. Forzado a emigrar por los
portugueses que invadieron el norte de Misiones, en 1801 se trasladó a la Banda
Oriental donde conoció entonces al caudillo oriental José Artigas, quien le
ganó real afecto al punto que lo tomó como hijo adoptivo, y en 1815 lo designó
Comandante Militar y Gobernador de la Provincia de Misiones, desde donde
desarrolló una brillante campaña de contención de la penetración lusitana hasta
ser capturado por los invasores en 1822, y traslado a prisión en Río de
Janeiro.
SUMMARY
Colonel Andrés Guacurarí, also well-known as Andresito Artigas, was a Guarani
aborigine born in Las Misiones in 1778. Forced to emigrate for the Portuguese
that invaded the north of Misiones in 1801, he travelled to Banda Oriental.
There he knew the oriental commander José Artigas who won him real affection to
the point that took it as adoptive son, and in 1815 designated him Military
Commander and Governor of Misiones County, from where he developed a brilliant
campaign of contention of the Portuguese penetration until being captured by
the invaders in 1822, and put in jail in River of Janeiro.
EL HOMBRE
Andrés Guacurarí fue un indio mestizo, hijo de
madre guaraní y de padre caucásico ignoto, que habría nacido en San Borja (hoy
Brasil) el 30 de noviembre de 1778.[1] Siendo niño
su madre se mudó a Santo Tomé (hoy Corrientes, Argentina), donde recibió buena educación por parte de
los sacerdotes herederos de los jesuitas, aprendiendo matemáticas, ciencias
naturales, idiomas (castellano y portugués, además del guaraní natal, que leía
y escribía con fluidez), música y religión (convirtiéndose en un católico muy
devoto). En 1801, cuando la reducción fue destruida por bandeiras
portuguesas, se trasladó a la Banda Oriental, donde conoció a José Artigas,
poniéndose a su servicio en el Regimiento de Blandengues, donde adquirió los
conceptos de organización militar, verticalismo y disciplina que años después
inculcaría a sus ejércitos. El General le ganó gran afecto, al punto que
lo adoptó como hijo, pasando a llamarse Andrés Artigas, y más conocido como
“Andresito”.
Físicamente, era un guaraní con la piel más
clara de los mestizos, ojos verdes, rostro picado de viruela (enfermedad
contraída en la niñez), nariz pronunciada, pómulos salientes, baja estatura,
complexión muy robusta, lampiño, pelo negro chuzo sujeto con una vincha. El
historiador Vicente Miguel Martines lo describe
de la siguiente manera: "… Como buen indio guaraní, Andrés era
callado y taciturno. No sabía reír, apenas dibujaba, de vez en cuando, la
sombra de una sonrisa en su rostro carnoso, ligeramente rojizo y lampiño.
Pero sus ojos, pequeños y entrabiertos, tenían, en cambio, un fulgor singular.
En su mirada y a través de las parcas expresiones del indio, Artigas
descubrió signos inequívocos de valor y lealtad; y descubrió asimismo, al
baqueano y rastreador que va en derechura a los vados del río ocultos en la
maraña del bosque; o las sendas que permiten avanzar entre los juncos del
bañado, o la huella que entre los altos pastos ha dejado la patrulla invasora,
o los atajos, que acortan las distancias y por los cuales, sorpresivamente, se
logra atacar las retaguardias enemigas … Conociéndose
la manera de ser de Artigas, su larga experiencia, su gravedad en actos y
palabras, su trato severo y frío, su circunspección, en fin, debe pensarse que
la confianza tan honrosa como extensa y firme que el héroe oriental dispensaba
al guaraní, fue obra de lentas comprobaciones …"
Su apellido, de prosapia guaraní, se ha
escrito de diversas formas, aunque mayormente respetando la fonética. En la
Banda Oriental y en Las Misiones fue Guacurarí (u ocasionalmente Guacararí), en
Paraguay Guadsurarý, en Santa Fe y Corrientes Guazurarí, y en Brasil
Guaçurary. Los portugueses, en particular sus enemigos militares, también
lo llamaron “Artiguinhas”.
Continuador de las luchas de José Sepé Tiarayú contra
la invasión de portugueses y paraguayos a Misiones, el protagonismo histórico
de Andrés Guacurarí se inicia cuando en 1811 se sumó a las tropas de Manuel Belgrano en el intento de la expedición para libertar al Paraguay de los realistas.
Luego del fracaso de esta campaña, lo acompañó en la retirada para
reforzar las fuerzas en la Banda Oriental, pero al ser relevado Belgrano
por el unitario José Rondeau, Andresito adhirió al proyecto
federal impulsado por José Gervasio Artigas.
En 1815, siendo Capitán de Blandengues, fue
designado por el Protector como Comandante General y Gobernador de las
Provincias de Corrientes (recientemente segregada de la Intendencia de Buenos
Aires) y las Misiones. Al principio, su nombramiento fue recibido con
desagrado por las elites criollas de Corrientes, que se resistían a ser
mandados por un indígena, pero lentamente fue siendo aceptado porque su
administración fue recta y justa, conforme a la orientación política
artiguista. Recuperó los pueblos misioneros sobre el Paraná, y los Cabildos
volvieron a funcionar regularmente para blancos e indios por igual.
Durante su gobierno se pusieron a producir
estancias y yerbatales abandonados por españoles que habían huido luego de la
Revolución de Mayo, hubo incentivos a la actividad industrial disminuyendo la
carga impositiva a varaderos y astilleros (fuerte industria correntina) y
construyendo hornos para la fabricación de cerámicas, y al aumentar las
actividades comerciales trajo prosperidad a la Provincia. Como militar, formó
dos regimientos regulares de caballería integrados por indígenas, fundó una
fábrica de pólvora y otra para armas blancas, mientras se intentó producir
rudimentarios cañones pedreros. Pero toda su obra fue interrumpida por la
invasión portuguesa.
LAS
CAMPAÑAS MILITARES DE ANDRESITO
La actividad militar de Andrés Guacurarí Artigas en el frente de Las Misiones
consistió de cuatro campañas: una contra Paraguay, dos contra Portugal y una
contra Buenos Aires.
1.- CAMPAÑA
CONTRA LA INVASIÓN PARAGUAYA (1815)
El Dictador Supremo de Paraguay, Gaspar
Rodríguez de Francia, so pretexto de inconducta de las fuerzas artiguistas en
su frontera, dispuso la ocupación de los pueblos misioneros de la banda
oriental del Paraná. En agosto de 1815, el Capitán paraguayo Francisco Antonio
González se apoderó de Candelaria, Santa Ana, Loreto, San Ignacio y Corpus.
Posteriormente, para administrar la ocupación lo reemplazó el Comandante José
Isasi.
Artigas ordenó a Andresito que impedir el avance
paraguayo. Para eso, Guacurarí organizó una fuerza de infantería y
caballería compuesta por 500 indios, con los que recuperó Candelaria en un
asalto dirigido por su lugarteniente, el Fray José Acevedo, y el Capitán Manuel
Miño. El 16 de Septiembre de 1815 Isasi se ridió, y continuando con la
campaña, Andresito recuperó Santa Ana, San Ignacio Miní, Loreto y Corpus.
Al detenerse las operaciones militares, Andrés
Cuacurarí instaló su cuartel general en Candelaria. Por orden del Prócer,
liberó a todos los prisioneros paraguayos como gesto de buena voluntad y
acercamiento a Gaspar Rodríguez de Francia, mientras un grupo negociador
enviado por Artigas arribó a Asunción para asegurarle al Dictador de Paraguay
que no existían intenciones de expansión territorial en su territorio.
2.-
PRIMERA CAMPAÑA CONTRA LA INVASIÓN PORTUGUESA (1816)
Con la intención de reconquistar las Misiones
Orientales, ocupadas por los portugueses, Andrés Guacurarí inició una marcha
con 1.000 hombres desde Santo Tomé, obteniendo un triunfo en Sâo Joâo Vello.
Por proclama hizo saber a los pueblos misioneros orientales sus
intenciones de liberarlos del yugo lusitano, que de manera continua capturaba a
los indígenas para enviarlos como esclavos al norte de Brasil.
Instaló su campamento en Itaquí, Corrientes,
mientras los portugueses hacían otro tanto en San Borja. Se produjo
entonces el combate de Rincón de la Cruz, donde Andresito derrotó las fuerzas
portuguesas al mando del Capitán Joaquim Ferreira Braga, recibiendo la adhesión
de los naturales de los siete pueblos misioneros liberados, que formaron
una división al mando del Capitán Manuel Antonio Curaeté. A continuación
Guacurarí puso sitio a San Borja el 21 de septiembre de 1816, intimando la
rendición al Brigadier Francisco Das Chagas Santos, pero los lusitanos recibieron
refuerzos y con un violento contrataque obligaron la retirada de las fuerzas
artiguistas hasta la otra margen del río Uruguay.
En enero de 1817 los portugueses volvieron a
atacar en la cercanía de la barra del Aguapey. Por órdenes del gobernador de
Río Grande do Sul, saquearon e incendiaron los pueblos de Yapeyú, La Cruz,
Santo Tomé, Santa María, Mártires, Apóstoles, San José y San Carlos y llevaron
cuanto había de valor. Dos veces más atacaron los portugueses pero los
ejércitos de Andresito los derrotaron en Apóstoles y San Carlos, luego de lo
cual el frente de combates se estancó
3.- CAMPAÑA
EN DEFENSA DEL FEDERALISMO (1818-1819)
Luego del combate de San Carlos, Andresito
instaló su cuartel en Tranquera de Loreto y vigiló los movimientos de los
paraguayos y de los portugueses, mientras puso énfasis en el adiestramiento de
la tropa indígena para darle forma y contenido de ejército regular. Allí
recibió órdenes de Artigas de marchar sobre Corrientes para restablecer la
autoridad federal, resentida por un golpe militar dirigido por José Francisco
Vedoya, adherido al centralismo porteño, que había derrocado al gobernador
Juan Bautista Méndez del gobierno correntino, que se produjo el 24 de mayo de
1818. No fue un hecho aislado, sino que respondía a una maniobra dirigida desde
el Directorio de Buenos Aires para sustraer a la provincia de la influencia
artiguista. Se produjeron dos combates, uno en Caa-Catí y otro en Saladas
en junio de 1818, venciendo Andresito en ambos las tropas unitarias al mando
del Mayor José Francisco Casado, para restituir el dominio federal. Vedoya
alcanzó a abordar una nave y huyó hacia Buenos Aires.
De inmediato, Guacurarí ordenó al Mayor
Francisco Javier Sití con una fuerza de 300 hombres ocupar el puerto de
Esquina, al Capitán Ignacio Mbayoé hacer otro tanto con el de Goya, y al
Capitán Pantaleón Sotelo asegurar las líneas de comunicación terrestres con
Artigas entre el Paraná y el Uruguay. Recién después avanzó sobre Corrientes.
En la entrada triunfal a la ciudad de San Juan
de la Vera de las Siete Corrientes, Andrés Guacurarí fue acompañado de Pedro
Campbell, Comandante General de Marina de Artigas, restituyendo al Coronel Juan
Bautista Méndez al cargo de gobernador intendente de la ciudad.
Ejerció la gobernación general hasta abril de
1819. Reorganizó el gobierno civil y ningún pueblo de la Provincia dejó de
tener autoridad constituida. Hubo un enfrentamiento entre el patriciado de las
ciudades capitales y las masas rurales. La sociedad correntina estaba
acostumbrada desde la época de las colonias a las encomiendas, donde no
existían los sueldos y se trabajaba por la comida; a los hijos se los tenía en
las casas de viejas familias como “criados” con la paga del plato diario. Los
indios, en situación de casi esclavitud, eran la fuerza laboral de todas estas
actividades. Andresito se abocó a la tarea de liberar indios y esclavos,
y de acuerdo con el “Reglamento de Tierras” de Artigas realizó un reparto de solares
entre los desocupados desposeídos para que las trabajaran como campesinos
libres. Esto le ganó el encono de partes importantes de las aristocracias
locales.
4.-
SEGUNDA CAMPAÑA CONTRA LA INVASIÓN PORTUGUESA (1819)
Para 1819 el ejército de Artigas no contaba con
suficientes medios ni hombres para resistir a los invasores. Sólo Andresito
volvió a la lucha; abatió guarniciones enemigas y tomó posesión de los pueblos
de las Misiones Orientales. Se instaló en San Nicolás, desde donde condujo un
ataque al Brigadier Francisco Das Chagas Santos, pero el asalto fracasó y los
portugueses pudieron retirarse ordenadamente, pidiendo refuerzos a Porto Alegre
y a Alegrete.
Andresito marchó al sur intentando contactarse
con Artigas, pero no lo consiguió. Con los refuerzos, Chagas pasó al
contrataque y tomó San Nicolás. Andresito decidió volver y en su contramarcha
chocó con las poderosas fuerzas brasileñas en Itá-Curuví, julio de 1819. El
combate fue violento. Andresito debió retirarse y dispersar sus tropas con la consigna
de reunirse en la otra banda del río Uruguay, en Misiones.
Algunos lo consiguieron, otros grupos fueron
alcanzados por los portugueses y se produjeron sangrientos entreveros, en uno
de los cuales perdió a vida su lugarteniente, el cacique Vicente Tiraparé.
Cuando Andresito se preparaba para cruzar el río en una jangadilla con un
pequeño grupo fue sorprendido por una fuerte patrulla portuguesa que lo tomó
prisionero y lo remitió a Porto Alegre.
LA DERROTA DE ANDRESITO
En marzo de 1819, Andresito, siguiendo órdenes
de Artigas, inició una nueva campaña sobre las Misiones Orientales. El 23
abandonó Corrientes, poniéndose al frente de las divisiones misioneras de
Vicente Tiraparé, Ignacio Mbayoé, Blas Uré y Pantaleón Sotelo. Con estas
divisiones, más las correntinas de Pedro Sánchez Negrete, marchó por la parte
norte del Iberá y los destruidos pueblos misioneros, buscando el cruce del
Uruguay. Quedaron la división guaraní de Juan Asencio Abiaró en Corrientes, y
la división tape de Francisco Javier Sití en Santa Fe.
Entretanto, desde Asunción del Cambay, la
división de Manuel Cayré cruzó el Uruguay, buscando la unión con Andresito para
marchar sobre Santa María, en conjunción con los movimientos que por el sur
realizaría Artigas, según el plan acordado.
Andres Guacurarí cruzó el río Uruguay a fines de
abril con 1.800 hombres, tomando y fortificándose en el pueblo de San Nicolás
el 29 de abril. Francisco Das Chagas Santos, su eterno enemigo, trató el
9 de mayo de recuperar la plaza, pero fue derrotado. Sin embargo, había llegado
el ocaso para los guaraníes.
En auxilio de Chagas acudieron los regimiento
del Coronel José de Abreu y del Conde de Figueiras, sumando unos 2.400 hombres.
Andresito, que peligrosamente había dividido sus fuerzas, sin poder establecer
contacto con Cayré ni con Artigas, fue sorprendido y derrotado por Abreu, el 6
de junio en Itacurubí; revés en el que cayó Pedro Sánchez Negrete. El 11 de
junio, las tropas defensoras de San Nicolás fueron obligadas a dejar la plaza
ante el avance del Conde de Figueiras. Parte de ellas fueron alcanzadas y
derrotadas en el Paso de San Isidro, y las restantes resultaron también
derrotadas en Santo Cristo, donde fue abatido el Sargento Mayor Vicente
Tipararé.
Con el remanente de las tropas misioneras
correntinas, Andresito trató de repasar al Uruguay para reorganizarse, y en
esas circunstancias el 24 de junio, en el paso de San Lucas, fue sorprendido
por la partida que lo tomó prisionero.
EL FÍN DE ANDRESITO
Cuando el 24 de junio de 1819 cayó prisionero el
Comandante General de Misiones, luego de su última y fracasada invasión, se
cerró una etapa crucial de la lucha que por más de cuatro años habían sostenido
los guaraníes misioneros en defensa de su decisión de integrar el proyecto
federal de José Artigas, tratando de mantener la integridad territorial e
institucional de los quince pueblos entre el Paraná y el Uruguay, y recuperar
los siete orientales.
Andrés Guacurarí fue trasladado a pie a Porto
Alegre. De allí, con su consejero y compañero, el franciscano Fray
Acevedo (quien había caído prisionero el 5 de junio cerca Rocha), fueron
remitidos a Río de Janeiro a bordo de la zumaca “Catharina”, y
confinados en esa plaza, tal como ocurriera anteriormente Juan Antonio Lavalleja,
Fernando Otorgues, Manuel Artigas, y otros jefes artiguistas.
A fines de 1819 fueron recluido en la Fortaleza
de Santa Cruz, pero al poco tiempo Andresito resultó trasladado al Fuerte de la
Lague, inhóspito islote rocoso enclavado en la entrada de la Bahía de
Guanabara, donde permaneció un año y cuatro meses en prisión incomunicado, con
providencias más estrictas que los demás prisioneros.
A principios de 1821, consolidado en la Banda
Oriental el triunfo de las fuerzas lusitanas y tras haber desaparecido José
Artigas del escenario político-militar, las condiciones a las que estaban
sometidos los prisioneros en Brasil fue cambiando poco a poco, y paulatinamente
fueron liberados, pudieron regresar a sus hogares. Esa liberación fue
merced a la venalidad de funcionarios portugueses que cobraron un soborno en
metálico enviado por Artigas, como así también por gestiones realizadas por
Francisco de Borja y Magariños ante el ministro español en la Corte de Río de
Janeiro, el Conde de Casa Flores, tratando de ganarse para la causa española a
Otorgues, Fray Acevedo y el propio Andrés Artigas, entre los más
conocidos. Y aquí aparecen dos versiones sobre la suerte de Andrés
Guacurarí.
Por la primera, Andresito no pudo cumplir con su
sueño de regresar al terruño natal. Días antes del 17 de junio, fecha en la que
debía embarcarse con los oficiales y soldados liberados con destino a
Montevideo, fue nuevamente encarcelado. El Conde de Casa Flores realizó otras
gestiones para obtener su libertad, y si bien las autoridades lusitanas se
comprometieron a considerar el pedido, no hay constancia de los resultados, y
la tradición oral dijo que el caudillo guaraní falleció envenenado poco tiempo
después, en el lugar de su último confinamiento: la Isla Das Cobras.
Por la segunda, el 17 de junio de 1821 zarpó de
Río de Janeiro a bordo del bergantín inglés “Francis”, que arribó
a Montevideo el 3 de julio de 1821, donde desembarcaron Andresito Artigas, Fray
José Acevedo y doce patriotas más luego de que juraran no volver a
levantarse en armas contra España. Desde esa fecha se pierde la
huella del Coronel Andrés Guacurarí, no se sabe donde dirigió sus pasos, y
tampoco donde y cuando encontró la muerte.
Un triste final a la memoria histórica de quien,
por casi un lustro, supo defender sin claudicar la utopía de una patria federal
y la integridad territorial de su provincia, buscando que sus connaturales
gozaran de los mismos derechos y libertades que los demás americanos. Es
una paradoja histórica que su muerte, lo mismo que su nacimiento, son
interrogantes que todavía faltan desentrañar.
EL LEGADO
El Coronel Andrés Guacurarí Artigas, al igual
que el Comandante Pedro Campbell, es también un personaje olvidado en la
memoria colectiva de los uruguayos.
En Uruguay la Ruta 4 lleva el nombre de Andrés Artigas.
También se lo recuerda en el nombre del pueblo Andresito, en Flores, en el
Parque Nacional Andresito de Rocha, y en un ignoto callejón de Montevideo
En Argentina la Provincia de Misiones ha
designado a Andrés Guazurarí como el “Héroe Provincial”, y como tal todos los
años lo homenajean el 30 de noviembre, día de su nacimiento, fecha que fue
elegida como “Día de la Independencia de la Provincia”.
Existen monumentos en Posadas, Santo Tomé,
Candelaria y Garupá y también un cenotafio en la capital provincial, que si
bien está dedicado a todos los indígenas caídos en las luchas por la
independencia, está encabezado por Andresito.
Una ciudad del noreste de la provincia lleva de
nombre “Comandante Andrés
Guacurarí”, manteniendo la grafía oriental del apellido. Cerca de
dicha localidad, el Puente Internacional Comandante Andresito cruza
el río San Antonio uniéndola
con Brasil.
En 2003 el estadio del club Crucero del Norte de
la ciudad de Garupá, Misiones, fue bautizado Andrés Guaycurarí en homenaje al
prócer. El 27 de junio de
2013, por gestiones surgidas del gobierno federal el estadio iba a ser
rebautizado "Néstor Carlos Kirchner", pero el clamor de los
misioneros se hizo sentir, y el cambio no se produjo.
El 1 de abril del 2014, atendiendo el sentir de
los pobladores del noreste argentino, la presidente de la nación, Cristina Fernández de
Kirchner, ascendió de manera post-mortem a
Teniente General del Ejército Argentino al Coronel del Ejército artiguista
Andrés Guacurarí Artigas.
REFERENCIAS
· PATIÑO,
Enrique; “Los Tenientes de Artigas”, Impresora Monteverde, Montevideo,
1936.
· PETIT
MUÑOZ, Eugenio; “Artigas y los Indios”, en “Artigas: estudios
publicados por El País como homenaje al Jefe de los Orientales en el Centenario
de su Muerte (1850-1950)”, autores varios, Impresora Colombino, Montevideo,
1951.
· BERAZA,
Agustín; “Andresito (Andrés Guacararí o Coronel Andrés Artigas)”, en “Cultura
e Identidad Uruguaya”, Revista del Consejo de Educación Primaria y Normal,
Montevideo, 1950.
· FARIAS,
José Ramón; “Andresito Guazurarí Artigas”, publicación de La Gazeta
Federal, Resistencia, 2006.
· TISSERA,
Ramón; “Entre historia y política de la Provincia de Chaco”, Instituto
de Historia de la Universidad Nacional del Nordeste, Resistencia, 1980.
· GONZALEZ,
Juan; “Andrés Guacurarí y Artigas, Comandante Guaraní de los Pueblos Libres”,
edición del Consejo General de Educación de Corrientes, Corrientes, 2007.
· MANCHON,
Jorge Francisco y CANTERO, Oscar Daniel; “Andrés Guazurarí y Artigas”,
Impresora Creativa, Posadas, 2011.
· PIGNA,
Felipe; “Andrés Guacurarí, nuestro indio gobernador”, http://www.elhistoriador.com.ar/articulos/independencia/andres_guacurari_nuestro_indio_gobernador.php
Fuente Fundacion Histarmar - Andres Guacurari, Un hijo prodigo.
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