Fue la última mujer en
hablar la lengua resígaro, con ella se van los conocimientos tradicionales de
una cultura amazónica.
Hace unos días el
reconocido antropólogo Alberto Chirif, experto en temas indígenas, denunció
el terrible y cruel asesinato de Rosa Andrade Ocagane, la última
mujer en hablar la lengua resígaro y una de las últimas en conocer la
lengua ocaina.
La tragedia es doble
porque no solo se trata de un evidente feminicidio que se suma a la
penosa lista de mujeres peruanas asesinadas en este año, sino porque también destroza
todos los esfuerzos por preservar los conocimientos ancestrales de las
comunidades amazónicas.
Al ser Rosa Andrade la
última mujer en hablar resígaro su importancia era central para entender
la consmovisión de una cultura y para intentar preservar los conocimientos
que cada dialecto.
Chirif resume así el
origen de la lengua resígaro y el cruel destino que les tocó vivir por ser
una de las principales comunidades víctimas de la fiebre cauchera.
“Doña
Rosa y su hermano Pablo, así como otros familiares que viven en la comunidad,
recibieron el apellido Andrade de un patrón, ya que en el sistema de
identificación de los indígenas no existen los apellidos. Como apellido
materno ha quedado el nombre de su madre. Su padre era ocaina y su madre
resígaro, otro de los pueblos indígenas víctimas de la crueldad de los
caucheros, hoy en extinción”.
El empeño de Rosa
Andrade por preservar su identidad resígaro era tan grande que hace unos años se
ofreció como voluntaria para enseñarle esta lengua a los niños de Nueva
Esperanza.
“Doña Rosa fue uno de
los pilares para la recuperación y revitalización de estas lenguas y su
cultura, de la que conocía un repertorio extenso de canciones y relatos de
la tradición oral. Hace unos años, se ofreció a transmitir sus lenguas a los
niños de Nueva Esperanza que aún no asistían a la escuela, mediante cantos
tradicionales, cuentos y artesanías”.
El asesinato de Rosa
Andrade puede quedar impune
ORGANIZACIÓN NACIONAL
DE MUJERES INDÍGENAS ANDINAS Y AMAZÓNICAS DEL PERÚ TAMBIÉN DEMANDA JUSTICIA
PARA ROSA ANDRADE.
FOTO: ONAMIAP
Este 25 de diciembre
se cumplirá un mes desde el asesinato despiadado de Rosa Andrade en su
chacra, quien fue encontrada decapitada y sin corazón por sus familiares.
Según los vecinos de Nueva Esperanza el principal sospechoso sería Rubén
Mendoza Izuiza.
Este hombre ya había
sido señalado como una persona inadaptada que había sido echada de otras
comunidades como Estirón. Sin embargo, pese a que el sujeto fue entregado a las
autoridades, fue liberado casi inmediatamente después por “falta de
pruebas”.
Ante la ausencia total
de justicia, los familiares, amigos e instituciones que reconocen el
aporte de Rosa Andrade por preservar el conocimiento amazónico, exigen
una verdadera implicación de las autoridades para encontrar al asesino y
llevarlo a la justicia.
Me uno a su dolor, es una pérdida muy lamentable!
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