Dijo el sabio de cuatro patas:
No me regales materia,
no me interesa
nada que el dinero pueda pagar.
No me regales promesas
ni buenas intenciones,
ni palabras lejanas,
ni frases hechas,
eso es humo que se esfuma,
polvo que enturbia el aire.
Si vas a regalarme
algo que contenga amor
regálame tu tiempo.
Porque incluso un minuto escogido
entre tus apretadas manecillas del reloj
para sentarte a mi lado y estar
es lo más valioso y verdadero
que puedes ofrecer.
Ada Luz Márquez - Hermana Aguila
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