PAPAGOS
o “TOHONO O’OTHAM” - “LA GENTE DEL DESIERTO”.
El
Pápago es un grupo binacional a partir de la división de su territorio entre
México y los Estados Unidos, teniendo sus miembros que elegir entre las dos
nacionalidades. Están emparentados con los hia’ched o’otham, también conocidos
como areneños o pinacateños, y con los akimel o’otham, a quienes comúnmente se
les conoce como pimas gileños, por su residencia junto al río Gila.
En
los Estados Unidos, donde viven la mayoría, se localizan en Arizona,
establecidos en una reservación con 11 distritos en el valle medio y alto del
río Gila, con la cabecera de la reservación en SHELLS y donde la oficina Tohono
O’otham in México Office se encarga de las relaciones entre los O’otham de
ambos países. En 1917, cuando se establecieron las reservaciones en Estados
Unidos, se formó un Congreso Tribal bajo la autoridad de una Constitución
tribal de la Nación Pápago.
Durante
la Colonia se les llamó “Pimas Altos” y a partir del siglo XIX se les denominó
“Pápagos”, que quiere decir “comedores de fríjol” o “pimas frijoleros” ya que
su principal siembra era el fríjol. En Estados Unidos cada vez se utiliza más
el término “Tohono O,otham”, como ellos se autodenominan y que en su propia
lengua quiere decir “gente del desierto”. Su población actual en Sonora alcanza
los 385 habitantes.
LOCALIZACIÓN
Habitan
en el desierto de Sonora, en los municipios de Altar (El Bajío, El Cubabi, La
Mochonera y El Cumarito), Caborca (Pozo Prieto, Las Calenturas, Las Norias,
Santa Elena, El Carricito, San Francisquito y El Carrizalito), Plutarco Elías
Calles (Quitovac y Chujubabi) y Saric (Pozo Verde).
También
existen descendientes del grupo en las ciudades de Puerto Peñasco, Caborca y
Sonoyta.
CLIMA
Y ECOLOGÍA
Este
desierto es uno de los lugares con más bajo índice de humedad en todo el mundo.
La precipitación anual es inferior a los 350 mm; la temperatura más alta en
julio y agosto llega a los 47° C y la mínima a los 15° C en diciembre y enero.
Las
lluvias son escasas y se presentan en los meses de julio, agosto y septiembre,
y en invierno se presentan las lluvias conocidas como equipatas (enero y
febrero).
En
cuanto a vegetación, predomina la flora de cactáceas como la pithaya, sahuaro,
lechugilla y la zábila. Árboles como el mezquite, palo verde, palo fierro,
acacia y torote. Arbustos como la gobernadora, hediondilla, jojoba y uña de
gato, además de hierbas y pastos tradicionales (como el zacate liebrero). En
las partes más altas hay enebro, roble, encino y pino piñonero.
En
la fauna encontramos el coyote, conejo, liebre, ardilla, venado cola blanca y
venado bura, gato montés, borrego cimarrón, jabalí, puma, víboras, etc.
SU
LENGUA
Su
lengua está estrechamente relacionada con el Pima y ambos forman la rama Pimana
de la familia Yutoazteca. En Sonora la lengua tiende a caer en el desuso,
mientras en Arizona la mayoría son bilingües (Tohono e inglés).
SU
HISTORIA
Desde
hace más de tres mil años el desierto de Altar-Yumao desierto de Sonora, estuvo
habitado por grupos de cazadores recolectores que ya conocían el cultivo del
maíz. En el primer milenio de nuestra era, se desarrolla la cultura agrícola de
los Hohokam, con formas de organización complejas así como un elaborado y
progresista sistema de irrigación.
Los
descendientes de los Hohokam, los actuales Tohono O’otahm o pápagos, tenían una
residencia de verano y otra de invierno, con un modelo económico que se sostuvo
hasta la llegada de los blancos. 1687: la colonia entra a esta zona a
través de las misiones jesuitas impulsadas por Fray Eusebio Francisco Kino. Los
misioneros congregan a los grupos dispersos para facilitar la evangelización.
Fines
siglo XVII: los colonizadores usan mano de obra pápago para sus minas y
tierras de ganadería. Kino trata de contrarrestar estos abusos fundando las
misiones de la Pimería Alta y estableciendo su centro de acción en la Misión de
Nuestra Señora de Dolores durante los 24 años que vivió en la Pimería.
Fundó
misiones en Dolores, Cocóspera, San Ignacio y Tubutama, introduciendo ganado,
nuevos cultivos y nuevas técnicas agrícolas.
1695: se
rompe la paz. Los indios nómadas atacan los ranchos españoles y los pimas
sufren las represalias. Los pimas se sublevan y atacan Altar y Caborca,
quemando templos y matando al padre Saeta. Las tropas reales masacran a muchos
pimas (pápagos) a pesar de los esfuerzos del Padre Kino por intermediar entre
españoles e indígenas.
1736: la
fiebre de la plata atrae a mineros y cazadores de fortuna.
1767: los
jesuitas son expulsados de la Nueva España. En la Pimería Alta contaban con más
de 24 misiones y visitas.
1768: los
franciscanos entran a la región para seguir con la labor de los jesuitas.
1840: levantamiento
pápago debido a la usurpación ilegal de las tierras fértiles pimas por parte de
colonos españoles, sobre todo en las zonas alrededor de Caborca. El movimiento
es sofocado en 1843.
1853: mediante
el Tratado de la Mesilla la Pimería Alta se divide en dos mitades. En Sonora,
los ganaderos, mineros y granjeros, toman el control de la tierra y despojan a
muchas comunidades indígenas.
1898: enfrentamientos
violentos donde mueren muchos pápagos y otros emigran al lado de Arizona
1911: se
crea en Arizona la Pápago Indian Good Government League, pretendiendo
representar y unificar a toda la tribu.
Los
lugares tradicionalmente sagrados quedan a uno y otro lado de la frontera,
emigrando a uno y otro lado para sus ceremonias.
Los
treinta años de lucha armada, entre 1898 y 1928, expresaron la inconformidad
por el despojo y la división de los pápagos y en 1928 el presidente Plutarco
Elías Calles los dotó de 2,823 hectáreas, formando así el ejido Pozo Verde, e
iniciando la incorporación de la etnia a la vida nacional.
SU
VIVIENDA Y SALUD
El
tipo de vivienda más antiguo (JUUK) consistía en una excavación circular de
aproximadamente cinco metros de profundidad y diez de ancho, con un techo de
ramas de ocotillo y hediondilla, sostenidas con vigas obtenidas de la corteza
del sahuaro, con paredes escalonadas.
Otra
vivienda tradicional (conocida en su lengua como HUKI) es la de planta
cuadrangular, con muros de adobe o piedras amalgamadas con barro, techos de
paja o carrizo y argamasa. El piso es de tierra apisonada y la puerta orientada
hacia el poniente. La cocina solía ser una simple ramada abierta o con paredes
de carrizo, con un fogón de adobe (el estrado) mesas, sillas, bancos, varios
utensilios y cestos de torote para almacenar semillas. Rodeaba la casa un cerco
de madera o de alambre.
Actualmente,
los asentamientos cuentan con algunas casas dispersas que forman caseríos. La
arquitectura es similar a la de las viviendas rurales de la región, siendo
pocas las peculiaridades: cercas de corteza de sahuaro y pozos en el patio de
cada casa. Las enfermedades más comunes son las respiratorias,
gastrointestinales y de la piel.
SU
ARTESANÍA
Figuras
talladas con madera del árbol del mezquite, cestería de palmilla y torote y
piezas de barro, cocidas en horno elaborado con palos de choya y estiércol.
Sus
piezas de cestería son muy solicitadas en los Estados Unidos, vendiéndolas a un
precio elevado.
SU
ECONOMÍA
El
desierto se ha ido transformando con la introducción del ganado y la excavación
de pozos profundos, además del florecimiento de ciudades y pueblos.
Actualmente
sus principales actividades económicas son la ganadería, como principal
influencia en su desarrollo económico, la agricultura, el trabajo asalariado y
la producción de artesanías.
ORGANIZACIÓN
SOCIAL
Antiguamente
la tribu se dividía en dos clanes: los búhos y los coyotes, que además de
intercambio matrimonial desempeñaban un papel específico en las ceremonias. En
las aldeas, tanto las de verano como las de invierno, había una casa ceremonial
llamada “casa de la lluvia o de la nube” donde se reunían para asuntos
públicos. Las reuniones las presidía un anciano llamado “guardián del fuego”,
quien también estaba al frente de las ceremonias de purificación o de petición
de lluvias.
A
la llegada de los conquistadores tuvieron que cambiar su organización
tradicional, y nombraron gobernadores para cada aldea pero con un sentido
solamente político y administrativo. También, al reducirse su territorio y
establecerse las formas de tenencia de la tierra, las autoridades municipales y
agrarias se impusieron sobre el gobernador tradicional de cada comunidad.
En
1977 se eligió nuevamente un gobernador tradicional pero sus funciones no son
ejecutivas sino solamente de valor simbólico y ritual.
La
familia pápago es nuclear, cuando se casan entre miembros del mismo grupo,
tratan que sean de otro pueblo o aldea. También existe el matrimonio con otros
grupos étnicos o bien con mestizos.
INFRAESCTRUCTURA
Y SERVICIOS
Desde
1980 la Escuela Albergue Tribu Pápago, en la comunidad de Quitovac. También
existe una escuela telesecundaria a la que asisten tanto jóvenes de Quitovac
como de otras localidades de Sonora.
Las
comunidades tohono o’otham carecen de drenaje, agua entubada y energía
eléctrica. En cada casa se encuentra un pozo de agua para el abasto familiar.
En Quitovac se genera energía eléctrica con un motor de combustible, que hace
posible el suministro familiar y comunitario de las 7 de la tarde a las 10 de
la noche.
El
acceso a las comunidades se da por caminos de terracería a través del desierto.
COSMOGONÍA
Y RELIGIÓN
Cuentan
sus leyendas que existían dos seres sobrenaturales que crearon diversas razas
de hombres y luego las destruyeron; estos dioses lucharon entre ellos, el “mago
de la tierra” desapareció, dejando el mundo a I,Itoy, quien finalmente creó la
gente pápago. I,Itoy expulsó a los hombres creados primero y ocupó su
territorio, la Papaguería.
A
partir de la evangelización de los jesuitas, se adaptaron elementos de su
religión al Cristianismo. Los ritos y creencias actuales giran en torno a la
figura de San Francisco (que sintetiza también la imagen de I,Itoy, el Hermano
mayor). En las rancherías se levantan capillas de adobe en las que una imagen
“de bulto” del santo recibe los rezos y alabanzas, junto con numerosas velas de
diferentes tamaños. Ante la ausencia de sacerdotes oficiales el culto quedó en
manos de los propios O’otham.
Representación
de los Tohono O’otham de I’ITOI o Hermano Mayor y el mismo símbolo tallado en madera
de mezquite.
SUS
FIESTAS
Los
jesuitas introdujeron el culto a San Francisco Javier, los franciscanos después
la cambiaron por San Francisco de Asís. La gran fiesta se celebra el 4 de
octubre, día del santo franciscano, pero la imagen venerada corresponde al
santo jesuita. Todos los años, numerosos grupos de pápagos y de Tohono O’otham
peregrinan el 4 de octubre para venerar la imagen de San Francisco, que muchos
identifican con el Padre Kino.
Las
fiestas tradicionales, autóctonas, son dos:
El
VI’IKITA, conocida también como “fiesta del cucú”, se celebra durante el
plenilunio de julio en Quitovac.
Tiene
como finalidad llamar el agua y recibir bendiciones. En esta ceremonia
participan Tonos O’otham estadounidenses y mexicanos en un mismo terreno, con
un lugar preciso para las danzas de cada quien y la convivencia ocurre entre
los procedentes de un mismo lugar, con las lenguas usuales en esas regiones.
Durante la ceremonia pueden escucharse en Quitovac tres idiomas.
Frente
a las casas se colocan cinco montoncitos de tierra, cuatro formando un cuadrado
y uno como centro; sobre el montoncito central, se colocan dulces, tortillas,
jalea de pitahaya u otros alimentos. Los danzantes, vistiendo una manta a
cuadros atada a la cintura y muslos, a manera de pantalón corto, sobre el que
llevan un cinto con campanitas, portan máscara y una vara con plumas en la
mano, llegan a los patios y bendicen los alimentos sobre los montículos de
tierra. Las gentes que los siguen se reparten e ingieren los alimentos,
quedando de esta manera bendecidos.
Tras
el recorrido por los patios, los danzantes regresan al huki del que salieron para
iniciar la danza. Los huki, actualmente, son pequeños corrales semicirculares
en las afueras del pueblo, cercados con varas de sahuaro o pitahaya y ramas del
monte. Ahí se visten los danzantes y tocan los músicos. Los músicos suelen ser
tres cantores que tocan raspadores de madera de hediondilla colocados sobre
coritas (cestos tejidos) invertidas, y raspados con una quijada de buro o
vaca. Los danzantes van y vienen en silencio de un huki a otro (al
de los invitados de otro pueblo) durante toda la noche y el siguiente día.
Cuando danzan, lo hacen un poco alejados del huki y entonando un son monótono
que incluye frecuentes repeticiones de las sílabas cu cu cu. También bendicen a
la gente con su vara y rezan en su lengua pidiendo la lluvia. Quien se
compromete como danzante para el víikita debe hacerlo por cuatro años
consecutivos.
El
KHUJIN, o “danza del venado”, se celebra en el novilunio de agosto, en la que
participan hombres y mujeres formando dos filas paralelas o una alterna de
ambos sexos. Los danzantes permanecen en un solo lugar, flexionando las corvas
sin levantar los pies del suelo. Sólo hasta el amanecer danzan caminando
suavemente y formando un círculo y una cruz. Mientras danzan, los hombres
sacuden una varita que llevan en la mano. Las mujeres no portan objeto alguno.
La
música para esta danza la facilitan tres cantores, acompañándose con raspadores
sobre coritas (como en el Vi’ikita).
Esta
ceremonia dura una sola noche y, como debe ir precedida de la caza de un buro,
al que el gobierno mexicano impuso veda en esa época del año, la ceremonia se
ha suspendido en territorio mexicano y sólo se celebra en la zona tohono
o’odham del lado norteamericano.
Fuente>
Lutisuc Asociación Cultural, I.A.P., trabajo de campo.
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