Los Ayoreo Totobiegosode del Chaco paraguayo está sufriendo la acelerada deforestación que se registra en esta zona y esto les hace estar en constante huida. Este pueblo aún tiene parientes de generaciones recientes que permanecen en los últimos bosques de su territorio, evitando el contacto con otras personas.GERALD HENZINGER ENLUMEN.NET
Los ayoreo son un
pueblo indígena transfronterizo cuyo territorio histórico tradicional abarca el
sur del Chaco boliviano y el norte del Chaco paraguayo. En esta última región
viven tres grupos locales de este pueblo: los Guidaigosode, los Garaigosode y
los Totobiegosode, nombres que vienen de las características de las zonas que
habitaban ancestralmente. El contacto de este pueblo con otras personas se
inició a finales de la década de los cincuenta del siglo pasado.
A petición de los
ayoreo totobiegosode, profesionales del grupo Gente, Agua, Tierra (GAT)
iniciamos conjuntamente en 1993 los trámites jurídico-administrativos ante el
Estado paraguayo para la restitución de 550.000 hectáreas de monte virgen
ubicado en el Departamento Alto Paraguay. Es una parte de su territorio
tradicional, estimado en unos 2,8 millones de hectáreas, y en el que también
habitan y se desplazan grupos que no han tenido contacto con otras personas
hasta la fecha. Fue reconocida en el año 2001 como Patrimonio Natural y
Cultural (Tangible e Intangible) Ayoreo Totobiegosode (PNCAT), por el Gobierno
paraguayo. La extensión se localiza en la Reserva de Biosfera Chaco Paraguay,
categoría del Programa MaB de la Unesco.
La cooperación de
Manos Unidas ha sido, y es, muy valiosa. El proyecto de “Apoyo a los Pueblos
Indígenas del Chaco Paraguayo” que desarrollamos conjuntamente, permite seguir
acompañando a la población ayoreo totobiegosode. La meta es contribuir a los
esfuerzos de las comunidades de éste pueblo indígena para la mejoría de su
bienestar, el resguardo y la gestión sostenible de su territorio, la protección
de sus parientes en situación de aislamiento y para el proceso de consolidación
de su organización.
Desde un enfoque jurídico,
coopera con el camino de la gente ayoreo totobiegosode en su búsqueda de
respuestas ante las débiles políticas públicas para la restitución de tierras y
territorios. Igualmente contribuye para actividades de control de su patrimonio
territorial, la protección de los recursos y, con ello, la cautela de los
derechos de los no contactados La gestión de su territorio está relacionada a
la mejoría de su calidad de vida, la que incluye actividades directas, como de
incidencia, en ámbitos de lo educativo, sanitario, de generación de ingresos y
fortalecimiento organizativo.
Colateralmente, el
proyecto realiza tareas de comunicación que acompañan, a su vez, las necesarias
gestiones de incidencia y cabildeo. También apoya a los servicios
profesionales, técnicos y administrativos, para el logro de metas propuestas
juntamente con la población.
En 1998 se produjo un
nuevo contacto con una familia de los ayoreo totobiegosode no contactada
previamente en zonas lindantes al territorio reivindicado por parte de un indígena
ayoreo Guidaigosode catequizado. Y en marzo de 2004 tuvo lugar el último
encuentro con un grupo de sus parientes aislados, esta vez en las propias
tierras.
Creemos que la
protección de este pueblo se impone por normas vigentes como la Constitución de
Paraguay o el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo,
ratificado por el Estado paraguayo. Protección por el despojo de tierras del
que han sido objeto y por tratarse de poblaciones en situación de contacto
reciente o inicial o que aún permanecen en los últimos bosques de su
territorio, evitando el contacto y huyendo permanentemente de la acelerada
deforestación que se registra en el Chaco paraguayo.
Desde el punto de
vista médico hay que comprender lo delicado de la situación. Los ayoreo totobiegosode
son muy vulnerables a infecciones diversas en ocasiones mortales, especialmente
broncopulmonares, generadas por el contacto. Un contacto que cuando se fuerza
tiene ribetes de genocidio, como fue constatado cuando los Totobiegosode se
defendieron de ese contacto buscado, con el resultado de sucesos violentos y
las consecuentes muertes.
Es por eso que en
defensa de sus tierras, de sus bosques y de la autonomía de sus parientes en
aislamiento, los ayoreo totobiegosode han presentado en los últimos años sus
alegatos en instancias del sistema interamericano de Derechos Humanos
(CIDH/OEA) y de la ONU, entre otros órganos, instancias y procedimientos
creados en virtud de tratados de derechos humanos. Recientemente obtuvieron las
primeras medidas internacionales que interpelan al Gobierno del país, para que
frene el avance de la deforestación de sus bosques y proteja a los
totobiegosode en situación de aislamiento como y a aquellos que ya han sido
contactados.
A lo largo de sus
luchas y trámites de más de veinte años, los totobiegosode han logrado la
restitución de unas 121.600 hectáreas de bosques, conservadas gracias a la
continua labor de control y defensa que ellos realizan, dado que son un factor
determinante para su supervivencia física y cultural.
Medidas cautelares
El otorgamiento de
medidas cautelares por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH)
supone que el Estado paraguayo tendrá que cumplirlas o que, al menos, se
evidenciará su incumplimiento. E implica que los ayoreo totobiegosode probaron
la verdad de los hechos violatorios denunciados y la legitimidad de su
reclamación.
Un estudio de la Universidad de Maryland (EEUU) indicaba que el Chaco paraguayo registraba las tasas más altas de deforestación del planeta. Allí se sitúa la historia de lucha del pueblo idígena ayoreo por sus tierras y su cultura. Desde el GAT (Gente, Ambiente y Territorio) y junto a la ONG española Manos Unidas se apoya esta lucha y se celebra la reciente resolución de la CIDH (Comisión Interamericana de Derechos Humanos) que ha dado la razón a la petición de la OPIT (Organización Payipie Ichadie Totobiegosode) e interponiendo medidas cautelares a Paraguay para protegerles.GERALD HENZINGER ENLUMEN.NET
En lo que va del año
2016, la CIDH solicita que Paraguay adopte las medidas jurídicas y
administrativas necesarias para proteger a las comunidades en contacto reciente
e inicial que viven en Aocojadi y Chaidi, que están situadas en el Patrimonio
Natural y Cultural Ayoreo Totobiegosode (Alto Paraguay-Región del Chaco
paraguayo) y a los Jonoine- Urasade, Ayoreo Totobiegosode en estado de
aislamiento que se desplazan en zonas de dicho Patrimonio. El Estado deberá
proteger los bosques y titular parte del territorio ancestral indígena,
incluyendo acciones para prevenir contactos no deseados y el ingreso de
terceros en ese territorio, hasta que se adopte una decisión definitiva.
Es notable que hasta
ahora ninguna autoridad paraguaya —en particular las instituciones que
dependen del Poder Ejecutivo como la Secretaría del Ambiente y el Instituto
Forestal Nacional— ha tomado medidas efectivas para detener el avance de
la deforestación del territorio indígena. Y el proceso de restitución efectiva
de tierras pendientes de registro y titulación se halla paralizado desde hace
varios años porque el Estado no asigna recursos suficientes para hacerlo, no
cautela el territorio ni evita la deforestación de sus montes.
Todas
las intervenciones estatales se hallan muy apartada de las recomendaciones de
la relatora especial de la ONU sobre los derechos de los pueblos indígenas,
Victoria Tauli-Corpus. Los ayoreo totobiegosode entienden que tanto la posesión
de sus tierras y territorios como el cuidado y gestión sostenible de sus
bosques es condición necesaria para la vida (como base de su seguridad y
soberanía alimentarias) y pervivencia cultural.
El sustento de los
ayoreo totobiegosode de Aocojadi y Chadi viene tradicionalmente de la caza de
fauna silvestre y de la recolección de especies de flora local; practican
horticultura de subsistencia y recolectan miel silvestre. Estas familias, en
situación de contacto reciente e inicial, consumen también productos no
tradicionales, producidos y ofertados en mercados no indígenas. Mientras tanto,
el grupo del monte continúa viviendo exclusivamente de los recursos de sus
bosques. Y no hay que olvidar que la cosmovisión ayoreóde está íntimamente
vinculada a la conservación de los bienes naturales de su patrimonio
territorial.
Desde el GAT esperamos
que el reclamo de tantos años de los ayoreo totobiegosode sea finalmente
escuchado por las instancias públicas correspondientes. Que sus últimos bosques
en el Alto Chaco paraguayo, por ellos protegidos, no sean degradados y se respeten
esas tierras y se reconozca además la relevante contribución de este pueblo
para el desarrollo más sostenible de toda la región. Nosotros sí valoramos este
aporte y esperamos que este pueblo sea apoyado en sus esfuerzos. También
aspiramos a que se respete su derecho de autodeterminación, y que no sean
obligados a tener contacto.
Los órganos públicos
deben dar respuestas concretas. Si vamos por este sendero, en consonancia con
los acuerdos que garantizan nuestros humanos derechos ganaremos todos, incluyendo
las generaciones futuras. Así lo vemos.
Jorge Vera es el
coordinador general de GAT (Gente, Ambiente y Territorio), un socio
local de Manos Unidas en Paraguay.
Fuente>El País – 9 de
Agosto de 2.016
No hay comentarios:
Publicar un comentario